jueves, 30 de abril de 2020

El éxodo social ha iniciado

Por: Segundo Matta Colunche.

Miles han emprendido su viaje de Lima a provincias 
Si quienes gobiernan sintieran lo que siente una madre con su hijo en brazos, un anciano con bastón caminando por las arenas de Huacho, un padre sin tener un céntimo para darle un caramelo a sus hijos o un joven que perdió todo producto de la crisis sanitaria COVID-19, no actuarían de espaldas a ellos. El éxodo de retorno a casa ha empezado. Los gobiernos subnacionales -regiones y municipalidades- no saben qué hacer para solucionar la peor crisis del último siglo. La verdad es que hay cerca de 200 mil peruanos varados en las principales ciudades de la costa. Ellos quieren regresar a sus pueblos, pero los bloqueos y el aislamiento social les impide.

Parece que se cumple a “pie puntilla” la Tercera Ley de Newton, "… toda acción tiene una reacción igual y opuesta". El #GrupoDeLima encabezado por el gobierno del Perú (Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra Cornejo) e integrado por varios gobiernos de derecha lideraron una propuesta de sanciones (bloqueos y rompimiento de relaciones bilaterales) en contra del pueblo venezolano. Gobiernos enemigos del chavismo se sumaron al inhumado bloqueo internacional impuesto por Estados Unidos. La crisis económica -falta de medicinas y comida- provocó un éxodo nunca antes visto en la historia del país bolivariano. El Perú cobija a cerca de un millón de ciudadanos venezolanos. Pese a las circunstancias las sanciones aún continúan.

En tanto en Venezuela la crisis económica llegaba a los ribetes más altos del mundo, aquí - en Perú-, soñábamos como uno de los países potencia. El engañoso crecimiento económico nos hizo ver tinieblas. Todo fue gaseoso. Nuestro sistema sanitario ha colapsado, la educación camina sin rumbo, sectores productivos del campo subsisten al mínimo, la industria está paralizada y el 75% de peruanos que se encuentra en la informalidad pasan momentos difíciles. Miles de peruanos marchan en medio de la crisis hacia sus lugares de origen. Lima, Chiclayo, Trujillo, Piura que hace algunos años eran pueblos apetitosos por la oportunidad laboral y posibilidades de emprendimiento; ahora, se han convertido en los principales focos de la pandemia COVID-19. Nuestros hermanos piden a gritos salir del centro del desastre.

Parece mentira pero es realidad. Perú presenta el "éxodo sanitario" más triste de Latinoamérica. Ni Ecuador que fue duramente azotado por la pandemia del coronavirus sufre la desgracia que hoy padecemos los peruanos. ¿Hay visos de solución? Nada. La burocracia peruana mantiene sus históricas y hasta individuales confrontaciones antes que desprendimiento para solucionar la grave crisis sanitaria-económica-social.

Es triste ver a funcionarios regionales y locales tirarse la pelota unos a otros. Se miran entre ellos sin saber qué hacer. Deben tener bien en claro que: "... cuando hay crisis a un nivel que afecta a la salud de la población, la administración pública está obligada a hacer modificaciones presupuestales para atender las necesidades prioritarias de la población. La vida humana no tiene precio". O se atiende responsablemente a nuestros compatriotas o esto se desborda.

ESCUCHAMOS. Los peruanos estamos obligados a cambiar el rumbo de nuestra historia. El modelo que ha gobernado el país durante casi 2 siglos ha fracasado. Un mejor futuro si es posible. ¡Unidos venceremos!.

Gracias heroicos ronderos

Por: Segundo Matta Colunche.

