Por: Segundo Matta Colunche
Chávez vive en el corazón del pueblo |
En
un proceso de participación democrática, el 74.25% de venezolanos concurrieron
a las urnas a emitir su voto para elegir a representantes de la Asamblea
Nacional. De las 167 curules la
autodenominada Unidad Democrática obtiene 99 y el Partido Socialista Unido de
Venezuela alcanzó 46. Falta por adjudicar a 22 diputados. La derecha
reaccionaria inicia una campaña contrarrevolucionaria para terminar con el
régimen socialista.
Parafraseando al gran
Napoleón Bonaparte en sus sueños por conquistar Europa, valientemente afirmaba cuando
las luchas les era adversa “…habré
perdido una batalla pero no la guerra”. Indudablemente para logra grandes
cambios habrá que vencer varias batallas. En esa dirección la lucha por la justicia social latinoamericana
continúa.
En Venezuela ha
triunfado relativamente el poder económico y mediático internacional. La guerra
impúdica declarada desde los sectores reaccionarios del mundo. La campaña de
desinformación internacional fue marcada por los dueños y voceros de la derecha
radical. No fue sorpresa desfilar en Venezuela los expresidentes: Alejandro
Toledo (Perú), Jorge Quiroga (Bolivia), Andrés Pastrana (Colombia) y Luis
Alberto LaCalle (Uruguay). Hasta nuestro Premio Nobel, Mario Vargas Llosa con
su ímpetu “democrático” se animó a cuestionar la revolución del pueblo.
Durante 17 años,
Venezuela ha vivido acciones de lucha permanente. Algunos triunfos y derrotas
como es normal en todo proceso revolucionario. Sin embargo, no ha cesado en sus
sueños por construir una Patria nueva, diferente y, con justicia social. Las
aspiraciones de Hugo Chávez por la unidad sudamericana estarán siempre en el
corazón del pueblo revolucionario. Chávez es del pueblo, Chávez vive en el
corazón de él.
La derecha afirma que
Venezuela se cae a pedazos y que la revolución bolivariana empeoró la situación
económica del país. La inflación y la pobreza son alarmantes. Los medios
capitalistas nunca dijeron nada que el país llanero está libre de
analfabetismo, el 96% de la población adulta sabe leer y escribir, la mujer
tiene el 60% de participación en los consejos comunales, la esperanza de vida
aumento a 74.3 años, la desnutrición crónica es de 2.9%, y se redujo la pobreza
en 50% durante la revolución (9.8%).
Esta es la Venezuela Chávez. “Es el país de la región
que más ha luchado contra la desigualdad. El coeficiente Gini en 1998 era de
0.486 y en el 2013 llegó a 0.398, el más bajo de América Latina, cifra que lo
sitúa como el país menos desigual entre los países de la región (INE), debido
al mejoramiento de la distribución de los ingresos en beneficio de los sectores
más pobres”, cifras que proporciona el Banco Mundial.
La Revolución Bolivariana nunca se alejó de la
propuesta de unidad de los pueblos de la región, de fortalecer los lazos
solidarios comerciales y de defensa de sus territorios. Encaminó grandes
propuestas que hoy son un referente de desarrollo para sus integrantes. Se impulsó
un cambio en la correlación de fuerzas en el continente, apoyando a los
gobiernos progresistas antiimperialistas e independientes de las políticas del
Fondo Monetario Internacional. El nacimiento de la CELAC, ALBA, Petrosur,
PetroCaribe, Unasur, el nuevo Mercosur, el Banco del Sur, plantean un nuevo
modelo sustentado en la complementariedad, cooperación y solidaridad, permitiendo
el desarrollo económico sin menoscabo del progreso social en América Latina y
el Caribe, a pesar de los embates de la crisis financiera mundial. Así queremos
a nuestra América: “Unida y libre”.
Para los que soñamos en la gran unidad del pueblo
latinoamericano no se pierde las esperanza que algún día “los pueblos uníos
avanzarán a consolidar la justicia social”. En Venezuela no ha perdido la
izquierda, ha sido un revés eventual del gobierno, ha triunfado la democracia.
Probablemente hayan errores como en todo proceso revolucionario, pero, más
tarde que nunca la voz de la libertad habrá alcanzado el sentimiento auténtico
de una Venezuela y una América del
pueblo.
Raúl Castro (Cuba), Evo Morales (Bolivia), Rafael
Correa (Ecuador), Daniel Ortega (Nicaragua) y Tabaré Vásquez (Uruguay) se
pronunciaron a favor de la democracia bolivariana. Los líderes izquierdistas no
dejaron parte para la duda que en los próximos años se recuperará los espacios
perdidos en el último proceso electoral. Auguramos éxitos y fuerza al
presidente Nicolás Maduro; al Partido del pueblo y a sus militantes y
simpatizantes. Desde Cajamarca estamos atentos a los procesos revolucionarios.
Admiramos la lucha incesante y resistencia de un pueblo soñador. Fue dura la
pérdida de Chávez, es también dura las limitantes para consolidar la justicia
social: la revolución.