lunes, 20 de octubre de 2014

La derecha está que respira por la herida

Por: Segundo Matta Colunche

Nivel de inversión desde los años 2003 al 2014
Pese a múltiples obstáculos del Gobierno Central, a través del Ministerio de Economía  Finanzas (MEF) que limita una inversión pública eficiente y eficaz, el Gobierno Regional Cajamarca logra obtener un nivel de inversión superior a todos los años de las gestiones de Felipe Pita (2003-2006) y Jesús Coronel (2007-2010).

Los resultados del proceso electoral del pasado 05 de octubre han puesto en jaque a la derecha peruana. Los partidos políticos tradicionales (APRA, PPC, Fujimorismo en versión actual, Acción Popular, Perú Posible, y otros) casi han desaparecido de la arena política regional. Ante ello, con todas sus limitaciones, los Movimientos Regionales y Locales aparecen como alternativa a solucionar los problemas del Perú profundo. Culpar ahora a los Movimientos Locales y Regionales de la debacle de sistema político nacional es torpe. ¿Qué culpa tienen las regiones de que los partidos políticos hayan perdido credibilidad? ¿Por qué las regiones deberían seguir confiando en cúpulas de partidos tradicionales que no los representan? ¿Se puede seguir confiando en García, Toledo, Keiko, PPK, Humala si son quienes obedecen al poder económico y actúan a espaldas del pueblo? No, no en Cajamarca como en varias regiones ¡Manda el Pueblo!

El Modelo Económico Neoliberal que hoy gobierna el país está llegando a la peor crisis de su historia; pero aun así, Ollanta Humala, los expresidentes mediocres, ministros con indicios de corrupción, congresistas deslegitimados y con una alta desaprobación (sólo el 7.5% aprueba trabajo del parlamento, según CPI 2013); Poder Judicial, Tribunal Constitucional, Ministerio Público y medios de comunicación con pobre aceptación ciudadana han emprendido un linchamiento contra Cajamarca.

Por ello, no es raro escuchar a Alan García, Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuchinsnki culpar al gobierno de la elección de Gregorio Santos en Cajamarca. Por su lado, Lourdes Flores (PPC), y hasta el mismo presidente Ollanta Humala miran con preocupación los resultados de la región norteña. Editoriales y columnistas de los diarios: El Comercio, Perú 21, Correo, Expreso, Ojo, Gestión, La República, Exitosa y otros desmereciendo la voluntad popular de los cajamarquinos. Reportajes completos en las revistas: Caretas, Hildebrandt y Vela Verde analizando de acuerdo a sus intereses el proceso electoral del 05 de octubre.

Mónica Delta, Aldo Mariátegui, Nicolás Lúcar, Jaime de Altahus, Raúl Vargas y hasta redes mediáticas con limitada presencia nacional en la pantalla abierta están tratando el tema de Gregorio Santos y sentenciando irresponsablemente por adelantado sobre los hechos por el cual se viene investigando. Toda esta campaña viene siendo digitada desde el poder económico y pretende satanizar las luchas históricas de Cajamarca para hacerlas pasar como una señal del apocalipsis. La actitud está clara: la derecha sigue respirando por la herida.

La victoria del pueblo de Cajamarca es un referente político que podría avanzar a esferas nacionales bajo la plataforma de: la lucha por recuperar la soberanía de la patria, la independencia de poderes, la auténtica descentralización, la reivindicación de los movimientos sociales, la defensa de los recursos naturales y por ende la dignidad de todos los peruanos.

Indudablemente, la victoria del Movimiento de Afirmación  Social (MAS) ha traído cola en los “grandes opinólogos” del país. Para los defensores de la derecha reaccionaria es un “atentado a la democracia, y peligra el sistema económico neoliberal”. Defienden a ultranza el extrativismo minero irresponsable como Yanacocha. Defienden la Constitución mafiosa del 93, y controlan todos los poderes del Estado para evitar hacer cambios en las normas legales.

La derecha no mira más allá de sus narices. Pretende desvirtuar la realidad con la finalidad de darle continuidad al sistema injusto. Pero en esta estrategia de no encontrar respuesta en la población buscan luces en investigadores como la de Richard Weeb (UNSMP) que hoy en el diario El Comercio hace un análisis estadístico de la realidad de Cajamarca a través del título “Prejuicio y linchamiento”. Globaliza los recursos que recibe Cajamarca (Gobiernos locales y regional) y no dice nada sobre recortes presupuestales y el buen nivel de inversión pública de la instancia regional. Como íbamos diciendo: la derecha está respirando por la herida, a su vez, Cajamarca sigue resistiendo dignamente.