jueves, 28 de noviembre de 2013

Nueva Constitución y no parches

Por: Segundo Matta Colunche



El Perú necesita una Nueva Constitución y un Proyecto Nacional de Desarrollo.

La Comisión de Constitución del Congreso de la República, aprobó hoy un dictamen que propone el retorno a las dos cámaras (diputados y senadores) en el Congreso de la República, una de 130 diputados y otra de 60 senadores. Todas bancadas parlamentarias tuvieron una posición favorable, a excepción del fujimorismo. Los que aprobaron, aún miopes de la realidad, quieren poner parches a una Constitución ilegítima; mientras que los fujimoristas quieren defender la nefasta dictadura del 90 y el repudiado golpe de Estado de 1992, que rompió el sistema democrático del país.

Al fujimontesinismo le es muy difícil aceptar una mínima restructuración de la Carta Magna del 93, pues ésta se hizo bajo las orientaciones del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y los poderes económicos locales interesados en reducir a su máxima expresión al Estado. Los grandes monopolios, las privatizaciones y el pragmatismo estaban por encima de los intereses nacionales (todo en manos del capital), proponía que éste (el capital) administre los sectores Educación, Salud, programas sociales, electrificación, telefonía, carreteras, puertos y aeropuertos, mercados, agua, bosques, minas, etc. El Estado solo se encargaría de proponer leyes bajo el “consenso” del capital.

La Constitución del 93, que viene de un gobierno dictatorial, avanzó a desaparecer varias instituciones públicas, quebró la institucionalidad democrática de los partidos políticos, censuró la presencia de las organizaciones y gremios de los trabajadores-muchos desaparecieron-, liquidó la auténtica libertad de prensa y expresión (corrieron millones en compra de medios), privatizó empresas estratégicas, impuso la entrega de tierras de los campesinos a empresas mineras trasnacionales (contratos oscuros como Yanacocha en Cajamarca); es decir, la riqueza en manos de pocos y la pobreza en los amplios sectores del pueblo peruano. Todo bajo el aval de la Constitución Política Fujimorista.

Los poderes del Estado bajo la misma Constitución, se convirtieron en obedientes del poder económico y político de turno-la independencia bajo el gatillo-, varios representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial terminaron presos por corrupción, acompañados de sus difusores mediáticos, el parlamento unicameral lleno de tránsfugas e incompetentes, el vídeo Kouri-Montesinos desenmascaró toda la lacra de la dictadura e hizo que hoy el Congreso sea el más desprestigiado del país con tan sólo 7% de aprobación. Éste ya no representa a los peruanos aunque digan que si lo hacen.

Si el actual Parlamento Nacional propone el retorno a la Bica-meralidad. Con la misma Constitución nada cambiará. Necesitamos una Nueva Carta Magna debatida y aprobada a través de una Asamblea Constituyente, escuchando la voz del pueblo peruano; necesitamos un Proyecto Nacional de Desarrollo que oriente las líneas maestras del desarrollo humano, que dé sentido de Patria y Nación, que permita fortalecer la descentralización y el desarrollo integral del país. Tomando lo dicho por el presidente regional de Cajamarca Gregorio Santos Guerrero: “sólo parches a una Constitución que viene de la mafia fujimontesinista, es continuismo y nada más. Sin embargo la derecha misma sabe que esta Carta Magna no da para más, hay necesidad de cambios profundos”. Una Nueva Constitución debe ingresar al debate nacional.

La Bi-cameralidad permitiría tener mejores leyes y mejores representantes en el Poder Legislativo, pero si primero parte de un Cambio de Constitución, lo otro sólo será mera curiosidad de probar mecanismos de representación bajo leyes que vienen de uno de los gobiernos más corruptos del país y que aún sus retoños siguen peleando por mantenerla. ¡Nueva Constitución y no parches!