Por Segundo Matta
Colunche
Hoy se cumple 4 años del repudiable suceso de aquel 5 de junio del 2009. 33
hermanos peruanos perdieron la vida producto de la insensatez y desdicha de quienes dirigieron las riendas de las
instituciones del Estado. Crueldad y sadismo acompañaba a Alan García y sus
ministros. Páginas del El Comercio y sus séquitos fueron los mejores espacios
para atacar a las organizaciones y líderes de izquierda. Al pueblo y en
particular a nuestros hermanos indígenas los llamaron “Perros del Hortelano”. Nada
más despreciable y discriminatorio. Así es la derecha, no tiene humanidad, no
hay respeto a la vida, los derechos humanos son una cojudez, la defensa de la
naturaleza es atraso, los dirigentes y organizaciones son terroristas o
violentistas, el campesino es ignorante, el pobre es pobre porque así es su
destino. Alzo mi voz y protesto. ¡Basta ya! Baguazo. ¡Nunca Más!
Aquel fatídico 5 de junio, lágrimas, desesperación, auxilio,
no disparen, sangre, fuego, y consternación se vivió en la mal llamada “Curva
del Diablo”. Apareció el diablo como imaginariamente conocemos “diablo”-maldad
y muerte-, pero nunca compasión, paz.
Una vez más la pérdida de 33 vidas
humanas, un desaparecido, decenas de heridos y procesados judicialmente,
manchó las manos de sangre a quienes la historia así las recuerda. Para el “conferencista”
más caro de la historia del Perú, no fueron suficientes las muertes del Frontón,
Cayara en Ayacucho y su grupo paramilitar-el escuadrón de la muerte- Rodrigo
Franco, faltaba más para completar las estadísticas y pasar a la historia como
el iracundo embelesado.
Sin duda
los hechos de Bagua han mostrado los profundos desencuentros entre el Estado
peruano y los pueblos indígenas amazónicos, cuyos derechos son ignorados y
vulnerados de manera permanente por un sistema político que no los comprende ni
los incluye de manera justa y adecuada.
El Congreso
de la República aprobó la Consulta Previa, norma que contribuye a la implementación
del Convenio No.169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en países independientes
de la Organización Internacional del Trabajo OIT. Su reglamentación marcha a
paso de tortuga y peor aún se niegan y no reconocen a las comunidades
campesinas-indígenas de la sierra y la costa. Ahora taponan la información, un
ministerio de Cultura sumiso al gran capital que evita dar detalles del número
real de comunidades indígenas en el Perú. Capital manda, gobierno obedece.
Desde el
gobierno regional de Cajamarca exhortamos al Poder Ejecutivo y todos los
poderes del Estado a respetar las decisiones de los pueblos, cumplir y hacer
cumplir la Constitución y los Tratados ratificados en Convenios Internacionales.
¡Basta ya! Es el
grito de libertad. Nunca más balas para asesinar y reprimir al pueblo, la
historia nos ha demostrado que las luchas tienen razón como hoy lo tenemos los pueblos de Cajamarca. Los hermanos
Awuajun y Wampis desenmascararon las leyes de privatización
y parcelación de sus territorios
y la ley forestal anti indígena que días más tarde
del 5 de junio fueron derogadas. Tragedia nacional que dejó diversas lecciones, unas aprendidas, otras olvidadas. El Estado
Nacional vuelve a reaccionar igual hoy con Cajamarca. En menos de 2 años de gestión de Ollanta Humala, ya van 17
hermanos asesinados, otros encarcelados, denunciados, perseguidos, tan solo por
el único delito de defender sus tierras, el agua, el futuro de la humanidad. El
pueblo peruano siente traición y frustración. Las mayorías nacionales
votaron por la gran transformación, no por la gran represión.
Recordar esta
fecha, no es solo describir la tragedia y encarar a quienes dirigieron, es también
exigir a quienes administran justicia determinar y sancionar a responsables políticos
de la masacre del 5 de junio del 2009. El Perú entero y la Comunidad Internacional
lo saben. No más impunidad a quienes violaron directa e indirectamente los
derechos humanos.
Estas
lecciones deben servir para mirar el futuro con optimismo, pese a la gran frustración
y desencanto que vive el pueblo peruano. Construyamos la unidad de todos los
sectores sociales, progresistas, nacionalistas y de izquierda por patria nueva,
soberana y libre. Unidad y más unidad por los pueblos marginados y reprimidos.
Baguazo ¡Nunca más!