viernes, 6 de marzo de 2015

Evalúan detención preventiva de Gregorio Santos

Sala Penal de Vacaciones de Lima Norte después de la audiencia declara nula la resolución de primera instancia del HABEAS CORPUS y ordena a nuevo juez se vuelva a pronunciar y evalué sobre la detención preventiva de GREGORIO SANTOS.

Esperemos que este juez se pronuncie respetando la constitución y las instancias internacionales.


¡Goyo libertad! ¡Goyo presidente 2016!

Legal y legítima la izquierda latinoamericana

Por: Segundo Matta Colunche

El presidente Ollanta Humala Tasso se ubica en el último lugar del ranking latinoamericano, según estudios de investigación  del diario mexicano “El Economista”.

Varios presidentes latinoamericanos pasan por momentos difíciles. Quienes implementan modelos neoliberales sienten el rechazo de amplios sectores sociales, y quienes asumen posturas progresistas y de izquierda tienen que soportar una arremetida de desprestigio de poderes fácticos, capitalistas y mediáticos globales. Los primeros envueltos en grandes escándalos de corrupción y lobismo trasnacional y los otros fracturados por débil nivel de organización e ideológico.

En Latinoamérica se expande aires nuevos, de cambio, de justicia social y de libertad. La construcción de un Nuevo Gobierno, dependen de que compromiso asumido con los intereses del pueblo sea real y consecuente por parte de quienes asumen responsabilidades administrativas y políticas. Responder con firmeza las expectativas de la mayoría pasa, no solo por legalizar las instancias de gobierno, sino legitimarlas. Evidentes ejemplos son los presidentes más populares de Latinoamérica: 76% de aprobación a Evo Morales (Bolivia); 62%, José Mujica (Uruguay); y, 60%, Rafael Correa (Ecuador). Todos ellos de marcada tendencia izquierdista y con claras posiciones ante el imperio norteamericano y la alicaída Unión Europea.

Luego de la muerte del líder bolivariano Hugo Chávez Frías (ex presidente de Venezuela), quedó en manos de los tres mandatarios y el pueblo la construcción de la Unidad Sudamericana (fortalecer la UNASUR y el ALBA), propuesta que arranca aplausos en las grandes mayorías, pero resistencia en los poderosos que son digitados desde la Casa Blanca.

En Bolivia, Morales va por su tercer periodo al frente del gobierno de su país, con legítimo respaldo popular (76%), Correa concretiza su segundo periodo (60%) y Mujica culmina su mandato con un amplio respaldo de su pueblo (62%). La despedida de “Pepe” generó tristezas y lágrimas: “Pobres no son los que tienen poco. Son los que quieren mucho. Yo no vivo con pobreza, vivo con austeridad, con renunciamiento. Preciso poco para vivir”. Pepe, llegó pobre y pobre se fue.

No son los únicos con respaldo importante, sigue Michelle Bachelet (44%), Cristina Fernández (35%), también con tendencia progresista. Los menos populares son: Nicolás Maduro (Venezuela, 23%); y Ollanta Humala (Perú, 22%). El sucesor de Chávez enfrenta una conspiración internacional manejado directamente desde la CIA, siniestra institución del gobierno norteamericano y sus aliados. En cambio Ollanta Humala, sufre el revés popular por abandonar sus propuestas y aliarse con el capital. En los amplios sectores sociales consideran que los ha traicionado, mientras que en la derecha reaccionaria no le es confiable, por lo tanto ya no lo necesitan.

Los momentos de crisis que pasa el neoliberalismo pueden ser favorables para consolidar las fuerzas progresistas y de izquierda en la región, incluido Perú. La derecha peruana no sólo se ha deslegitimado sino que en muchos casos su actuar es ilegal.

Por otro lado, tenemos un Frente Amplio con organizaciones democráticas, patrióticas, nacionalistas, izquierdistas e independientes, que debería ser el punto de encuentro de: El Movimiento de Afirmación Social – MAS (organización que ha lanzado como candidato a la Presidencia  de la República, a Gregorio Santos Guerrero), Tierra y Libertad de Marco Arana Zegarra, Fuerza Social de la ex alcaldesa de Lima, Susana Villarán, Ciudadanos por el Cambio, y otros líderes que buscan la unidad para competir en abril del 2016.


Más allá de nombres, consideramos que el fraccionamiento llevaría a su enésima derrota de la izquierda peruana. Los acuerdos de cúpulas tampoco sería la alternativa. La Gran Unidad pasa por llevar a cabo unas elecciones internas y democráticas que nos lleven a consolidar una propuesta de cambio para el país. Esperamos que el Perú también se sume a la auténtica integración Latinoamericana.