sábado, 27 de junio de 2015

El “si” pero “no” de Toledo

Por: segundo Matta Colunche


Alejandro Toledo en Cajamarca.                                   Foto: Eduin Lozano
El ex presidente, Alejandro Toledo en su periplo por Cajamarca no quiso opinar sobre el proyecto minero Conga tampoco de los escándalos de corrupción que involucra a la pareja presidencial.

Ecoteva, conflictos sociales, inseguridad ciudadana, corrupción, medio ambiente, y sistema legal colapsado pasó por agua fría en su visita de Alejandro Toledo a Cajamarca. Como cualquier vocero del poder económico, Toledo reafirmó su posición sobre la continuidad del modelo neoliberal amparado en las inversiones, crecimiento económico, asistencialismo, APEC, y crítica desmesurada a líderes de izquierda, ecologistas y organizaciones sociales. Consideró que la viabilidad de un proyecto minero como Conga tiene que responder a acciones concretas, la que él las llamó, 3 patas de una mesa: Estado fuerte, empresarios y trabajadores.

Vamos por el primero, Estado fuerte: de qué Estado fuerte habla el ex presidente cuando durante su gobierno recapitalizó el descontento de la población, llegando a una desaprobación histórica del 93%, se fortaleció la burocracia y los escándalos de corrupción llegó hasta palacio de gobierno (Almeyda y otros), no se manejó bien los conflictos sociales y en su intento de privatizar EGASA casi medio país se paralizó (Arequipa, Moquegua, Tacna, Puno, Cuzco). En el 2003 se acató una masiva jornada de protesta (30 días) de maestros, trabajadores de salud, agricultores, obreros quienes exigían mejoras salariales. La primera dama Eliane Karp lideraba facciones de gobierno e insultaba sin cesar a quienes expresaban opiniones contrarias al toledismo-estilo Nadine-. Estado fuerte? Para quienes? Los sectores sociales que habían apoyado la imagen de un “cholo fuerte” se revelaron porque consideraron que los había traicionado.

Empresarios, qué clase de empresarios. ¿Los que deciden las políticas de Estado como se evidenció durante su gobierno? ¿Los que exigían a Toledo la privatización de empresas administradoras de energía eléctrica como EGASA, SEMAPA, puertos y carreteras? ¿Los que vulneran los derechos de los trabajadores  y se oponen a reformas laborales? ¿Los que no pagan impuestos como las trasnacionales mineras y que durante su gobierno éstas actuaron impunemente? ¿Aquellos empresarios que se basan en el sistema jurídico actual que viene desde la época de Fujimori (1993) y que Toledo no cambio ninguna coma? Así no señor!

Y finalmente, la tercera pata de la mesa de Toledo: Los trabajadores. En el 2003 todos los sectores laborales acataron un paro nacional indefinido por 30 días exigiendo al régimen mejoras salariales sin tener respuesta afirmativa, la respuesta del ex presidente fue como la todos: Estados de Emergencia en varias regiones del país (pueblos militarizados). El campo necesitaba apoyo y a cambio se les dio programas asistenciales, dejando el sector agrario  y agroindustrial abandonado.

No hemos escuchado propuestas claras de Toledo sobre temas de fondo que permitan cambiar el rumbo de nuestra historia. El Sistema Legal y Administrativo está agotado y no da para más, se necesita reformas claras; la descentralización está en peligro; las actividades extractivas tienen serios problemas sociales, económicos y técnicos; la corrupción institucionalizada, sectores como Educación, Salud, Medio Ambiente, Trabajo y Agricultura necesita atención prioritaria; etc. Los peruanos no necesitamos parches como hizo Toledo durante el quinquenio de su gobierno, se necesita reformas profundas. En Cajamarca hizo mutis sobre Conga porque sabe que la gran mayoría de cajamarquinos rechazan al megaproyecto minero y a empresas irresponsables. “Si pero no de Toledo”.


Ante la crisis de la derecha y sus candidatos, la izquierda como el MAS sigue planteando propuestas para un Nuevo Curso: Nueva Constitución, Proyecto Nacional de Desarrollo, Descentralización real, crecimiento económico con desarrollo, defensa de los recurso estratégicos y lucha frontal contra la corrupción. Solo se hará realidad con un gobierno del pueblo.