Ronderos del caserío Cullanmayo (Cutervo-Cajamarca)
Más de 40 años las Rondas Campesinas son referentes de justicia. Inicialmente -década de los 70 y 80- su trabajo estuvo orientado a la lucha contra la delincuencia y abigeato que azotaba la zona norte de Cajamarca. Luego avanzaron a ser autogestionarias (construyeron escuelas, carreteras, puestos salud, centros comunales y otras). El avance en su nivel de formación social y política ayudó a que haya una fuerte fiscalización a las instituciones del Estado, la lucha férrea contra la corrupción y la ineficiencia. Su espacio trasciende a un más cuándo éstas pusieron en jaque a empresas trasnacionales como Neumont-Yanacocha (Cajamarca), Majas (Piura), Cañariaco (Lambayeque), Tía María (Arequipa) y otras.  En la actualidad las Rondas Campesinas están organizadas en 17 regiones del Perú.
La organización campesina no estuvo lejos de ataques: “es un colectivo de intransigentes, terroristas y autoritarios” decían sus enemigos. Los momentos de su lucha encontraban calificaciones descabelladas. Siempre fueron odiadas por el poder económico, político y las mafias organizadas. Sectores reaccionarios mantienen reparos contra los hombres del campo. Sin embargo, muchos de ellos hoy exclaman a gritos solidaridad, unidad y lucha. Es parte de la idiosincrasia humana en reconocer algo cuando estamos en peligro.
Las Rondas Campesinas históricamente fueron solidarias. Son reconocidas y respetadas por los miembros de la comunidad. Las decisiones son colectivas y se acata disciplinadamente. Alcanzan cuatro décadas de lucha y gestión permanente por su fortalecimiento. No han caído, no caerán jamás.
Durante las últimas semanas vienen nuevamente haciendo noticia. Ahora ya no ponen en jaque al poder económico y político sino a un enemigo invisible que azota al mundo: pandemia COVID-19. En la mayoría de regiones del Perú han contribuido al cerco de aislamiento. Han organizado piquetes las 24 horas del día para evitar que ingresen personas sospechosas infectadas por el coronavirus; su trabajo se centra en inspeccionar, detenerlos y entregarlos a la policía y al sector salud para que pasen por los protocolos establecidos. Se han presentado varios casos, particularmente en las regiones de Cajamarca, San Martín, Amazonas, Lambayeque, Piura y Ancash.
Si bien, su acción solidaria es reconocida y aplaudida por sectores mayoritarios, su exposición al contagio del COVID-19 es cercana. Varios de ellos carecen de equipos de protección (vestimenta, tapabocas, ponchos, guantes, silbatos, linternas, etc.). Además, hay limitaciones en su alimentación, la mayoría tiene que cargar sus víveres para las típicas “ollas comunes”. Hay ausencia del Estado en apoyo a los héroes campesinos.
Hasta el cierre del presente artículo Cajamarca tenía 141 casos positivos de ciudadanos infectados por el coronavirus y 3 lamentables muertes (DIRESA Cajamarca). Es una cifra baja en comparación a ciudades de la costa. Los ronderos cumplen funciones de seguridad en toda la región.
En Cutervo se presentó hace 15 días un primer caso que satisfactoriamente el pasado lunes se dio de alta. Creemos que en gran medida es mérito de la organización campesina de haber cercado los ingresos a la provincia. También, reconocemos el papel de la Policía Nacional del Perú, Serenazgo y Rondas Urbanas. Sin embargo, consideramos que por el número de sus miembros es insuficiente para paralizar a toda una provincia de 157 mil habitantes. Las Rondas Campesinas con 54 zonas organizadas, centrales independientes, centrales de coordinación y bases nuevas - más de 50 mil ronderos activos - se convierten en la defensa principal de la salud de la población. Gratitud y reconocimiento a ellos. Hoy, la mayoría de caseríos y/o comunidades están cercadas. Todos contra la pandemia. ¡Si se puede, unidos venceremos!
ESCUCHAMOS: La pasada semana ingresaron a la ciudad de Cutervo 2 fiscales y un conductor de vehículo procedentes de la ciudad de Chiclayo. Según denuncias ciudadanas no se cumplió con los protocolos establecidos por el MINSA. Hay hermetismo en el Ministerio Público y en el comando COVID-19 para explicar el caso denunciado. Se exige respeto a las disposiciones del Estado de Emergencia decretado por el Gobierno Central. Todos estamos expuestos al contagio si generamos desorden.

lunes, 27 de abril de 2020

La ínfima “tributación solidaria”

Por: Segundo Matta C.

