martes, 13 de enero de 2015

¿Persecución política o qué?

Por: Segundo Matta Colunche

Gregorio Santos y niños cajamarquinos
Gregorio Santos, Presidente Regional de Cajamarca, viene siendo investigado por supuestos actos de corrupción desde hace 28 meses consecutivos. Según la defensa del imputado “las pruebas” para tal acusación son endebles que ni siquiera requieren una prisión preventiva.

A pesar de ello, el fiscal Walter Delgado Tovar, de la Fiscalía Supranacional Anticorrupción-Lima, ha solicitado 14 meses más de ampliación para culminar el proceso de investigación preliminar que se sigue contra el Presidente Regional de Cajamarca, Gregorio Santos Guerrero, por los supuestos delitos de corrupción. Actitudes contraproducentes a lo dispuesto por el Nuevo Código Procesal Penal: “Para casos leves la investigación preliminar debe durar 180 días, y para los complejos 08 meses”; sin embargo, para el caso de Santos el proceso ya va 28 meses (12-07-2012 al 12-02-2015). Ayer se cumplió esa fecha, pero el fiscal ha solicitado 14 meses más. ¿Persecución política o qué?

Desde octubre del 2011, cuando aparecieron las primeras protestas en contra del proyecto minero Conga, el gobierno central en alianza con las trasnacionales tomaron la vergonzosa decisión: “bloquear las acciones de lucha del pueblo de Cajamarca y sus autoridades”; para ello, se cumplieron una serie de acciones anticonstitucionales: declaratoria de 02 Estados de Emergencia; bloqueo de cuentas al Gobierno Regional y recorte presupuestal; apertura de procesos de investigación contra Presidente Regional y funcionarios; militarizar la zona de Cajamarca, Bambamarca y Celendín; poner en práctica la criminación de la protesta (asesinatos, agresiones y denuncias); campañas mediáticas de desinformación; etc. La lógica de un pueblo a defender su dignidad tuvo costos invalorables.

Pese a su plan de deslegitimización contra las luchas de los cajamarquinos, la fuerza enmarcada en la unidad pesó más que el cruel macartismo. Las muestras de solidaridad con Cajamarca venían de todas regiones del Perú y varios países del mundo. La frase: “Conga no va” fue replica en cuántas movilizaciones y acciones ambientalistas que se realizaban. El nombre del Gregorio Santos (Goyo) se internacionalizó. Medios nacionales e internacionales buscaban su voz y su imagen. Comentaristas de medios escritos dedicaban parcializadamente en páginas completas a analizar el conflicto socioambiental. En resumen: Cajamarca estaba en los ojos del mundo.

La persecución política se concretizó con la injusta prisión preventiva por 14 meses al líder izquierdista, Gregorio Santos Guerrero. Pese a que no se cumplía con los presupuestos materiales del Nuevo Código Procesal Penal la decisión del poder judicial en alianza con el poder político y económico fue mandar a Santos tras las rejas. Y así fue.

Cajamarca y un sector importante del pueblo peruano se pusieron de pie. Las muestras se solidaridad continuaban en diferentes escenarios. La militancia del MAS trasladó el sentimiento al proceso electoral, que terminó con el triunfo contundente de Santos en las elecciones regionales del pasado 05 de octubre (44.7% de votos válidos) y es el segundo Presidente Regional porcentualmente más votado en primera vuelta. La lucha no terminó allí, los primeros días de diciembre se realizó una marcha nacional por la libertad de Goyo que finalizó con un mitin y Conferencia Magistral en la ciudad de Lima.

Porfirio Medina, Presidente Regional (e) afirmó, el primero de enero del 2015, en la ceremonia de juramentación: “Lucharemos, minutos a minuto, segundo a segundo, por la libertad del compañero Gregorio Santos”, los asistentes coreaban la popular frase: “Goyo libertad”.


A lo ya descrito, no queda duda que la presión política y económica contra fiscales y magistrados del poder judicial continúa: La juez Inés Villa Bonilla, rechazó la apelación del pedido de comparecencia por la de prisión preventiva; y, probablemente la jueza de la Sala penal Nacional, Zaida Catalina Pérez Escalante, acepte el pedido ilegal del fiscal Walter Delgado, de ampliar por 14 meses más el proceso de investigación preliminar contra Gregorio Santos. ¿Persecución política o qué?