Universidad Nacional de #Cajamarca, Alma Máter de la educación regional |
Hoy,
en horas de la mañana manos extrañas prendieron fuego a auditórium de Ciencias
Contables y Administrativas de la Universidad Nacional de Cajamarca. Actitudes delincuenciales
que merecen el rechazo contundente de los cajamarquinos.
Atrás quedaron el
debate de ideas - científico y profesional-, los trascendentales claustros académicos,
la generación de proyectos de desarrollo, la elaboración de planes y programas
sociales. El Centro de Investigación Científica está en los ojos de la tormenta.
Quienes somos parte
de la Universidad nos sentimos consternados por lo sucedido. La UNC es la institución
que debe promover a los mejores profesionales de la región, los que asumen
responsabilidades para cerrar las brechas sociales históricas, los que
conducirán los destinos de la región y el país, y los que estamos llamados a construir una
nueva sociedad. Tenemos la obligación moral de defenderla y luchar por la consolidación
democrática institucional.
La “lucha por el
poder” ha llevado a algunas personas a expresar su frustración y la maquiavélica
estrategia de manchar la imagen de nuestra primera casa superior de estudios.
El anarquismo
disfrazado de “democrático-tecnocrático” quiere destruir la imagen ganada por
muchos años, no han alcanzado a empoderar su pensamiento violentista y optan
por lo más condenable –actos delincuenciales-. Esto tiene que terminar.
Hacemos un llamado a
las autoridades, estudiantes y a quienes administran justicia, a profundizar las
investigaciones y determinar responsabilidades. Los resulten autores de estos hechos
execrables deben pagar con todo el peso de la ley.
Todos estamos
llamados a defender la institucionalidad de la Universidad Nacional de
Cajamarca y protegerla contra aventureros que quieren sembrar el caos.
Las autoridades no
solo deben someterse a las disposiciones legales, sino que, su representada
debe ser legítima. Su actuar debe estar enmarcado en posturas democráticas -respeto
a la diversidad-. Las ideas divergentes incumben servir para alcanzar los más
altos niveles éticos, académicos y profesionales. Sólo así cambiaremos el rumbo
de nuestra historia.