Por: Segundo Matta Colunche
Foto: Mitín de Democracia Directa (abril 2016) |
El
sábado 27 y domingo 28 de agosto, se realizará en Lima, el Congreso de Unidad
de las fuerzas progresistas y de izquierda. Según dirigentes del Movimiento de
Afirmación Social (MAS) y Democracia Directa (DD), se confirma la presencia de
delegaciones de todo el país.
Los intentos
por consolidar una confluencia mayor, no debe ser excluyente, se tiene que ampliar
a partidos y movimientos progresista, socialistas, de izquierda, ecologistas,
independientes, regionales y locales. El camino es, construir la más amplia
unidad del “Movimiento Progresista y Popular”.
Si,
miramos los procesos de unidad de las fuerzas progresistas y de izquierda en el
Perú, quizá los más próximos, fue en la década del 80, bajo el liderazgo del
cajamarquino, Alfonso Barrantes Lingan. Fue una experiencia importante. Sin
embargo, las contradicciones internas no
fueran superadas en el seno del colectivo. Se perdió una magnífica oportunidad
de generar mayores espacios políticos.
Los
izquierdistas estamos obligados a entender que, la unidad se consolida en base
a ideas, pensamientos y propuestas comunes, sin dejar de lado, las
contradicciones internas. Éstas, son leyes marxistas-leninistas, y por tanto,
responden a teorías del materialismo científico. Mao explica en su libro, Cinco Tesis Filosóficas: “Si en el
Partido no hubiera contradicciones ni luchas ideológicas para resolverlas, la
vida del Partido tocaría su fin”.
En
el último proceso electoral, la experiencia de unidad en el Frente Amplio, fue importante
y trascendental. Con algunos errores de forma, sin embargo, la confluencia se
mantuvo inalterable hasta la primera vuelta. Hubo avances, también, posturas
sectarias de algunos integrantes. El
sectarismo limitó la participación más amplia de sectores progresistas y de
izquierda.
Verónica
Mendoza del Frente Amplio obtuvo 19%, Gregorio Santos 4.15% para la
presidencial, abril 2016. Los resultados hubiesen sido mejores, si algunos
frentistas no hubieran ninguneado a Santos. En la auténtica unidad no se debe
aceptar exclusiones.
Probablemente,
Mendoza tuvo la mejor voluntad de ampliar la Confluencia. Sin embargo, ésta fue
observada por algunos frentistas, quienes dieron más valor a sus intereses
personales. Si caminamos así, serán huecas las alternativas que se quiere
construir.
Santos,
ha expresado su voluntad para apoyar la construcción de la más amplia Unidad de
la Izquierda y el Progresismo Nacional. A él, deben sumarse quienes tienen
cierto liderazgo nacional, regional y local. Los colectivos dirigenciales deben
mirar con optimismo el futuro del país. Un proyecto alternativo al sistema, no
se construye sobre la base de fantasías o análisis superficiales, sino
partiendo de la realidad: “…análisis concreto de la realidad concreta” (Mao).
Estamos obligados a reconocer errores, fracasos, y, valorar los éxitos.
En
medio de una “guerra mediática” contra Santos y dirigentes populares,
auspiciosa de las mentiras más vergonzantes del periodismo, generadora de
posturas reaccionarias y viril accionista del modelo neoliberal salvaje; el
Congreso de Unidad sigue adelante.
Esperamos
que: todas las voces, todas las opiniones, todas las propuestas, todas las
ideas; en fin, todas las sangres, sean el gran
detonador de la Unidad. Éste es el primer paso después del último
proceso electoral 2016. Habrán muchos
intentos. Sólo la unidad, nos llevará camino a la victoria.