domingo, 16 de marzo de 2014

Humala pierde apoyo del pueblo y la derecha

Por: Segundo Matta Colunche

Ollanta Humala en sus trece
En las elecciones de 2006 y 2011, Ollanta Humala Tasso, pasó a la segunda vuelta electoral tras obtener más del 30% de votos válidos. En la primera fue derrotado por Alan García y en el 2011 logra la presidencia frente a Keiko Fujimori.

El 29 de octubre del 2000, los hermanos Humala Tasso (Ollanta y Antauro) lideraron el Levantamiento de Locumba, el mismo día que el asesor de Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos Torres, se fugaba del país en el velero “Karisma” rumbo a Panamá y luego a Venezuela. La acción rebelde permitió a los Humala liderar la oposición al gobierno de Fujimori, Toledo y García; con el respaldo de sectores de izquierda, progresistas, independientes y organizaciones sociales.

En octubre de 2005, Ollanta Humala, lidera el Partido Nacionalista Peruano y anuncia su candidatura a la presidencia de la República, sin embargo, al no lograr su inscripción ante el Jurado Nacional de Elecciones, se presenta por la alianza Unión por el Perú. En la primera vuelta de las elecciones generales del 2006 obtiene el 30.616% de votos válidos, seguido de Alan García (APRA) que llegó a 24.324%; ambos fueron a segunda vuelta, siendo derrotado el primero por el candidato reaccionario del slogan “cambio responsable” que luego se convirtió en privatizador, represor y antidemocrático (33 hermanos asesinados en Bagua; privatizaciones de lotes petroleros en la costa, selva y mar; aprobó DS que entregaba bosques de la Amazonía a las trasnacionales, promulgó al caballazo la ilegítima Ley de Carrera Pública Magisterial, y otras sin respaldo del pueblo). Ollanta seguía siendo el “opositor popular”.

En las elecciones de 2011, nuevamente logra pasar a segunda vuelta con la hija del condenado Alberto Fujimori, Keiko Fujimori. En Cajamarca triunfa en la primera vuelta el fujimontesinismo, pero en la segunda vuelta electoral con el respaldo del pueblo organizado y la principal organización política de izquierda, el Movimiento de Afirmación Social (MAS), logra obtener el 51.156% votos válidos, frente al 48.844% de los fujimoristas. Los amplios sectores del pueblo peruano festejaron el triunfo del candidato nacionalista. Recibió el respaldo no sólo de los sectores de izquierda y organizaciones populares, sino de la intelectualidad progresista, autoridades locales y regionales. El pueblo esperaba los grandes cambios (reformas) en los diferentes sectores bajo una Nueva Constitución y un Proyecto Nacional de Desarrollo.

Las expectativas no duraron más de 3 meses, aunque para sectores importantes de la intelectualidad éstas se esfumaron luego del nombramiento del primer gabinete ministerial, al designar al viceministro aprista Luis Castilla, como ministro de Economía. Estalló el conflicto Conga, Humala ya aliado con el poder económico, dio la espalda a Cajamarca, al anunciar la viabilidad del proyecto minero pese a la oposición de amplios sectores de la región. Las protestas heroicas de Cajamarca tumbaron 2 gabinetes ministeriales  (Lerner y Valdés). La respuesta del gobierno fue la más represiva de los últimos tiempos (5 hermanos cajamarquinos asesinados, 75 heridos y más de 150 campesinos, líderes sociales y autoridades regionales y locales procesadas).

Humala se alejó del pueblo y a través de su vocera, Nadine Heredia, se alió a la derecha y a los grupos de poder económico. Bajo directivas de la Confiep, emitió decretos antidemocráticos, como la criminalización de las protestas, Ley de Servicio Civil, Servicio Militar Obligatorio, leyes anti-descentralización (recorte de presupuestos a gobiernos locales y regionales), etc.


La derecha utilizó estrategias para aislar a Humala del Pueblo, ahora que no le genera confianza también le quita el respaldo. No es casual la negativa de confianza al Gabinete Cornejo. Humala ya no tiene el respaldo de la derecha y tampoco del pueblo. La traición tiene su costo.