jueves, 21 de agosto de 2014

Nacionalismo en el limbo

Por: Segundo Matta Colunche

Premier Ana Jara y presidente Ollanta Humala
Mientras en Lima, voceros del Gana Perú –“nacionalismo”–, buscan a grupos parlamentarios de “oposición” para lograr el voto de confianza al gabinete “Jara”; en Cajamarca, campesinos se movilizaron hasta Quinuamayo (Celendín) para expresar su rechazo a presencia del presidente de la república, Ollanta Humala Tasso.

La traición tiene su costo. Hoy el presidente Ollanta Humala, es uno de los políticos más deslegitimados ante el pueblo peruano. El más del 33% que lo llevó a segunda vuelta electoral el 2011, no cree en su palabra y considera que los ha traicionado. Además, su nivel de aprobación más baja ha llegado al 21%, aunque por el momento según encuestadoras tiene un crecimiento al 29%. Caso curioso, si tenemos en cuenta que los sectores que relativamente lo respaldan son los que más han sido más favorecidos, tales como: los dueños de transnacionales y sus trabajadores. Sin embargo, aunque los gastos en publicidad estatal lleguen a cerca de 800 millones de soles, ya nadie cree en sus ofrecimientos.

Mientras en Lima, la presidenta del Consejo de Ministros Ana Jara, redobla esfuerzos para conquistar votos de la derecha reaccionaria y bancadas conformadas por los disidentes nacionalistas; en Cajamarca, Ollanta Humala organizó una represión policial contra campesinos para inaugurar la carretera Cajamarca-Celendín. El presidente regional de Cajamarca, César Aliaga Díaz, desde Cutervo afirmó: “…Lamento que Ollanta Humala organice un operativo policiaco y reprima a ronderos para inaugurar una obra. Solidaridad con los cajamarquinos”, dijo. Similar posición se manifestaron inmediatamente en las redes sociales. Todo ello como muestra que estamos ante un gobierno que ha perdido el respaldo de un amplio sector del pueblo peruano y que hasta al interno de los grupos de poder económico no existe un consenso para respaldarlo.

El nacionalismo se encuentra en el limbo. Su zig zag lo ha llevado a que ni el sector popular el que apoyó a Humala en el 2006 y 2011 y lo llevó a segunda vuelta y finalmente al triunfó–, ni el sector reaccionario al que se arrimó una vez en el gobierno le tengan simpatía. Los primeros los acusan de traición y lo segundos de ineficiente y de no tener dirección. Los primeros hacen huelgas y protestas como hoy en Cel endín, y los segundos utilizan campañas mediáticas pitándolo de “sacolargo”.

Por otro lado, las 50 páginas de su discurso leídas ayer por la premier Ana Jara en el Congreso de la República, no presenta nada nuevo: relación de proyectos y perfiles, y un número amplio de programas, la mayoría asistencialistas. Al parecer, del proyecto de la Gran Transformación, solo ha quedado en meros ofrecimientos como fortalecer la descentralización, lucha contra la delincuencia y la corrupción. No se dijo nada sobre políticas públicas orientadas al cuidado del medio, proyectos de desarrollo de lucha contra la pobreza y fortalecimiento de la gestión Estatal. Lo más probable es que no los haya y que solo se esté actuando en piloto automático. Qué decir de promesas de campaña: gas a 12 soles, impuestos a las sobre-ganancias mineras, respeto a los trabajadores independientes (atorados por las AFPs), respeto al medio ambiente, consulta previa, un hospital por cada provincia, etc., de esas promesas no queda nada. El discurso “nacionalista” no contiene ninguna autocrítica, solo se llena de triunfalismos numéricos enmarcados dentro de un cuestionado crecimiento económico. 

Mientras se alaba la dependencia económica en la inversión minera del 34%; a la vez, se olvidan el campo y las sostenibilidad de la economía a mediano y largo plazo. Natalia Coari (ex -nacionalista) fue dura en el debate de ayer, que duró más de 12 horas. “Nuestros agricultores están abandonados, no tiene apoyo del Estado, y lo peor, lo poco que producen les es difícil competir con los grandes empresarios”. Definitivamente, el Estado solo mira la solución de la pobreza a través de la implementación de programas asistenciales. No busca organizar ni tampoco apoyar técnicamente a los sectores menos favorecidos. Contraria a ello, el Gobierno Regional Cajamarca y con los ya conocidos recortes presupuestales está sentando las bases del Nuevo Modelo de Desarrollo Sostenible; por ello, cuenta con una cartera estudios de preinversión por más de 350 millones de soles orientados a riego tecnificado, mejoramiento de ganado, asociatividad, proyectos andinos, etc.


Así camina el gobierno “nacionalista”, que de nacionalista ya no tiene nada.

Gobierno regional Cajamarca rechaza represión a campesinos

Campesinos son reprimidos por las fuerzas del orden. Foto: Eduin Lozano
Presidente regional de Cajamarca, César Aliaga Díaz, lamentó que el presidente Ollanta Humala haya organizado un operativo policiaco y reprima a ronderos para inaugurar una obra. Expresa su solidaridad con cajamarquinos.

Campesinos de diferentes comunidades se trasladaban hacia el lugar de Quinuamayo, lugar en donde hoy el presidente de la república Ollanta Humala Tasso inauguró el asfaltado de la carretera Cajamarca-Celendín. La cita estuvo programada para las 11:30 am (Agencia Andina), sin embargo ésta se postergó hasta las 2:15 de la tarde.

A pocos metros del lugar, cuando un grupo de campesinos se acercaban para expresar su rechazo a la presencia del mandatario y al proyecto minero Conga, los efectivos policiales reprimieron a los cajamarquinos. Desde las alturas se observaba un fuerte resguardo policial y francotiradores ubicados en diferentes puntos.

Desde Cutervo, el presidente regional de Cajamarca, César Aliaga Díaz, quien se encontraba supervisando obras que ejecuta la mencionada entidad, lamento la represión policial contra los campesinos y jóvenes, al mismo tiempo de  expresar su solidaridad. “Lamento que Ollanta Humala organice un operativo policiaco y reprima a ronderos para inaugurar una obra”, dijo.


Asistieron a inauguración un promedio de un centenar de ciudadanos entre niños y autoridades. Humala estuvo acompañado del ministro de Transportes y Comunicaciones, José Gallardo Kú, el gobernador Ever Hernández y algunas autoridades locales. 

Fuente: www.regioncajamarca.gob.pe