Las empresas deudoras al Estado tienen la obligación de pagar y apoyar en éstos momentos de emergencia. 
“A los ricos no se toca. Ellos han contribuido siempre. Sacarle un aporte adicional es injusto. Gracias a los ricos hay una economía sostenible y envidiable en el mundo. Los ricos generan puestos de trabajo para los pobres, por tanto, los pobres han logrado tener una mejor calidad de vida gracias a los ricos. Una ´tributación solidaria´ anunciado por el presidente Martín Vizcarra es populista y estatista propio de los sectores comunistas”, así defienden al status quo los opinólogos y defensores del sistema neoliberal en los grandes medios de comunicación nacional e internacional.

Las calificaciones en contra del gobierno siguen: corrupto, ineficiente, estatista, comunista, dictador y asesino”. Hay descalificación injusta. Martín Vizcarra no ha cuestionado al modelo, al contrario, es su aliado. Tiene una postura reaccionaria al igual que los gobiernos de Chile, Colombia, Ecuador, Brasil y/o la golpista boliviana Janine Yáñez. Ni que decir de su cercanía con el magnate norteamericano Donald Trump. Jamás ha estado de acuerdo con el cambio de Constitución, Nuevo Modelo de Desarrollo, reformas profundas en el Estado y fortalecer los procesos de descentralización y regionalización. El modelo no ha cambiado desde que asumió el gobierno.

La fortaleza del mandatario peruano está en sintonizar coyunturalmente con el sector mayoritario de los peruanos: lucha contra la corrupción (“pechear” a sectores políticos desprestigiados como el Apra y Fuerza Popular); plantear y encaminar pequeñas reformas: judiciales, políticas y electorales; encaminar un gobierno con buenas estrategias de comunicación política y liderar la crisis actual. Es una forma particular de gobierno. Empero, toda acción coyuntural no es sostenible. Termina rápido y su resultado es efímero. Allí está el meollo del debate. ¿Qué país queremos?

Los puntillazos que viene dando para afrontar la crisis sanitaria es respaldado por la mayoría de peruanos (87%, marzo 2020-IPSOS), la gente confía en un liderazgo visible. No es de extrañar que el último planteamiento sobre “tributación solidaria” también tenga respaldo . Ven en él a una persona identificado con los más pobres. Si bien, el pedido de facultades ante el Congreso de la República para legislar en materia tributaria es sacar “una pulga de un elefante”, sin embargo, antes ni siquiera eso se hacía.

Los problemas de tributación en el país son mayores. Las deudas de las grandes trasnacionales son incalculables. Pedirles apoyo voluntario es igual que un mendigo que extiende la mano para llevar algo a la boca. Es justicia exigirle a los ricos pagar la deuda histórica que tienen con los peruanos: Telefónica (4, 000 millones de soles), Pluspetrol (S/. 3, 000 mil millones), Cerro Verde (S/. 564 millones), Doe Run (S/. 294 millones), Buenaventura (S/. 246 millones), Barrik (S/. 260 millones), Interbank (S/. 1, 700 millones), AyS S.A.C. (S/. 1, 138 millones), Universidad Alas Peruanas (S/. 284 millones), Luz del Sur (S/. 215 millones), Unacem (S/. 262 millones), Consorcio Distribuidor Iquitos (S/. 158 millones), etc. En las 12 empresas deudoras se tendría 12 mil 181 millones de soles, presupuesto suficiente para otorgar dos veces más el bono universal de 760 soles a los peruanos. Monto superior a lo solicitado por el presidente Vizcarra que pretende recolectar 300 millones de soles mensuales hasta diciembre, es decir, el monto total no pasaría de 2 mil 400 millones de soles.

Pese a debilidad del gobierno para exigir a los que mas tienen un “aporte solidario”, “algo es algo”. Los ricos deben entender que en el gobierno no tienen a un enemigo, al contrario, su aporte voluntario es largamente ínfimo con las causas justas del pueblo.

