Por: Segundo Matta Colunche
Clan Ramírez bajo la lupa |
Camionetas
fujimoristas cargadas de pasquines contra la candidatura de Gregorio Santos,
fueron sorprendidos a las alturas de la ruta Chontapaccha - Porcón.
Paralelamente medios locales difunden audio que pretenden desligar al
fujimorismo de una de las empresas más cuestionadas del Perú: Yanacocha.
En el diario Gestión
(08-09-14), la trasnacional bancaria JB Morgan de Estados Unidos afirma que la
candidatura de Osías Ramírez sería positiva para el proyecto minero Conga,
porque beneficiará a Newmont y Buenaventura. Sin embargo, el posible triunfo de
Gregorio Santos afectaría las inversiones de la trasnacional minera, porque el
líder del MAS ha expresado su rechazo. Nada más claro que el agua: “El
fujimorismo representa al “narcominero” en Cajamarca”.
No es la única
evidencia de los nexos entre el Fujimorismo - Yanacocha. Al inicio de la
gestión de Alberto Fujimori, este entregó las tierras de los cajamarquinos a la
trasnacionales Newmont. Asimismo, al inicio de las exploraciones (1992), se
pagaba precios muy bajos por la compra de tierras de los campesinos y estas
muchas veces eran expropiadas a sus dueños que eran mal informados y hasta engañados.
En 1994, se produce
el retiro del Organismo Francés: La Oficina de Investigaciones Geológicas y Mineras (B.R.G.M.), que originó un
conflicto judicial y que finalmente con ayuda del gobierno peruano se entregó
todas las acciones a Newmont Mining Corporation (51,35 %), la empresa
peruana Compañía de Minas Buenaventura (43,65 %) y la Corporación
Financiera Internacional, organismo dependiente del Banco Mundial (5%). La dupla
Fujimori - Montesinos presionó al vocal Beltrán para que ayudara a Newmont - Buenaventura
a hurtar acciones de la empresa francesa. El ex embajador francés en
Lima, Antoine Blanca manifestó que la mafia fujimontesinista recibió 4 millones
de dólares. Testimonio que se basa en las declaraciones de Rafael Merino, ex
consejero del servicio de inteligencia nacional.
También hay que recordar que, durante las últimas
movilizaciones contra el megaproyecto Conga, fue la bancada fujimorista
encabezada por los cajamarquinos Cecilia Chacón y Joaquín Ramírez quienes
solicitaron el Estado de Emergencia en Cajamarca. El pedido fue secundado por
su correligionaria Martha Hildebrantd, quien de manera reaccionaria dijo: “Que
si Ollanta sacaba las fuerzas armadas a las calles en Cajamarca; ella se
convertiría en humalista”. Lo que llevó a que se declaren dos Estados de
Emergencia que culminó con: el asesinato de 4 hermanos celendinos y un
bambamarquino, más de 75 heridos y más de un centenar de denunciados y
perseguidos, incluido el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos
Guerrero.
Las denuncias de la procuradora Julia Príncipe hechas ante el Ministerio
Público contra el congresista Joaquín Ramírez (Fuerza Popular) por lavado de
activos, y que también ingresará a una Comisión de Investigación en el Congreso
de la República, deja muchas dudas sobre los millones que invierte el clan
Ramírez en la campaña electoral en Cajamarca. El investigador para casos de
narcotráfico, Jaime Antezana en declaraciones a Radio Continente (Cajamarca),
reafirmó que existe un narcocandidato a la Presidencia Regional de Cajamarca:
“Tiene equipos de fútbol, universidades, inmobiliarias y hace campañas
millonarias”. Todo este negro historial quieren taparlo difundiendo audios que
probablemente se haya producido en el mismo vientre Fujimori - Yanacocha para
desvirtuar al electorado cajamarquino. Además, de esta manera tan burda, buscan
salirse de su cercana relación con las mineras y la etiqueta de “narcomineros”.
Para concretar su acostumbrada artimaña: compran espacios mediáticos
para difundir “encuestas” falsas, notas en calidad de publirreportajes, crean y
difunden audios - vídeos en sus medios afines, y, finalmente, distribuyen
panfletos para denigrar candidatura de Gregorio Santos. Como su carnaval de
propuestas demagógicas no ha pegado en electorado y ahora solo les queda la
guerra sucia de la que siempre hacen uso los que ya se sienten perdedores.