Por: Segundo Matta Colunche
PPK, el "flautista palaciego" |
El
candidato peruano-norteamericano, el que representa a la derecha reaccionaria y
lobbismo trasnacional, Pedro Pablo Kuczynski,
amenaza con desaparecer los ministerios del Ambiente, Cultura e Interior. En un
eventual gobierno de “Peruanos Por el Kambio”, dichos ministerios se
convertirán en “simples secretarías”.
No cabe dudas, menos
rareza que un ciudadano con acento yanqui y cuyo nombre se asienta en las
principales empresas norteamericanas, quiera utilizar el poder para traer abajo
lo poco que haya podido avanzar en la reformas del Estado, dar carta blanca a
las trasnacionales para que operen impunemente en el Perú, y con el cuento de
la “inversión” librar de las canteras de los peruanos los ministerios del
Ambiente, Cultura e Interior.
PPK, odia a quienes
gestionan la defensa del Medio Ambiente y los condena a quienes la protegen,
clama por todos los medios la privatización del agua, bosques y cerros. No
tiene compasión con nadie, los pueblos de Cajamarca, Lambayeque, Junín, Loreto
y Arequipa quienes en los últimos años han expresado una defensa férrea de sus
recursos naturales, a los que cataloga como violentistas, anti-inversión,
seudos ecologistas y todos los antis creados. En plena campaña electoral del
2015, PPK “decapitó” mediáticamente a su candidato fujimorista, Absalón Vásquez
Villanueva tras declararse partidario de la viabilidad del megaproyecto minero
Conga, de propiedad de Newmont. El pueblo cajamarquino expresó su repudio al
candidato de Yanacocha, y lo sepultó en las urnas con apenas 8% de votos. Toda
una derrota para un trabajo de 4 años y una inversión escandalosa.
PPK, el “flautista
palaciego”, añora con volver a gobernar. Ya lo hizo como ministro de Economía
del gobierno de Alejandro Toledo, el que lo llevó al falso Pachacutec a su casi
desaparición política, debe conocer mucho de Ecoteva, Almeyda y Orellana. Los
hombres de “negocios oscuros” siempre van juntos aunque divididos, su unidad
pinta las manos y el bolsillo. Con PPK, no hay más Ministerio del Ambiente,
pondrá tanquetas en la calles, hombres verdes armados resguardaran los
cabildeos de Yanacocha. Allí está, el candidato que dice ser de
“centroizquierda” pero que sus propuestas son más reaccionarias que de Bush y
Merkel, juntos.
Con PPK, también le
diremos adiós a los ministerios de Cultura y del Interior. Revalorar nuestra
identidad, nuestra historia, nuestra riqueza arqueológica, los grandes estudios
antropológicos que se han explorado a lo largo del tiempo y los que aun
vendrán, quedarán en el olvido. No habrá la casa ni el Estado que los proteja.
Todo estará en manos de los privados. Si hasta nuestra Primera Maravilla del
Mundo-Macchu Picchu- pretenden privatizarlo. Que será de los Baños del Inca,
Layzón, Parque Nacional Cutervo, nuestros museos, y todo aquello que los hijos
del pueblo lucharon para convertirlo en patrimonio cultural. El sonido de la
flauta de PPK no tiene sentido de patria ni de nación, las ondas atraviesan las
fronteras de Latinoamérica y van acariciar el consenso de Washington, la flauta
adora al pensamiento de Fukuyama que hoy sufre la más dura crisis de su
historia.
La policía y el ejército
tienen sus propias funciones. Sin embargo, el señor de doble nacionalidad
quiere fusionarlo. Las tanquetas y las balas “adornarán” las calles y plazas.
Nuestros niños se formarán con el falso civismo y la desesperanza de no
alcanzar un país libre y soberano. La diversidad política estará en peligro, y
peor aún, quienes expresamos nuestra rebeldía contra el modelo neoliberal
salvaje. Al igual que en la década del 90, los derechos humanos serán una
cojudez como dijo un prelado peruano.
Así estamos. PPK, el
“flautista palaciego” anuncia su “envidiable” populismo 2016-2021.