Escuchamos: En Cutervo todos los caseríos están bloqueados. Las Rondas Campesinas han cerrado sus fronteras para evitar que personas extrañas infectadas con el COVID-19 lleguen a sus jurisdicciones. Sin embargo, necesitan apoyo con alimentos y equipos de protección (mascarillas y guantes). Su aporte es muy valioso en estos momentos de crisis. Unidad y solidaridad real.

sábado, 25 de abril de 2020

El sector editorial también está golpeado

Por: Segundo Matta C.

El 23 de abril se celebró el día del libro 
La pandemia del COVID-19 azota a cerca de 200 países del mundo. En los primeros tres meses deja lamentables consecuencias sociales, económicas y hasta culturales. Las cifras de infectados y muertos son aterradores: 2 millones y medio de infectados y 184 mil personas fallecidas. La economía mundial se ha paralizado y, con ello, todas las actividades que desarrolla el hombre en su trajinar diario.
El libertinaje y la soberbia de los europeos los llevó a mirar a otras latitudes del planeta. La falsa democracia norteamericana y la pedantería de sus gobernantes los clasifica como el “imperio espuma”: crece y luego desaparece. Los gobernantes brasileños, ecuatorianos y mexicanos encuentran en ésta crisis su verdadera careta. Nadie se salva. Los poderosos y vulnerables están al acecho del salvaje virus.
En medio de ésta realidad los gobiernos del mundo han optado por dar algunas salidas a sectores paralizados. La educación como pilar fundamental del desarrollo humano no puede estar detenido. Urge retomar acciones para el reinicio de las labores escolares. Por el momento, las clases virtuales y semipresenciales es la alternativa. Sin embargo, éstas están cargadas de improvisaciones y errores en su aplicación. Es una muestra que en el país la planificación y prevención siempre tuvieron sus lados débiles.
La crisis enseña. Los maestros y estudiantes que pocas veces y/o nunca utilizaron una computadora están obligados hacerlo. Los que ningunearon la tecnología como componente del desarrollo integral de la persona tienen que socializarse rápidamente. Los que hacen oposición a todo tienen que cambiar el chip histórico del obstruccionismo y optar por una algo más propositivo. La lucha de ideas no se ha terminado, se fortalecerá aún más, pero los canales de comunicación y producción tendrán obligatoriamente que cambiar. Allí está el debate.
Algunos preguntan ¿Los libros ya fueron? Mi respuesta es: ¡no! Estarán allí, serán guía maestra de todo proceso, seguirá siendo el instrumento más valioso de la creación intelectual del homo sapiens. La crisis pasará y con ello las formas de producción intelectual también cambiarán.
Mientras analistas y medios de comunicación analizan la situación económica y social que deja la pandemia del COVID-19, olvidan uno de los sectores importantes que garantizan la sostenibilidad de la educación peruana: el sector editorial. Hemos revisado fuentes oficiales del MINEDU y la realidad también es caótica: 40 mil personas han dejado de trabajar en las últimas semanas. Se ha paralizado la exportación de libros que proyectaba ingresos por más de 20 millones de dólares.
Existen 120 librerías en el Perú que por ahora han cerrado sus puertas. La venta online todavía no es rentable. Se han postergado ferias de libros en diferentes regiones del país que representan entre el 20 y 30% de las ventas. Las ciudades con más títulos registrados en el 2019: Lima (5 800), Trujillo (116), Huancayo (101), Arequipa (92) y Cusco (77) están siendo golpeados por la paralización de actividades económicas. La aspiración de alcanzar a los mejores años de exportación intelectual (2007, 2011 y 2012) que sobrepasaron los $37, $28 y 32$ millones, respectivamente, parece que se va esfumando. La pandemia también deja huérfano al sector editorial.
Esperamos que una vez que pase la pandemia se retome y se promueva desde el Estado un proyecto integral que permita darle mayor presencia al sector intelectual. Si bien, en exportación de libros hemos estado por encima de Bolivia (0%), Chile (1%) y Ecuador (2%); sin embargo, Perú con el 6% está muy por debajo de Brasil (8%), Argentina (9%), Colombia (11%) y México (63%). Si se puede, ¡unidos, venceremos!
Escuchamos. Luego de la publicación del artículo ¿Quién debe ejercer el periodismo y quién no? Llegaron varias opiniones. Éstas afirmaban lo siguiente: “si bien el actual gobernador Mesías Guevara como funcionario público no debería confrontar con periodistas, sin embargo, el señor Luis Mego también es funcionario público (Gerente de TV Norte, televisora que administra la Municipalidad Provincial de Cajamarca). En nuestra modesta opinión la actitud del señor Luis Mego es pésima, lo peor, siendo periodista y funcionario público. Ambas responsabilidades deben ser conducidas con prudencia y respeto a la opinión pública. Además, no se puede hacer periodismo de investigación y ser funcionario a la vez. Es decir ¿quién fiscaliza al fiscalizador?

