domingo, 11 de agosto de 2019

Crisis que deslegitima al Estado


 Por: Segundo Matta C.

Ha pasado más de un año de haber asumido Martín Vizcarra la presidencia de la República. Después de una crisis en las altas esferas del poder político, Pedro Pablo Kuczynski fue obligado a renunciar a la máxima magistratura del país. El Congreso de mayoría fujimorista preparaba una vacancia presidencial por audios que comprobaban los negociados de Palacio de Gobierno con parlamentarios keikistas. Por “azar del destino” el expresidente regional de Moquegua asumió el mando del gobierno de Peruanos Por el Kambio. 

Nadie se imaginó que Vizcarra habría tenido entre sus alternativas “calmar a la furia congresal” con un paquete de reformas que luego lo sometió al veredicto de la población. El amplio sector del electorado peruano respaldo las propuestas de Vizcarra.  Mientras que, parlamentarios oficialistas y opositores se quedaban con los crespos hechos. Ante un Congreso deslegitimado, el mandatario buscó posicionarse en amplios sectores de la población. La corrupción de Odebrecht habría salpicado a los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. No había otra alternativa que, escuchar a la gente y asumir retos. Comunicacionalmente la autoridad está obligada a escuchar a la ciudadanía. Si ésta toma decisiones ciegamente, no sólo debilita a su representada, sino también, contribuye a una mayor deslegitimación del Estado. 

Después de algunos meses de haber asumido Martín Vizcarra el mando del gobierno nacional se conoció que dentro del equipo de gabinete de asesores estaba un experto argentino en Comunicación Política. A nuestro parecer, ayudó mucho a la legitimación del presidente. Empero, haber estado lejos de la realidad local limitó su trabajo en otros espacios como: gestión pública y conflictos sociales. La teoría es importante, pero más importante es el conocimiento práctico de la realidad. 

El 70% de peruanos están de acuerdo con el adelanto de elecciones. No quieren a la clase política actual. Consideran que es responsable de la crisis que se ha extendido a todos los sectores. El repudio no solo va a los políticos tradicionales, sino también, a los nuevos. Según última encuesta de Datum, Julio Guzmán lidera las preferencias electorales con 11%, cifra muy pequeña para la enorme responsabilidad.

Hay una crisis  de gobierno que se acentúa como pasa los días. Las decisiones políticas del presidente Martín Vizcarra de acortar el mandato presidencial y congresal responden al malestar mayoritario de la gente. Sin embargo, hay serios vacíos en el manejo de conflictos sociales y gestión pública.

Si “pechear” al deslegitimado Congreso de la República y hacer frente a la corrupción le dieron réditos políticos al presidente Vizcarra, la pobre actuación en los conflictos mineros “Las Bambas” en Apurímac y “Tía María” en Arequipa, así como, el bajo nivel de inversión pública podría traerle consecuencias. No estamos hablando de tanques y botas para reprimir a ciudadanos que se manifiestan en contra de irresponsables actividades mineras como solicita la derecha reaccionaria, sino en asumir mayor liderazgo en la solución de los conflictos sociales. Es irresponsable aprobar concesiones y licencias sin haber socializado antes. Las prácticas autoritarias y unilaterales quedaron para la historia. La comunicación ha cambiado. La gente exige no sólo ser escuchada, sino también, ser considerada en las decisiones importantes del estado. Es momento de poner en práctica la democracia participativa.