jueves, 30 de enero de 2014

Unidad en la II Cumbre de la CELAC

Por: Segundo Matta Colunche

El pasado 27 y 28 de enero, en la Habana (Cuba), gobernantes de 30 países participaron en  la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños - CELAC. Los países miembros debatieron durante 2 días sobre: el cambio climático; unidad en torno a objetivos comunes; respeto a su independencia política; defensa de la tierra y los recursos naturales; fortalecer modelos de desarrollo basado en la agricultura, agroindustria y forestales; lucha frontal contra el hambre y la desocupación; y, reconocimiento al liderazgo de Cuba en la organización y ejecución de evento internacional.

Como era de esperarse,  los presidentes que más resaltaron en su participación fueron: el carismático José Mujica (Uruguay), Rafael Correa (Ecuador), Daniel Ortega (Nicaragua) y Evo Morales (Bolivia); esto se debía, a sus propuestas claras sobre la unidad sudamericana y caribeña, y la lucha por la defensa de la dignidad humana que busca frenar las enormes desigualdades sociales. Como era de esperarse, los mandatarios mencionados, no querían retirarse sin antes visitar y saludar al líder de la revolución cubana: Fidel Castro Ruz. Al compás del espíritu de unidad de los pueblos de América, también se sumaron Cristina Fernández (Argentina) y Dilma Rousseff (Brasil).

La pregunta que salta a la vista ¿Dónde estuvo Ollanta Humala? Pues, se encontraba junto a Sebastián Piñera (Chile), Juan Manuel Santos (Colombia) y Enrique Peña Nieto (México). No cabe duda que la derecha también se agrupó; aunque, valgan verdades, sin presencia visible dentro del debate o en las conclusiones. Todos estos presidentes estaban aislados de la mayoría e interpretaban una reducida cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico – APEC. Como es sabido, este foro reúne a los países cuyos gobiernos solo buscan ampliar los negociosos económicos del capitalismo, sin importar la vida y la dignidad humana.

La Cumbre de la CELAC, giró en torno a la reflexión histórica que con claridad precisara José Mujica, veterano líder de la izquierda uruguaya, quien subrayó la necesidad de la lucha por la paz, el bienestar y la supervivencia de la humanidad.

Las palabras de Mujica conmovieron a un sector importante del planeta quienes seguían paso a paso el desarrollo del acontecimiento internacional: “Si la humanidad no es capaz de pensar como especie, si la humanidad sigue pensado como país, y dentro de país como clase social y pensando solo en lo nuestro, entonces la civilización está condenada".

Mientras en Cuba se debatía la lucha por la integración de los pueblos de América y, desde este espacio, trabajar por disminuir las enormes desigualdades sociales; desde Perú, con el ego que le caracteriza, el expresidente Alan García condenaba el ejemplo de unidad de Latinoamérica y el Caribe. “Es trágico que 30 gobernantes elegidos reciban lecciones de una dictadura de 55 años que tiene el pueblo en la miseria”, comentó el aprista.  Nosotros le diríamos, al líder del APRA, que: Lo trágico es entregar nuestras tierras, ríos, bosques, mar y gran parte de la riqueza a las trasnacionales, como lo hizo con Yanacocha en Cajamarca (en octubre del 2010 se aprobó el EIA, muy cuestionable, del proyecto Conga). Como es sabido, al final este proyecto tuvo la venia de Humala; debido a que, el presidente, perdió el liderazgo del gobierno cuando la derecha le impuso su ministro de economía.


Al margen de una minoría aislada y los clamores de los egos colosales de la derecha; la II Cumbre de la CELAC significa, la unidad que busca fortalecer la integración de los pueblos olvidados y marginados.