De
mi especial consideración.
Un
abrazo a los hombres y mujeres de la Nación.
Soy
presidente regional de Cajamarca por mandato popular. He jurado continuar la
lucha por una regionalización democrática, patriótica, con justicia social, que
fortalezca la unidad de la patria, recupere competencias y profundice el
proceso de descentralización con visión estratégica, productiva e integradora.
La regionalización no es regalo de gobierno alguno, es una conquista de los pueblos
por democratizar la economía, la política, el Estado y el poder, para que las
rentas que se generan en las regiones se distribuyan con justicia y no por la
fuerza e interés de la clase política dominante.
Apoyamos
la elección del Presidente Humala porque se comprometió a gobernar de la mano
con las regiones y municipios, prometió que seríamos partícipes del programa de
la “Gran Transformación” (GT) para recuperar la soberanía de nuestros recursos
naturales, porque con él terminarían los
privilegios a las transnacionales. Nos dijo que la honestidad haría la
diferencia enfrentando a la corrupción y la mafia, que las regiones tendríamos
un verdadero canon y los impuestos a las sobre ganancias mineras serían una
realidad.
Ha
sido suficiente el conflicto “Conga”, -proyecto de expansión de MY (Newmont-Benavides – BM)- para comprender la
fragilidad de los principios y la magnitud de renuncia a los ideales. En menos
de un año, el gobierno le ha dicho al pueblo peruano que la “GT es inviable,
que nada de globos de ensayo, que se quiere un Estado pragmático, pequeño y
ágil”, evidenciando la esencia del “nuevo” programa: el continuismo neoliberal,
signado por el centralismo y expansión irracional de las actividades
extractivas, sometimiento a los mandatos del FMI y BM. Es decir hacer más de lo
mismo, donde los compromisos con las transnacionales serán cumplidos, mas no
los compromisos con el pueblo.
Los
que perdieron las elecciones y han copado el gobierno, -como la CONFIEP y sus
socios- respiran tranquilos seguros que se mantendrá el status quo con una legislación
ambiental, minera y con políticas de concesiones favorables a las grandes
transnacionales, mientras nuestras comunidades y sus poblaciones están
desprotegidas, y los alcaldes y gobiernos regionales están excluidos porque todo
se decide en las cómodas oficinas de Lima.
La
resistencia de los cajamarquinos ha puesto al descubierto que los Estudios de
Impacto Ambiental (EIAs) son documentos formales cuya sostenibilidad técnica es
cuestionable, que el accionar de la empresas originan conflictos sociales, que
no abordados oportunamente y en forma adecuada originan protestas sociales como
las que está sucediendo en la región y el país. En este escenario, la causa
fundamental de este problema nacional es la Constitución de 1993, hecha y
aprobada con fraude a la medida del gran capital y que el Presidente Humala
ofreció cambiar.
Conciudadanos, cumplir mi palabra,
ser coherente con la propuesta de gobierno regional, reclamar se reivindique la
ética para la política y ponerme al frente de mi región para defender el
derecho al agua, proteger las cabeceras de cuenca, demandar transparencia a la
inversión privada, pedir que el presidente honre su palabra, y que las
instituciones del Estado se fortalezcan y sean independientes del poder
económico, me ha costado una decena de juicios, bloqueo de cuentas del gobierno
regional, hostigamiento e intervención de la Contraloría General de la
República, imposición de la policía y fiscalía anticorrupción, que han tomado
el Gobierno Regional de Cajamarca con celeridad inusual, evidencian que su
objetivo ya no es técnico, ni de acompañamiento para apoyar y transparentar la
gestión; su objetivo es político, de amedrentamiento para justificar la
denuncia infundada adelantando juicios de que Gobierno Regional financió las
protestas y que sigue financiando la resistencia de un pueblo que ha decidido
decirle no a la expansión minera irracional e irresponsable de la empresa
norteamericana Newmont, demostrada en los últimos 18 años de operaciones en
Cajamarca.
Por
tanto nos ratificamos en nuestra solicitud: que el presidente de la República y
el Congreso elegido con el programa de la Gran Transformación honren su
palabra, convoquen a la ASAMBLEA CONSTITUYENTE para que desde
el Perú profundo se recoja el interés nacional y se elabore la NUEVA
CARTA MAGNA para salvar la dignidad de la patria, y construir un Perú para los
peruanos, con gobernabilidad, paz y justicia social. Pedimos que se resuelva el
conflicto Conga declarando inviable al proyecto de la empresa Newmont, que no
cuenta con licencia social, ni ambiental, pues su persistencia ha puesto en
peligro la gobernabilidad de la región.
Denunciamos ante el Perú y
organismos nacionales e internacionales de derechos humanos que, somos objeto
de guerra sucia y persecución política al propio estilo Fujimori y Montesinos,
que no callaremos jamás. La derecha y las transnacionales con la fuerza económica
y política que el capital les otorga, se han propuesto aplastarnos cerrando el
debate para imponer los proyectos mineros más sucios del mundo: Conga y la
ampliación de otros, siguiendo al pie de la letra las órdenes de los
inspiradores de programa económico neoliberal. Exigirle al presidente Humala
que honre su palabra, ponga en vigencia la Constitución de 1979 y convoque a
una Asamblea Constituyente no es insurgencia, es ejercicio ciudadano; la
derecha, la Confiep y sus operadores cierran filas para defender su
constitución del 93, presionan a los poderes del estado;
el Congreso presiona al Fiscal de la Nación para que nos procese por apología a
la insurgencia, rebeldía y otros delitos, igual ocurre con el encargado
de la Defensoría del Pueblo, el TC los cuales han terminado cediendo; estamos
ante la confirmación de un régimen minero - autoritario que ha iniciado una
persecución política contra los opositores al modelo, y resuelve los conflictos
con métodos represivos que de seguro profundizarán la polarización del país.
Convocamos a las organizaciones
sociales, sindicales y populares; a las fuerzas patrióticas progresistas y de
izquierda a organizarnos para recuperar la Gran Transformación, reconquistar la
democracia y los derechos sociales y políticos, construyendo para ello la
unidad más amplia que nos permita
generar confianza en el pueblo peruano y lograr cambios estructurales que desde
hace décadas la patria reclama.
GREGORIO SANTOS
GUERRERO
PRESIDENTE
REGIONAL DE CAJAMARCA
DNI 27745461