¿Quién debe ejercer el periodismo y quien no?

Por: Segundo Matta Colunche.

Enfrentamiento entre el gobernador regional de Cajamarca, Mesías Guevara y periodista Luis Mego 
El pasado viernes 17 de abril en las instalaciones de la Dirección Regional de Salud Cajamarca se ha generado un bochornoso incidente ocasionado por el gobernador regional de Cajamarca Mesías Guevara y periodista cajamarquino Luis Mego. En pleno Estado de Emergencia por la pandemia covid-19, la autoridad regional increpó al periodista a demostrar si es profesional y si tiene colegiatura para ejercer la labor. El comunicador cajamarquino le respondió que tiene 30 años ejerciendo la labor periodística, es decir, "soy periodista práctico", respondió.

El vídeo se hizo viral en redes sociales. Actitudes vergonzosas han generado opinión en sectores mediáticos del país. Incluso fue abordado con expresiones de solidaridad con el periodista por medios nacionales. Es natural que por su condición de trabajador social el periodista es considerado el más débil frente al poder político. Y, si sus críticas están orientadas hacia tal organización por constantes “errores” –haya o no-, el respaldo social siempre va estar de su lado. Quién pisó el palito es la autoridad regional. Comunicacionalmente Mesías Guevara va desgastando su imagen de político, de autoridad regional y de jefe del comando COVID-19 Cajamarca.

En medio de la crisis sanitaria que azota el mundo, en particular, el Perú, actos como éstos desdicen de nuestra participación en acciones diversas. Sin embargo, la discusión sigue latente ¿Quién debe ejercer el periodismo y quién no?.

De acuerdo al fallo del Tribunal Constitucional y respaldado por la Constitución Política del Perú establece " (...) no es compatible con la Convención una ley de colegiación de periodistas que impida el ejercicio del periodismo a quienes no sean miembros del colegio y limite el acceso a éste a los graduados en determinada carrera universitaria. Una ley semejante contendría restricciones a la libertad de expresión no autorizadas por el artículo 13.2 de la Convención y sería, en consecuencia, violatoria tanto del derecho de toda persona de buscar y difundir informaciones e ideas por cualquier medio de su elección, como del derecho de la colectividad en general a recibir información sin trabas". La Real Academia Española y Organismos internacionales también respalda el derecho a la libertad de expresión y de prensa.

Si el gobernador regional considera que quienes ejercen el periodismo en el Perú deberían ser  colegiados, consideramos que dejó pasar una oportunidad cuando fue congresista de la república.  Pese a que el TC tiene una lectura clara del tema, un proyecto de Ley podría abrir el paso a un mayor debate. Al igual que la “Ley Mulder” y otras que tuvieron intenciones de cortar la libertad de prensa y expresión en el país, hubiese puesto en agenda posturas de organizaciones políticas que hoy gobiernan el país.

Sin la libertad de prensa amparados en leyes nacionales e internacionales, César Hildebrantd, Augusto Álvarez Rodrich, Rosa María Palacios, Pedro Tenorio, Íngrid Bazán, Federico Salazar, Augusto Carballo, Patricia del Río y otros; no deberían ejercer el periodismo. La mayoría de hombres de prensa en el país no son profesionales egresados de las escuelas de Ciencias de la Comunicación y Periodismo.  Su práctica y especialización académica lo han formado para tal fin. Algunos referentes del periodismo nacional y otros seriamente cuestionados.

