Por: Segundo Matta C.
Hoy, 08 de marzo, se recuerda en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. En conmemoración a las históricas luchas por la igualdad de oportunidades la Asamblea de las Naciones Unidas declaró el 08 de marzo de 1975 el Día Internacional de la Mujer. Sin embargo, las mujeres progresistas se habían sublevado muchas décadas atrás. El colectivo de mujeres socialistas se manifestaron contra la guerra y la hambruna que azotaba varios países de Europa en el año 1917.
Hoy, 08 de marzo, se recuerda en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. En conmemoración a las históricas luchas por la igualdad de oportunidades la Asamblea de las Naciones Unidas declaró el 08 de marzo de 1975 el Día Internacional de la Mujer. Sin embargo, las mujeres progresistas se habían sublevado muchas décadas atrás. El colectivo de mujeres socialistas se manifestaron contra la guerra y la hambruna que azotaba varios países de Europa en el año 1917.
Pese a constantes debates desde el
gobierno y el movimiento social hasta el momento no se ha logrado reivindicar a
este sector importante de la sociedad. Varios de los debates son estériles
porque se mira a las mujeres sólo del lado vulnerable dejando al margen méritos
importantes que han logrado a lo largo de la historia. La mujer no sólo es
madre -mérito inigualable-, es conductora, educadora, líder social por
antonomasia. Probablemente no veamos muchas mujeres asumiendo responsabilidades
políticas, pero, encontramos en la academia y en los diferentes sectores
públicos y privados asumiendo eficientemente la dirección y/o gerencia. Aun
falta consolidar su liderazgo tomando como base la igualdad de oportunidades,
el respeto y la consideración a la multiplicidad de habilidades y capacidades.
Mientras analizamos y conmemoramos una fecha histórica, hay cifras vergonzantes
que debemos conocer. Según la ONU, en el 2018 se determinó que aproximadamente
15 millones de niñas nunca aprenderán a leer y a escribir por responsabilidad
de un Estado excluyente. 300 mil mujeres mueren anualmente por causas
relacionadas al embarazo. En América
Latina, hay 124 mujeres que viven en extrema pobreza.
En el Perú hay pocas investigaciones sobre la realidad de la mujer. Los
portales del Gobierno Central tienen pocas información, y, si es que las hay,
las cifras son muy generales. Por lo que determinar decisiones desde el Estado
a favor de las reivindicación de sus derechos no tendría mayor impacto. Ni en
los portales institucionales del Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables se encuentra información relevante.
Describimos algunas cifras generales: En el Perú existen más de 15 millones 700 mil
mujeres y representa al 50% de la población total del país, según cifras del
INEI. Se registra 7
millones 209 mil las mujeres que integran la Población Económicamente Activa.
De este número, son 6 millones 947 mil las que trabajan en la actualidad. Un
importante punto es que el 40.5% de este grupo trabajan en Servicios, el 25.6%
se dedican a actividades Comerciales, el 22.3% está en la Agricultura, el 8.6%
en Manufactura y el 1.9% en Transportes y Comunicaciones.
La esperanza de vida de la mujer
peruana es de 77 años, es decir, 5 años más que los hombres, cuya esperanza de
vida al nacer llega a 72 años. El reporte agrega que las regiones del país que
más mujeres asalariadas integra son Callao, Lima y Arequipa. Esto va de la mano
con el porcentaje que ahora está afiliada a una AFP y/o seguro, que ha
aumentado en 26.9% desde 2005.
La educación es uno de los
criterios que más destaca en las mujeres. Según los resultados de la Encuesta
Nacional de Egresados Universitarios y Universidades, el 49.7% de las mujeres
egresadas han obtenido su título profesional, cifra mayor en 13.3% a los
hombres (36.4%).
De acuerdo con el nivel de educación alcanzado,
el 15.9% de las mujeres tienen educación superior universitaria y el 13.1%
educación superior no universitaria. Este es un incremento de 5.4% con respecto
a hace diez años. Cifras totalmente bajas en comparación a países latinos y
europeos.
Una lacra que hay que combatir es la violencia
contra la mujer. Perú lidera en Latinoamérica con 582 casos de feminicidios
hasta en 2018. Investigaciones determinan que la violencia y discriminación contra
las mujeres generan pobreza en la sociedad. Hay un reto: “educar a la mujer para acabar con la vergonzosa desigualdad social”.