jueves, 26 de agosto de 2021

Puede ser esperanza perdida

Por: Segundo Matta C.

Presidente del Perú, Pedro Castillo y presidente del partido Perú Libre, Vladimir Cerrón.

Las constantes contradicciones entre dirigentes del partido Perú Libre y funcionarios del gobierno que lidera Pedro Castillo podría terminar en una esperanza perdida más. Por un lado, Vladimir Cerrón dirigente fundador y presidente del partido de gobierno plantea llevar adelante reformas propuestas en campaña política: Nueva Constitución, descentralización, apartarse del Grupo de Lima, nacionalización de empresas estratégicas, reformas en la administración pública, renegociación con empresas mineras y petroleras, etc. Sin embargo, varios funcionarios elegidos por el presidente Pedro Castillo parecen orientar la gestión a la continuidad del modelo neoliberal. Según declaraciones del ex canciller Héctor Béjar, el premier Guido Bellido, le habría solicitado su renuncia al Ministerio de Relaciones Exteriores por el sólo hecho de haber tenido opiniones contrarias a la historia mal contada por la Marina de Guerra del Perú sobre atentados terroristas”. O las versiones de Pedro Frankle “no habrá control de precios en el mercado peruano”, es decir, los combustibles, artículos de primera necesidad, el dólar, servicios y otros pueden seguir subiendo mientras el gobierno se cruza de brazos. 


Los medios nacionales difundieron declaraciones de Héctor Béjar sobre la presencia del terrorismo en Perú: “el terrorismo en el Perú lo inició la Marina, y eso se puede demostrar históricamente; han sido entrenados para eso por la CIA”. Expresiones que generó rechazo en la élite de la Marina de Guerra del Perú. Béjar es un destacado investigador y maestro universitario, por tanto, sus afirmaciones tienen sustento teórico-científico. “Estoy convencido de dos cosas, [aunque] no puedo demostrarlo. La primera, Sendero [Luminoso] ha sido en gran parte obra de la CIA y de los servicios de inteligencia. Y dos, gran parte de las operaciones de división de la izquierda tienen algo que ver con los servicios de inteligencia enemigos”. Los sectores reaccionarios acostumbrados a negar todo iniciaron una cacería de brujas hasta lograr la destitución del canciller peruano. Es una gran pérdida para los procesos de cambio que ensaya el nuevo gobierno con respecto a la política internacional. 

La derecha no se quedó allí. Ahora promueve la salida de los ministros de: Transportes y Comunicaciones, Trabajo, De la Mujer, Interior y Defensa. La derecha negocia la permanencia por unos cuantos meses del premier Bellido, sin embargo, la salida de 4 ministros es innegociable. Está clara su estrategia, separar al presidente Pedro Castillo de su partido y a Guido Bellido de su equipo ministerial. Divorciados del partido y de sus aliados, es más fácil lograr la vacancia presidencial.

Mientras los intentos de sabotaje recorren los principales poderes del estado, la derecha genera un ambiente de incertidumbre en la política peruana. Promueven marchas, conferencias, movilizaciones, alianzas y una sostenida campaña mediática para deslegitimar al gobierno. No es casual que Jorge del Castillo (APRA), Lourdes Flores (Unidad Nacional y PPC) y Juan Sheput (ex toledista y hoy Alianza Para el Progreso) promuevan la vacancia presidencial. Sus conferencias y movilizaciones en Lima, Ica, Chiclayo y Arequipa orientaron hacia una vacancia presidencial.

El presidente de Perú Libre, Vladimir Cerrón advierte que “defraudar las expectativas del pueblo sería hacer de este gobierno un segundo humalismo, continuando políticas neoliberales o incorporando a exministro de Justicia que ha empezado un sabotaje al premier anhelando ese puesto y dispuesto a conciliar lo que sea”. La derecha tiene planificado dos caminos: 1) Deslegitimar al presidente Pedro Castillo y vacarlo, para ello, promueve una fuerte campaña para desligar al gobierno del partido y, 2) Presionar para que el nuevo gobierno renuncie a sus propuestas de campaña, para concretizarlo, infiltrarán en todas las carteras ministeriales a funcionarios que detengan las reformas del Estado. 

Los demócratas debemos ser claros. La sostenibilidad del gobierno será producto de la unidad Gobierno-Partido-Pueblo. Cualquier desliz traería consecuencias lamentables en los procesos de cambio.