viernes, 14 de febrero de 2014

¡Frente Amplio! ¿Unidad en base a qué?

Por: Segundo Matta Colunche

Multitudinarias movilizaciones de Izquierda Unida
En la última edición del semanario “Hildebrant en sus trece” (07-02-14), aparece dos artículos publicados por los ciudadanos militantes de “Tierra y Libertad”, David Roca Basadre (La Izquierda cansada) y Pedro Francke (A la basura con los dogmas); que cuestionan a históricas organizaciones de izquierda, llamándolas “las de las viejas ideas”.  Roca dice: “Las viejas izquierdas, sin base social ni presencia territorial ni menos registro electoral, diezmadas luego de quebrarse su proceso a fines de los ochenta”, con lo que a nuestro parecer pretende decir que no “representan a nadie”.

El creerse dueños de la verdad y henchirse el pecho por el solo hecho de tener inscripción legal, es signo de soberbia que representa al viejo estilo dogmático, excluyente y ramplón al cual tanto critican y con palabra combaten; lo que es más, lo presentan como el estilo renovador, de unidad y democrático al cual todos debemos acatar como la suprema verdad.

La base social a la que alude David Roca y critica a la vieja izquierda de no tenerla, se merece respecto porque fue ésta la que movilizó a centenares de trabadores, vastos sectores del campesinado y a lo más avanzado del estudiantado (principalmente universitario), conquistando la adhesión de sectores del empresariado nacional, entre otros. En ese proceso se cometió errores nadie los niega, pero no cabe duda que la contribución en movilización social es envidiable que hoy muchos critican porque están a varios océanos de conquistarlo.

Reconocemos que existen esfuerzos importantes en la construcción de una izquierda renovada, adentrada en  los sectores de las mayorías nacionales, que exprese el rumbo claro para el país, en fin, una izquierda para una Nueva República, que cree riqueza para todos los peruanos y no como hasta hoy donde un puñado de privilegiados concentra, lo cual los sectores progresistas, de izquierda y ecologistas del país estamos lejos -por ahora- de conseguirla. Y estaremos peor si es que nos seguimos dividiendo los pequeños y marginales en máximos exponentes de la verdad, encargados de los coloquios de unidad, gestores de los procedimientos modernos, de comportamientos democráticos y ambiental superior de un lado; y por el otro de añejos, dogmáticos, de alto espíritu de secta, con pensamiento fósil que no serán convidados al proceso unitario porque expresa una mancha en el pulcro nacimiento del Frente Amplio.

El MAS, movimiento del cual participamos, en sus pocos años de existencia cree con firmeza en la reconstrucción de la izquierda en el país, que será posible con el esfuerzo de millones de compatriotas que confluyan en pareceres progresistas diversos, bajo el convencimiento que solo representamos algunas partículas de la verdad que se consolida con los criterios macizos de la diversidad de los sectores sociales y progresistas del patria. Con el esfuerzo de  militantes y el convencimiento de sectores importantes en la apuesta por un rumbo diferente se conquistó el gobierno regional en Cajamarca (2011 – 2014), existe organización en las 13 provincias y en la mayoría de distritos; en Moquegua , tras el proceso electoral de 2010 es la segunda fuerza política a través del Movimiento FIRME, que lidera Zenón Cueva; en Piura el MAS se consolida (Bases en las 8 provincias y 37 distritos); Amazonas se representa a través del UDA; liderazgos importantes en Junín, Cusco, Puno, Lambayeque, La Libertad, Cerro de Pasco, San Martin, Madre de Dios, Ucayali, Arequipa y Ayacucho; así como bases sólidas en todo el Perú. El MAS mantiene una relación importante con el movimiento social como las Rondas Campesinas, SUTEP, FEP, Frente de Defensa y otros gremios sindicales y populares. Siendo importante para la recuperación de la izquierda resulta insignificante frente a los retos del pueblo peruano.

Somos participes de la unidad, tal cual lo exige la población, como dijera Mariátegui: “Las masas reclaman la unidad. Las masas quieren fe. Y, por eso, su alma rechaza la voz corrosiva, disolvente y pesimista de los que niegan y de los que dudan; y busca la voz optimista, cordial, juvenil y fecunda de los afirman y de los que creen.”

Finalmente, Pedro Francke, siente vergüenza de la dictadura del proletariado, del  partido de cuadros, de la glorificación del líder, del centralismo democrático del estatismo a ultranza. Estamos de acuerdo en la superación de estos procedimientos, pero jamás abandonamos la aspiración de millones de compatriotas en la construcción de un nuevo orden con justicia social, derechos plenos para todos y uso racional de la naturaleza; en otras palabras sin avergonzarnos lo mencionamos: Socialismo. No basta con “democracia y los derechos al centro, así como el pluralismo de ideas y la paz”.