Por: Segundo Matta C.
iUnidad, unidad, unidad! |
La historia ha demostrado que sólo la unidad vencerá al
enemigo. Al dividirnos somos presa fácil de las derrotas. Los tiempos actuales
requieren líderes que busquen consensos en medio de las adversidades. Líderes
que rompan fronteras para evitar un mayor número de bajas. Líderes que generen
alianzas para salir con el menor número de ilesos. La vida es un derecho
inalienable, defenderla hasta el final es cuestión de dignidad. Sin embargo, en
la región Cajamarca parece que el tema de la unidad suena a discursos
mediáticos que provienen de protagonismos individuales.
Aquí se enfrenta la pandemia de la COVID-19 cada uno por su lado. Tenemos un gobernador regional que
confronta con todos: congresistas, alcaldes, consejeros, organizaciones sociales
y periodistas. Autoridades locales se enfrentan permanentemente con líderes
sociales (intentan paralizar y/o desaparecerlos). Es irresponsable culpar a la
sociedad civil de la debilidad del Estado. Es vergonzoso escuchar a
funcionarios atacar a la oposición por errores suyos. No hay autocrítica.
La clase política local saca lustre de lo que más puede
hacer: soberbia, prepotencia, autoritarismo, pedantería e ineficiencia. Generar
consensos para lograr la gobernabilidad está muy lejos. Cada quien hace lo que
puede. Mientras en varias regiones del país los gobernadores han liderado
procesos de coordinación local (reuniones virtuales permanentes), en Cajamarca
la autoridad regional buscó congratularse méritos ajenos sin que se haya
reunido con los 127 alcaldes distritales y provinciales, organizaciones
sociales, colegios profesionales, periodistas y empresas privadas. Sin quitarles
méritos a algunas autoridades locales y regionales, las Rondas Campesinas y
Urbanas se convirtieron en “Guardianes
de la Salud”. Disciplinadamente la organización campesina asumió el cerco
comunal, distrital, provincial y regional hasta el pasado 30 de junio fecha
final del confinamiento decretado por el Gobierno Central. Empero, la mezquindad
salió a lustre para desvirtuar trascendental papel del movimiento campesino.
Divididos en el discurso. La autoridad regional comunicó
triunfalismos al presidente de la República Martín Vizcarra lo que obligó a la
autoridad nacional liberar de la cuarentena a nuestra región. Sin mirar los
últimos resultados salimos del mapa de emergencia como si las cosas en
Cajamarca estuvieran controladas. En última entrevista que sostuviera el
alcalde provincial de Cajamarca, Andrés Villar Narro al programa Ampliación de
Sucesos de Radio Ilucán reveló cifras preocupantes que exige darle continuidad
al confinamiento regional: “del 15 al 29 de junio, el número de
infectados por la COVID-19 en la región Cajamarca aumentó en 65%, mientras que,
las personas que lamentablemente fallecieron se incrementó en 82%”. Las
cifras presentadas están en función a las pruebas rápidas realizadas en la
región entendiendo que aún siguen siendo mínimas en comparación a la población
regional. Pero eso no es todo, 10 personas fallecieron el último fin de semana
en Cajamarca sin que algunos de ellos llegaran a camas UCI por el colapso del
hospital COVID-19 “Simón Bolívar”. El discurso mediático fantasioso está lejos
de una Comunicación Política profesional.
No se supo afrontar los viajes humanitarios, se nombró a
directores de hospitales, DISAS y redes de salud seriamente cuestionados, contradicciones
en funcionarios de salud para deslindar responsabilidades sobre la compra
irregular de 60 mil pruebas rápidas generó más dudas e incertidumbre sobre la
transparencia en los procesos, etc.
Divididos en medio de la pandemia. No hay capacidad de enmienda.
No se quiere bajar al llano. Voces sin consenso afrontan la nueva etapa de la
crisis sanitaria. Con un estado débil y liderazgos débiles la respuesta a la
crisis también será débil.
Reflexionemos. Dejemos atrás confrontaciones políticas y
generemos una apertura mayor sin exclusiones. La vida de las personas está por
encima de intereses particulares y de grupo. Es momento de la unidad, del
consenso, de la solidaridad, de la concertación, del diálogo, de la crítica y
autocrítica, del sinceramiento, de la unidad de las partes para lograr un todo.
Allí estaremos.