Ésta lucha no será sostenible si no creamos las condiciones para: modificar la política nacional y la Constitución Política del Perú.
Por: Tito Vera Cubas
El vicepresidente regional de Cajamarca, César Aliaga Díaz, durante su ponencia en la Asamblea Regional de Rondas Campesinas y Nativas, realizada en Bambamarca el sábado 13 de octubre, dijo que el Perú reconoce el reclamo justo de los cajamarquinos, y por lo tanto fortalece escuchar a dirigentes sociales de todas las regiones de la patria, que digan: “por fin los cajamarquinos se han puesto de pie y están dando un ejemplo al Perú”.
“Queremos invocar desde el Gobierno Regional, que la unidad desde el interior de las rondas campesinas y con las demás organizaciones sociales se mantengan, porque la resistencia popular es gracias a la unidad del pueblo cajamarquino que ha girado bajo el eje principal de esta organización”.
La tarea de combatir el abigeato y la delincuencia común continuará, hoy hay otras tareas y otras responsabilidades que la ha puesto sobre la mesa: la lucha por un modelo de desarrollo diferente, por el bienestar del pueblo, por una nueva institucionalidad, por un nuevo régimen político constitucional. Esos son los temas que ha puesto en debate nacional la lucha contra el proyecto minero Conga, dijo.
Además señaló que el Gobierno Central pretendió pasar la página de Conga con la supuesta suspensión de los trabajos en la zona de las lagunas para dar paso a la construcción de los reservorios, pues ese anuncio de la suspensión de Conga es otra patraña de Ollanta Humala y sus ministros, felizmente el pueblo cajamarquino ya no se deja engañar, por eso hemos dicho que la continuidad de la resistencia popular emprendida por las comunidades en Bambamarca, Celendín y Cajamarca es justa.
Agregó que en el Perú, nunca un conflicto tuvo tanta duración y capacidad de resistencia popular como el de Cajamarca, la respuesta social exitosa del campesino al poder económico aliado con el Gobierno Central no hubiera sido posible sin las rondas campesinas, que propusieron un mecanismo para darle continuidad a la resistencia popular.
“La experiencia de las rondas campesinas, que desde su creación, establecieron los turnos de ronda nocturna para defenderse de los abigeos, se ha elevado a una lucha superior contra las empresas mineras que pretenden destruir las cabeceras de cuenca con el fin de acuñar más riqueza; ese mecanismo del turno de ronda se aplica hoy en las lagunas para evitar la continuidad de los trabajos de Yanacocha en la zona”.
Asimismo dijo que la lucha no será sostenible si no creamos las condiciones para modificar la política nacional y la institucionalizad nacional que permite a las mineras hacer lo que quieren; si no modificamos esta constitución mafiosa que ha permitido a las transnacionales el zaqueo de los recursos naturales, tenemos que entender que necesitamos darle un rumbo diferente al modelo económico en nuestro país, porque el capitalismo está llegando a su fin.
El debate nacional está abierto, pero todavía nos niegan el espacio para participar como movimiento o como fuerza popular en nuestro país; como dice José Carlos Mariátegui: “nuestro país se hizo a espaldas al indio y aveces en contra del indio”.
Hoy en día los indios, los marginados de siempre son los actores políticos del momento. Debemos entender que el proceso instalado en Cajamarca es un proceso profundo: no es una lucha de unos pocos, ni una lucha que se agota en las elecciones del 2014; aquí se está configurando cosas realmente importantes, el rosto del país, el rostro de Cajamarca está en las rondas.
FISCALIZACIÓN
César Aliaga reconoció el rol de fiscalización que cumplen las rondas campesinas, pues ellas son el ojo presente de la organización social que nos permite ver dónde existen pillos y sinvergüenzas que quieren aprovecharse de la obra pública; desde el Gobierno Regional invocamos a mantener el criterio de participación de las rondas para fortalecer una verdadera democracia en el Perú.
Si mantenemos la unidad de las rondas y de otras organizaciones ya no habrá posibilidad en el futuro en la región Cajamarca y el país, que las autoridades traicionen al pueblo, porque la vigilancia social hace que la autoridad se mantenga al lado del pueblo y solo así será respetada.