domingo, 12 de octubre de 2014

La derecha quiere re-centralizar todo

Por: Segundo Matta Colunche

La derecha peruana se desespera por triunfo de Santos en Cajamarca 
La CONFIEP, SNMPE, CCL, grupo El Comercio y los partidos políticos que representan a la derecha reaccionaria en el país, piden a gritos cambio de las leyes de Descentralización y Regionalización, Ley Electoral y de Partidos Políticos. Echan la culpa a las regiones de su pobre nivel orgánico y pobre formación política e  ideológica.

Cajamarca está en los ojos del Perú y del mundo. El triunfo electoral de Gregorio Santos (por cerca del 50%) fue noticia internacional. Primera vez en la historia es electo presidente regional un ciudadano que se encuentra encarcelado. Su triunfo ha reabierto el debate nacional e internacional. Además de la inviabilidad del proyecto Conga o actividades extractivas en cabeceras de cuenca, la continuidad del Modelo Económico Neoliberal está en discusión.

 

No solo los voceros mediáticos de las mineras y del modelo neoliberal sacaron todo el demonio que tenían dentro contra Cajamarca, sino los principales dirigentes de los partidos políticos de derecha: Alan García (APRA), Keiko Fujimori (Fuerza Popular), Pedro Pablo Kuczynksi (Perú +), Luis Iberico (Alianza Para el Progreso) y hasta Ollanta Humala. Luego de acusaciones mutuas culpándose de ser responsables del triunfo de Santos, llegaron a una misma conclusión: “El Congreso debe aprobar urgente modificatoria de la Ley Electoral y Partidos Políticos”, incluyendo la eliminación de Movimientos Regionales y Locales. En otras palabras, están diciendo quitémosle la palabra a las 24 regiones del país y hagamos solo lo que dice Lima. También dicen: “compren cupos a los partidos sin principios, ni organización e ideología para que tengan presencia nacional”. Todo como en mercado, todo centralizado.

 

¿Cuál es el miedo? La respuesta es simple. En los dos últimos procesos electorales regionales y nacionales, incluido las últimas presidenciales fueron derrotados los partidos tradicionales (derecha). Incluso si hablamos de Ollanta candidato, este ganó con la fuerza mayoritaria de las regiones del país que exclamaban cambios urgentes. La traición de Humala, ya es otra cosa. Los hoy autoproclamados candidatos sienten que el poder se les irá de las manos en el 2016 y que una fuerza progresista y de izquierda dirigida desde las regiones podría cambiar los destinos de nuestro Perú (cambio de Constitución Política a través de una Asamblea Constituyente, Nuevo Proyecto Nacional de Desarrollo, Democracia Participativa, Fortalecimiento de la Descentralización y Regionalización, entre otras) podrían dar un nuevo curso al país.

La derecha siempre discriminó a las regiones, tras algunos intentos de descentralización con el gobierno de Alejandro Toledo; García y Humala quieren exterminarlo. ¿Sus voceros mediáticos conquistarían el Perú profundo tratándoles de “ignorantes y analfabetos”, anti-inversión, anti-desarrollo, anti-todo? ¿Las mineras y el Gobierno Central lograrán licencia social queriendo imponer todo a base de la fuerza, reprimiendo a los campesinos y persiguiendo a sus autoridades y líderes? ¿Qué clase de unidad nacional proponen si quieren re-centralizar todo, dejándolo al pueblo sin voz ni voto? ¿Qué unidad proponen si un congreso deslegitimado quiere aprobar leyes en base a intereses de los grupos de poder económico sin escuchar la voz de las 24 regiones? ¿García, Toledo, Ollanta, Keiko, PPK y los voceros mediáticos tienen moral para hablar de lucha contra la corrupción si sus gobiernos y ministros están embarrados hasta las orejas de actos irregulares en la administración pública y que por contubernio con los poderes del Estado siguen impunes? ¿La derecha quiere que todos los peruanos piensen igual que ellos, quieren que seamos sus cómplices de la debacle de las instituciones y el desarrollo del país? No señores. Como dice Cajamarca: ¡Aquí manda el pueblo!


Cuidado. No generen más descontento nacional. Pueden correr ríos de manifestaciones en todas las regiones. No insulten la inteligencia del pueblo, respeten sus decisiones. Sean democráticos como pregonan, no persigan a quienes piensan diferente. No re-centralicen, puede costarles caro. Cajamarca avanza a construir la Gran Unidad del Pueblo Peruano.