lunes, 9 de junio de 2014

País de videos y audios

Por: Segundo Matta Colunche

Las empresas mafiosas extorsionan a funcionarios para hacerse de obras 
En momentos en que la mayoría de peruanos reclaman Nuevo Modelo de Desarrollo (51%, según Pulso Perú), sale a flote una serie de vídeos y audios, que demuestran que la corrupción no solo está en las instituciones públicas, sino que las mafias están institucionalizadas en el sector privado (empresas contratistas).

Somos el país de audios y videos. El video Kouri-Montesinos (14-09-2000), desenmascaró la corrupción dentro del gobierno fujimontesinista. La salita del SIN era el espacio perfecto para corromper al individuo. Allí los dólares mal habidos, producto de las coimas de las privatizaciones, sirvieron para comprar congresistas, intelectuales, periodistas, dirigentes sociales, empresarios, políticos, etc. De esta escuela política vienen: María Cuculiza,  Absalón Vásquez, Pablo Macera, Walter Chacón (padre de Cecilia Chacón), Nicolás Bari Hermosa Ríos, entre otros. También, los medios de comunicación que alquilaron su línea periodística en favor de la corrupción, como: América TV (Crousillat), Panamericana TV (Genaro Delgado),  los Miro Quesada (Grupo El Comercio), Frecuencia Latina (Los Winter), los diarios chicha, varios medios radiales locales, televisivos y prensa escrita, fueron usados por Fujimori para destruir mediáticamente a su oposición y para levantar cortinas de humo, en favor de la dictadura (el séptimo gobierno más corrupto del mundo).

Los videos y audios han seguido develando otros negociados, como en los gobiernos de Toledo, García y Ollanta. Solo que ahora un matiz diferente; ya que, estos videos  vienen de parte de los empresarios contratistas con el Estado; quienes, con grabadora o filmadora en mano, corrompen a funcionarios públicos. El chantaje llega a tal nivel, que dicho material es usado para hacerse con la ejecución de obras públicas.

La Contraloría, el Ministerio Público y el Poder Judicial, no han logrado frenar la lacra de la corrupción; puesto que, esta está institucionalizada. La corrupción ya sobrepasa los órganos de control. Por otro lado, estos organismos de control se han obstinado en dar respuesta a denuncias mediáticas –muchas de ellas están cargadas de mentiras– antes que realizar un trabajo profesional de investigación; es decir: “Los medios ponen la agenda a los órganos de control”.

Las últimas revelaciones que hemos podido presenciar en algunas unidades ejecutoras de varios gobiernos regionales, muestra como lobistas o los que se hacen llamar “empresarios” corrompen a funcionarios. Pero no van solo con los billetes en mano, sino con dispositivos que permitan grabar sus malos negociados. Una vez grabada, inician los chantajes: “Me das las obras o difundo los audios o vídeos”. El funcionario que ya cayó en la trampa, no le queda otra cosa que acceder a su extorción que es propia del lumpen que existe al interior de empresas o consorcios.

Sin embargo, para vencer todos estos hechos que destruyen a la moral. Se necesita de gobiernos y organizaciones que estén dispuestos a combatirla desde adentro; además se necesita castigar a los responsables directos de estas acciones. Por ausencia de una fiscalización mayor y más imparcial, es que no es raro que hoy terceros hablen por uno y digan que eres corrupto o parte de su red. Seamos francos, las mafias enquistadas en las instituciones tienden a embarrar a todo el sistema de gobierno.


Por ello, sigamos apostando por la descentralización y regionalización sin dejar, desde nuestros espacios, de combatir a la corrupción. Es tarea de todos.