Por: Segundo Matta Colunche
En momentos en que la población exige cuentas claras sobre millonarias
campañas políticas de candidatos y ex–candidatos a la presidencia de la
República, gobiernos regionales y locales; sale a la luz intereses de algunos
parlamentarios que desde el Congreso de la República hacen lobbies para
favorecer a sus empresas o a quienes financiaron sus campañas.
En el proceso de investigación, se descubre que las campañas
políticas de Keiko Fujimori, Alan García, Lourdes Flores y Alejandro Toledo
fueron financiadas por el narcotráfico y las empresas mineras. Esto también se
extendió a algunos presidentes regionales, congresistas y alcaldes. Sin duda,
el dinero compró todo y el resultado es que tenemos uno de los peores Congresos
de la historia.
Las mineras y el narcotráfico pusieron congresistas, para que
éstos promuevan leyes a favor de sus ilícitos negocios. Como la deuda es grande
hacen lobby a favor de sus propias empresas como haría el congresista fujimorista
Joaquín Ramírez.
Según el diario regional “Panorama Cajamarquino”, de fecha 05
de noviembre del presente año, Ramírez habría negociado con el Legislativo y la
Asamblea Nacional de Rectores para facilitar que la Universidad Alas Peruanas,
de propiedad de su tío Felipe Ramírez, abra filiales en todo el país. La apertura
de éstas vulnera la ley que se promulgó en el 2012, la misma que prohíbe nuevas
filiales.
Joaquín Ramírez, dueño de inmobiliarias, es quien alquila
locales para el funcionamiento de la universidad Alas Peruanas y sus filiales. Eso
quiere decir que a más extensión de filiales mayores ganancias, es la lógica de
ganar dinero desde el alicaído Congreso Nacional. ¡Qué tal forma de representar
al pueblo!
Hildebrant en sus Trece, denunció en la edición No. 171, del
27 de setiembre del presente, a varios congresistas que hacían lobbies desde el
poder legislativo. Los parlamentarios como José Luis Elías Ávalos
(fujimorista), dueño de la universidad San Juan Bautista, José Luna Gálvez
(Solidaridad Nacional), dueño de la Universidad Telesup, Joaquín Ramírez
(fujimorista), dueño de inmobiliarias para la Universidad Alas Peruanas y otros
parlamentarios; promueven leyes a favor de sus universidades privadas y se oponen
a leyes que favorecen a las universidades públicas. Los mal llamados padres de
la patria, miran a la educación como un negocio y no como un servicio.
Los parlamentarios con estas prácticas también se extienden a
otros rubros; Freddy Sarmiento Bentancurt (fujimorista), ex –apoderado legal de
la empresa Pesquera Sechura SAC y Chimbote Export SAC, empresas que financiaron
su campaña. Desde su bancada presentó 5 proyectos de ley para favorecer a
dichas empresas. Juan Carlos Euguren (PPC), llegó al congreso con auxilio de la
ONG creada por Roque Benavidez, ahora dueño de la empresa DBD Industries SAC,
dedicada al rubro de compra y venta, al por mayor y menor, de maquinaria y
equipos para uso de la mediana y pequeña minería. Euguren desde el Congreso es defensor
a ultranza del cuestionado proyecto minero Conga.
Si este es el Parlamento que tenemos, no cabe duda que seguirán
habiendo leyes a favor de intereses de los mismos parlamentarios y no de la
población.
La campaña política que realiza el clan Ramírez en Cajamarca
es tan pomposa como en los tiempos de la dictadura fujimontesinista, son evidentes
los intereses personales y no el desarrollo de la región. Fujimori dio carta
abierta para que Yanacocha opere en Cajamarca, y Keiko, en más de una
oportunidad, ha mostrado simpatía por la empresa. Es hora de denunciar los
negocios oscuros de quienes vendieron la patria y la región.