miércoles, 11 de junio de 2014

Lourdes no va, pero defiende continuidad del modelo

Por: Segundo Matta Colunche

Lourdes Flores defensora del modelo neoliberal
Las 07 propuestas de Lourdes Flores sobre la descentralización y regionalización, no garantizan el combate contra la corrupción,  no hay ejemplo de gobierno del limetizado PPC.

La abogada Lourdes Flores Nano, excandidata presidencial y perdedora por antonomasia, de las filas del Partido Popular Cristiano (PPC) –organización política de derecha con mediana presencia en Lima–, ha reafirmado que no será candidata en las elecciones ni del 2011 ni del 2016, excusándose en supuestas responsabilidades personales y académicas. Sin duda, se extrañará su presencia en la campaña electoral, por ser una de las defensoras naturales del modelo neoliberal; ya que, al igual que PPK, Alan García, Alejandro Toledo y Keiko Fujimori, defiende un Estado reducido a su mínima expresión y que ha dejado todo en manos de sector privado. Lourdes Flores, aclama la privatización de todos los sectores, con el mismo fanatismo con el que El Comercio pide la “Estatización hídrica”; es decir, que la administración de los servicios de agua potable debe estar en manos de privados; en resumen, para tomar un vaso de agua debes pagar.

No más regionalización y descentralización, dicen los principales columnistas del grupo El Comercio como: Fernando Rospigllosi (tránsfuga y vocero de Yanacocha), Alan García y Luis Carranza (APRA), Cecilia Chacón (Fujimorismo), Lourdes Flores (PPC), Pedro Pablo Kuczynski (Perú +), Miguel Castilla (Gana Perú) y los tradicionales columnistas de postura reaccionaria. Ellos son dueños de la “verdad”, aunque sus publicaciones estén llenas de mentiras. En su camino a la verdad, persiguen un solo objetivo: Mantener el desgastado modelo neoliberal en el que no hay cabida para la diversidad.

El 08 de junio, Lourdes Flores publica en el monopolio de las comunicaciones (El Comercio) un artículo titulado: “Agenda pendiente de la descentralización”, donde pide al Gobierno Central hacer un alto a la descentralización, porque considera que ha traído corrupción. Ah, miramos los gobiernos regionales, pero no decimos nada sobre los grandes negociados en los ministerios y empresas privadas (las últimas actúan como Pedro en su casa). La gran señora, alcanza 07 propuestas: “Responsabilidad de los partidos políticos en una presencia territorial y promoción de liderazgos políticos regionales y locales, impulso a la tarea de Servir para forjar una administración pública descentralizada, el SNIP a las regiones, auditores regionales directamente dependientes de la contraloría, mucho más obras por impuestos y asociaciones público-privadas, mancomunidades para forjar alianzas hacia verdaderas regiones, Estado moderno”. Si bien son medianamente importantes, pero no garantizarían frenar la corrupción institucionalizada y tampoco podrían mover un ápice de la Constitución del 93 –producto de la mafia fujimontesinista–.

Ahora veamos algunos peros a la propuesta de Lourdes Flores: Los políticos nacionales han perdido presencia territorial en nuestro país y al interior se mueven con serios escándalos de corrupción (compra de cupos y otros); el PPC de Lourdes Flores, no tiene presencia en las regiones; la ley Servir no garantiza una gestión eficiente (El APRA la implantó para boicotear la gestión y mantener presencia institucional); el SNIP funciona como un sistema de condicionamiento a los gobiernos subnacionales; auditores “independientes” que obedecen a grupos de poder económico les resta imparcialidad; obras por impuestos y asociaciones públicas privadas, esto no es posible cuando varias empresas privadas tienen el aval del gobierno central para paralelizar gestiones locales y regionales ( Caso Yanacocha); ya hay avances sobre las mancomunidades; y la propuesta de un Estado moderno, tiene que partir por fortalecimiento de los equipos de gestión (ética profesional) y dando plena libertad a una fiscalización social y popular. ¿Qué gestión modelo tiene el PPC?


Pero más allá de las propuestas de Lourdes, necesitamos cambiar las leyes caducas y corruptas. Solo una Nueva Constitución, elaborada a través de una Asamblea Constituyente, garantizaría la modernización del Estado y el pleno ejercicio de la democracia participativa. Por ahí, Lourdes no va, porque como decíamos en un inicio es una acérrima defensora del modelo.