Por Segundo Matta Colunche
Si analizamos las
asignaciones presupuestales para actividades y proyectos del gobierno regional
Cajamarca, asignadas a la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo
(DIRCETUR), afirmamos que Cajamarca es la única región en el país que ha sido
marginada, y por tanto limitada en su capacidad para operar y brindar servicios
de promoción a la actividad turística.
El ministro de
Turismo y Comercio Exterior, José Luis Silva Martinot, miente al indicar que su
sector está haciendo esfuerzos para sacar adelante el turismo regional, cuando
el presupuesto destinado para turismo en Cajamarca es tan irrisorio que representa
sólo el 0,08% de todo lo asignado a los gobiernos regionales, es decir de 104
millones 828 mil 302 nuevos soles, a Cajamarca se le destina 863,814 nuevos
soles.
Si miramos las
asignaciones presupuestales para garantizar una efectiva descentralización de
la gestión del Estado en materia de turismo, el gobierno nacional tiene como
política marginar a las regiones en su papel de articulador y principal
promotor del turismo.
En la página amigable
del MEF se presentan los presupuestos en gasto corriente de las Direcciones Regionales
de Comercio Exterior y Turismo (DIRCETUR), en toda su capacidad operativa a
excepción del Cusco, se observa que todas las direcciones regionales tienen un
presupuesto inferior al millón de soles, sin embargo el MINCETUR a cargo de
Silva Martinot maneja 271 millones.
Entonces la
respuesta cae por sí sola, el principal responsable de la política y los
indicadores del sector es el MINCETUR, entonces es irresponsable tirar la
pelota a los gobiernos regionales y locales del performance del sector y su
aporte a la economía nacional.
En lo que respecta
sólo a proyectos, los gobiernos regionales y locales tienen previsto invertir
montos superiores al MINCETUR, cuyas unidades ejecutoras como el Plan COPESCO,
tiene financiamiento y apoyo técnico internacional. Datos que corroboran la
limitada capacidad de gestión en inversión pública de Silva Martinot.
El centralismo se
puede notar por donde se lo mire. Para actividades en Turismo la distribución
presupuestal es la siguiente: gobiernos locales 9%, gobiernos regionales 6% y
gobierno nacional 86%, cifras a tener en cuenta para un efectivo control social
a este Ministerio.
Estaba escondido
pero ya conocemos en quien recae las responsabilidad del desarrollo del sector.
Se hace necesario que a través de la Asamblea Nacional de Gobierno Regionales
se haga un pronunciamiento respecto a la centralización y denunciar las
limitaciones que tienen los niveles de gobiernos sub nacionales en sus
competencias y funciones para promover de manera real la actividad
turística. Se demuestra una vez más que
las mentiras tienen patas cortas.