miércoles, 3 de diciembre de 2014

¡Unos callan, el Pueblo habla!

Por: Segundo Matta Colunche

Lima. Marcha nacional por la libertad de Gregorio Santos
La lucha del pueblo por lograr su libertad sigue firme. Desde el 26 de noviembre al 01 de diciembre un mar humano recorrió los pueblos del norte peruano, rumbo a la ciudad de Lima.

Siendo las 18 horas (6pm), del día miércoles 26 de noviembre delegaciones de cajamarquinos se concentraron en el Arco del Triunfo (Cajamarca). Con la mochila al hombro y portando sus frazadas, se disponían a recorrer las calles de Cajamarca, para luego emprender el largo viaje a la ciudad de Lima. La jornada estuvo dirigida por el vicepresidente electo, Porfirio Medina Vásquez; la Sra. Bertha Guerrero (madre de Gregorio Santos); e, Idelso Hernández Llamo (Presidente de la Central Única de Rondas Campesina del Perú-CUNARP).

Fueron seis días (144 horas), lo que duró el viaje a la ciudad capital. En su paso por los diferentes pueblos de las regiones de Cajamarca, Lambayeque, La Libertad, Ancash y Lima recibieron adhesiones de simpatía y solidaridad de los campesinos y organizaciones sociales. Las banderas verdes y blancas que portaban los manifestantes expresaban el sentir de los pueblos de Cajamarca por lograr la justicia y la libertad. “Nuestra lucha es justa y nada nos asustan”, decían algunos lugares donde la policía intentaba frenar la marcha popular.

La marcha social y popular tenían varios reclamos en agenda: 1) Respeto a la descentralización y regionalización, 2) Alto a los recortes presupuestales de los gobiernos sub-nacionales, 3) Defensa del agua y lucha contra la contaminación ambiental, 4) Lucha contra la corrupción en los diferentes estamentos de gobierno, y 5) Libertad de Gregorio Santos, líder de izquierda injustamente detenido. En pueblos como Chiclayo, Trujillo, Chimbote, Casma, Ancón y Lima se realizaron importantes movilizaciones. Las banderas verdes de Cajamarca flameaban cuál viento que sopla la venganza de los grupos de poder económico.

Cajamarca hizo escuchar una vez más su voz. Quienes cerraron sus micrófonos y pantallas de televisión no esperaron tiempo para arremeter una vez más contra los pueblos que exclaman justicia. También hubo una cobertura importante que dieron los medios de provincias, pero mínima los medios nacionales aliados de la concentración mediática y el gran capital. Pero mientras ellos callaron, el pueblo hizo sentir su voz en las calles.

Mención aparte merece la presencia de autoridades electas el último proceso electoral. Los alcaldes electos: Eddy Benavidez (Hualgayoc-Bambamarca), Jorge Urquía (Celendín), Percy Chágua (Junín) y José Gaspar (Cañaris-Lambayeque); además los consejeros regionales de Cajamarca y otras regiones. También se contó con la presencia de líderes políticos y sociales como: Jorge Rimarachín (Congresista), Walter Adyuviri (Puno), Zenón Cuevas (Moquegua), Rolando Breña, Nilver López, Olmedo Auris, César Barrera y otros (Lima), Federico García (cineasta), Margot Palomino (artista), dirigentes sociales y sindicales de diferentes partes del Perú, quienes dieron un gran nivel a jornada de lucha.

El paso de la marcha por las calles de Lima, en donde se concentra la alta burguesía pero también pobladores con mayores necesidades, fue recibido con simpatía la presencia de manifestantes. ¡Aquí manda el pueblo, Goyo libertad! Fue la frase que más respuesta tenía de la multitud. Ya en la plaza Universitaria, los líderes políticos que estuvieron a cargo la alocución coincidieron que es urgente la necesidad de construir una alternativa política que participe con creces en las elecciones generales del 2016. Todos cuestionaron al modelo económico neoliberal (extractivismo minero) y propusieron trabajar fuerte desde las bases para poner en agenda un Nuevo Proyecto Nacional de Desarrollo, bajo leyes de Una Nueva Constitución Política del Estado.


Gracias hermanos de todo el país. Las muestras de solidaridad con el compañero Gregorio Santos es una expresión de principios por hacer que la Gran Transformación no solo sea lírica sino real. Una vez más las calles hablaron, mientras los medios de la gran concentración mediática callaron vergonzosamente.