Por: Segundo Matta Colunche
Gregorio Santos y niños cajamarquinos |
Gregorio Santos, Presidente Regional
de Cajamarca, viene siendo investigado por supuestos actos de corrupción desde
hace 28 meses consecutivos. Según la defensa del imputado “las pruebas” para
tal acusación son endebles que ni siquiera requieren una prisión preventiva.
A
pesar de ello, el fiscal Walter Delgado Tovar, de la Fiscalía Supranacional
Anticorrupción-Lima, ha solicitado 14 meses más de ampliación para culminar el
proceso de investigación preliminar que se sigue contra el Presidente Regional
de Cajamarca, Gregorio Santos Guerrero, por los supuestos delitos de
corrupción. Actitudes contraproducentes a lo dispuesto por el Nuevo Código
Procesal Penal: “Para casos leves la investigación preliminar debe durar 180
días, y para los complejos 08 meses”; sin embargo, para el caso de Santos el
proceso ya va 28 meses (12-07-2012 al 12-02-2015). Ayer se cumplió esa fecha,
pero el fiscal ha solicitado 14 meses más. ¿Persecución política o qué?
Desde
octubre del 2011, cuando aparecieron las primeras protestas en contra del
proyecto minero Conga, el gobierno central en alianza con las trasnacionales
tomaron la vergonzosa decisión: “bloquear las acciones de lucha del pueblo de
Cajamarca y sus autoridades”; para ello, se cumplieron una serie de acciones
anticonstitucionales: declaratoria de 02 Estados de Emergencia; bloqueo de
cuentas al Gobierno Regional y recorte presupuestal; apertura de procesos de
investigación contra Presidente Regional y funcionarios; militarizar la zona de
Cajamarca, Bambamarca y Celendín; poner en práctica la criminación de la
protesta (asesinatos, agresiones y denuncias); campañas mediáticas de
desinformación; etc. La lógica de un pueblo a defender su dignidad tuvo costos
invalorables.
Pese
a su plan de deslegitimización contra las luchas de los cajamarquinos, la
fuerza enmarcada en la unidad pesó más que el cruel macartismo. Las muestras de
solidaridad con Cajamarca venían de todas regiones del Perú y varios países del
mundo. La frase: “Conga no va” fue replica en cuántas movilizaciones y acciones
ambientalistas que se realizaban. El nombre del Gregorio Santos (Goyo) se
internacionalizó. Medios nacionales e internacionales buscaban su voz y su
imagen. Comentaristas de medios escritos dedicaban parcializadamente en páginas
completas a analizar el conflicto socioambiental. En resumen: Cajamarca estaba
en los ojos del mundo.
La
persecución política se concretizó con la injusta prisión preventiva por 14
meses al líder izquierdista, Gregorio Santos Guerrero. Pese a que no se cumplía
con los presupuestos materiales del Nuevo Código Procesal Penal la decisión del
poder judicial en alianza con el poder político y económico fue mandar a Santos
tras las rejas. Y así fue.
Cajamarca
y un sector importante del pueblo peruano se pusieron de pie. Las muestras se
solidaridad continuaban en diferentes escenarios. La militancia del MAS
trasladó el sentimiento al proceso electoral, que terminó con el triunfo
contundente de Santos en las elecciones regionales del pasado 05 de octubre
(44.7% de votos válidos) y es el segundo Presidente Regional porcentualmente
más votado en primera vuelta. La lucha no terminó allí, los primeros días de
diciembre se realizó una marcha nacional por la libertad de Goyo que finalizó
con un mitin y Conferencia Magistral en la ciudad de Lima.
Porfirio
Medina, Presidente Regional (e) afirmó, el primero de enero del 2015, en la
ceremonia de juramentación: “Lucharemos, minutos a minuto, segundo a segundo,
por la libertad del compañero Gregorio Santos”, los asistentes coreaban la
popular frase: “Goyo libertad”.
A
lo ya descrito, no queda duda que la presión política y económica contra
fiscales y magistrados del poder judicial continúa: La juez Inés Villa Bonilla,
rechazó la apelación del pedido de comparecencia por la de prisión preventiva;
y, probablemente la jueza de la Sala penal Nacional, Zaida Catalina Pérez
Escalante, acepte el pedido ilegal del fiscal Walter Delgado, de ampliar por 14
meses más el proceso de investigación preliminar contra Gregorio Santos.
¿Persecución política o qué?