Quienes ejercemos ésta noble profesión deberíamos adentrarnos con mas dedicación a releer la obras de: Ryszard Kapuściński, Gabriel García Márquez, José Carlos Mariátegui, Jaime Bausate, José Ignacio Vigil y de otros grandes maestros del periodismo mundial. Mayor especialización e investigación es una tarea ineludible que exige los tiempos actuales. Tampoco avalamos actitudes mercenarias y mediocres.  Necesitamos responder con mayor nivel profesional los desafíos del milenio.

viernes, 3 de abril de 2020

Errores de Comunicación en la contención del COVID-19

Por: Segundo Matta C.
[ICOMPOL "Ensayos & Poder]

Así están las calles del mundo ante la pandemia del Coronavirus 
Miedo, conmoción, angustia, impotencia, estrés y ansiedad debe estar sintiendo la mayoría de la población mundial en estos momentos de crisis sanitaria y económica. No es para menos, la imágenes que se propalan por la televisión y redes sociales son desgarradoras. Las cifras estadísticas de personas infectadas y fallecidas que minuto a minuto se publican nos contrae la vida. Italia, España, EE.UU. e Irán se convierten por ahora en el centro de la pandemia. Ecuador nos ha dejado “sin palabras” por la inhumanidad del gobierno del presidente Lenin Moreno al tratar el caso del coronavirus.

En medio de la oceánica preocupación, se presentan los fake news – noticias falsas- que se suman a la incertidumbre próxima. Nadie sabe lo que va ha pasar mañana. Nadie se imagina que un rebrote como el caso de la “peste negra” puede cambiar el ritmo de la evolución de la humanidad. Se requiere madurez, tranquilidad, sensatez, conocimiento, lectura constante, investigación y cordura para tratar el tema de la pandemia mundial. Los primeros en dar el ejemplo son quienes actualmente dirigen el Estado y los generadores de opinión pública – periodistas, comunicadores, analistas, opinólogos, otros-. Los portales web y las redes sociales no son fuentes muy confiables. Además, hay débil comunicación entre los estamentos del Estado. Las cifras son variadas. Por tanto, contrastar la información se convierte en un trabajo fundamental de los investigadores sociales: periodistas.

La gente quiere conocer la verdad, quiere exactitud, quiere versiones cada vez más objetivas, necesita que sus líderes tengan autoridad en lo que dicen. Allí, se evidencia serios vacíos en la burocracia local y regional. Ellos, todavía no entienden que son la fuente primaria y oficial de lo que pasa.

El investigador en Comunicación de Crisis Remy Paúl, en su libro “Manejo de Crisis” considera inadecuadas algunas acciones que en ésta coyuntura se nota con mayor claridad.

-               Ocultar información (nadie se entera).
-               Mentir (opción usualmente suicida).
-               No responder (suena a culpabilidad).
-               Demorar la respuesta (culpabilidad y vacío de liderazgo).
-               Atribuir a otros la responsabilidad (no me convocaron, no me invitaron, es culpa del otro).
-               Contar medias verdades (otra forma de mentir).
-               No solucionar el tema de fondo (se habla mucho pero el problema se mantiene).
-               Sobre reaccionar (auto colocarse en primera plana, sobre exposición).
-               Entrar en pánico (forma de parálisis en la suma de todo lo anterior).

El manejo errático, tardío y confuso y priorizando los fake news en las comunicaciones no sólo extienden el daño en el tiempo, sino que lo llevan a una escalada. La opinión pública va sintiendo los vacíos, conoce los errores, asume las debilidades de sus líderes y las socializa en sus entornos. Ésta desconfianza no se minimiza si la autoridad sigue en su confort. Comunicacionalmente se recomienda bajar al llano y reconocer errores.

“Siempre hay una respuesta para una denuncia” diría usted. Es verdad. Éste debe responder no al ego de la autoridad y/o del poder sino del ciudadano. No cabe duda que pandemia también dejará varios líderes deslegitimados.

En tiempos como la actual, un buen manejo de Comunicación de Crisis puede neutralizar o amortiguar el efecto negativo, enmarcar de modo adecuado los hechos en la mente de la opinión pública y así contener el daño y acortar su duración.