Por Segundo Matta Colunche
Las protestas de medio oriente, Europa y América responden a
fundamentos científicos que a algunos “ilustrados” analistas les da escalofríos
tocarlos: fracaso del modelo neoliberal como dice Noam Chomsky. Aplaudir y
festejar el crecimiento sin desarrollo. No quiere aceptar por soberbia que las desigualdades
provocan crisis política-social.
Desde el escritorio destacan voces para aprobar o discutir
leyes sin participación del involucrado; se ignora la contribución de las organizaciones
sociales, sindicales y populares; creen ser dueños absolutos de la verdad y piensan
que todo se hace desde arriba. Todo bajo el conocido: “publíquese y cúmplase”.
La sistemática movilización de trabajadores estatales y
estudiantes universitarios en nuestro país expresa la crisis de la democracia
representativa, la miopía extrema del gobernante al momento de discutir leyes o
normas; se niega la realidad como si estuviéramos en tiempos del boom económico-social
y, sin mirar abajo se ataca la institucionalidad de la democracia participativa,
se hace trizas de la diversidad y se somete al absolutismo y subjetivismo.
¿Qué hacer? Hacer lo que exige y reclama el pueblo. Mayor
debate en los proyectos de Ley. No hay democracia si no se consulta al pueblo directamente
involucrado, no hay democracia cuando se aprueba y se promulga al “caballazo” leyes
como la del Servicio Civil o cuando se discute en 4 paredes la llamada “Reforma
Universitaria”. Las reformas son necesarias en todos los sectores en busca de
un servicio de calidad, pero sin imposiciones. Cuando ésta sucede no queda otra
cosa que acompañar a nuestro pueblo en sus justas reivindicaciones sociales. La
información sirve antes de la aprobación y promulgación de una Ley, no sirve
que el presidente Humala se rasgue las vestiduras diciendo que se necesita
mayor difusión, no. Ya no sirve. La ley nació muerta al igual que la Ley de
Carrera Pública Magisterial. Si continúa el asalto a la democracia tendremos
más leyes sumadas a las 400 que existen ahora. Reformas sí, pero democráticas.