martes, 29 de mayo de 2012

Feliz día del empleado público

Con gran entusiasmo los trabajadores del Gobierno Regional de Cajamarca, celebran el día del empleado público, como una forma de reconocimiento a su destacada y fructífera labor. Gracias a ellos marchan las instituciones.
Celebrando una fecha especial
El Día del Empleado Público, se celebra en nuestro país 29 de mayo de cada año, esta fecha es propicia para reconocer el desempeño, e identificación del personal que labora en las diferentes instituciones públicas de nuestro país.
Precisamente fue un 29 de mayo de 1950, cuando se promulgó el Decreto Ley 11377. Por eso esta fecha es significativa para reconocer el desempeño de los empleados públicos que laboran en el Gobierno Regional de Cajamarca y en todas las dependencias del Estado, y que día a día, renuevan su compromiso de seguir laborando con la misma dedicación y vocación de servicio a favor del país y de la salud de todos los peruanos.
REFLEXION:
Creen que los que no aparecen en las primeras planas de los diarios ni en la segunda, ni en ninguna, no existen, y que en definitiva se podrá prescindir de ellos. Falso, el gobierno regional de Cajamarca valora y reconoce la labor de los trabajadores públicos, especialmente de todas las dependencias desconcentradas de la región.
El empleado público, ese hombre que sale todos los días a la misma hora, que vuelve todos los días más allá de sus horarios habituales. Un símbolo de rutina; un ser que no ve más allá del rectángulo de su ventana, por la que mira el mundo en un instante en que su jefe no está y en que hurta un pedazo de tiempo propio como si fuera ajeno.
No "llegamos", suponen, porque la televisión no nos muestra ni la radio nos pregona, que no existimos y que vivimos una tremenda tragedia aplastados por el anonimato.
Se asombrarán de escucharnos decir que nos sentimos realizados, porque en definitiva estamos dedicados a ganarnos la vida, de esa forma y lo conseguimos. Cumplir con la labor por la que se nos paga, de cuyo producto vivimos y vive nuestra familia es, sépanlo todos, una forma categóricamente digna de realización.

Trabajador:
"Yo salgo a la oficina cantando. He dejado a mis hijos con lo necesario para el desayuno para el viaje a la escuela, para comprar sus útiles; a mi mujer con todas las caldeas domésticas prendidas, los guardapolvos de los chicos, la comida del día, lavado, planchado, todo en marcha. Y mientras voy esquivando el tránsito derecho, suponen que como un "robot" a mi oficina, sueño, proyecto, recuerdo, hablo conmigo mismo. El éxito lo llevo en este mundo chiquitito, adentro; allá fulge mi sol del día domingo, con mis hijos remontando un barrilete, o empujando la hamaca de los más pequeños, allá llevo a mi mujer en la imagen maternal de cada rato. Llevo los cuadernos y los boletines; llevo la satisfacción de ser honrado; de no estar aprovechándome de nadie; de no vivir del esfuerzo ajeno; de no envidiar el éxito fácil; de no querer más de lo que mis posibilidades físicas, mentales y económicas permiten”.

El empleado público, es un hombre que sigue siendo hombre en toda la plenitud de su humanidad, inclinado sobre un escritorio, pero erguido en su propia estatura y créanme, contento.

Las dictaduras siempre reprimen

Ollanta Humala autoriza intervención del ejército en Cajamarca

Por Segundo Matta Colunche
Resolución Suprema N° 231-2012-DE, publicado hoy en el Diario Oficial El Peruano, autoriza a las Fuerzas Armadas “apoyar” a la Policía Nacional en el “control” del orden público.

Mediante Resolución Suprema N° 231-2012-del Sector Defensa, publicada hoy en el Diario Oficial El Peruano, el gobierno nacional autoriza a las Fuerzas Armadas “apoyar” a la Policía Nacional en el “control” del orden público, ante la anunciada paralización cajamarquina en contra del proyecto minero Conga, este 31 de mayo.

La decisión fue tomada bajo el argumento de “proteger a la población de las amenazas contra su seguridad” citando el Artículo 44 de la Constitución Política del Perú, lo cual parece más un pretexto para continuar en sus intentos de imponer el cuestionado proyecto Conga, inviable para Cajamarca por donde se lo mire. Esta decisión para los cajamarquinos y un amplio sector del pueblo peruano deslegitima al gobierno y afianza a Ollanta como dictador.

Con ello, el gobierno derechista de Ollanta Humala ha creado un mecanismo legal para militarizar, reprimir y perseguir a los cajamarquinos que defienden la tierra y el agua. Esto es propio de una dictadura que se siente dueña del Estado y que para defender sus fortunas utilizan prácticas represivas salvajes al propio estilo de las dictaduras de Pinochet en Chile, Sánchez de Lozada en Bolivia y Fujimori en Perú, cuyos gobiernos dejaron secuelas incurables hasta el momento.

Cabe recordar que el año pasado Cajamarca fue declarada injustamente en Estado de Emergencia por parte del gobierno humalista, y para sustentar la medida antidemocrática se nombró al militar y empresario minero óscar Valdés como Premier de la República.

No contento con sus medidas represivas, el gobierno en alianza con las empresas mineras emprendió un proceso de persecución a autoridades y dirigentes sociales, denuncias por doquier en el Ministerio Público, millonarias campañas de publicidad en los medios nacionales y locales, paralelismo en la administración pública (Instalación de Oficinas de los Ministerios en Cajamarca y convocatoria a autoridades locales para entregarles presupuesto), bloqueos de cuentas del Gobierno Regional de Cajamarca e instalación de la Contraloría General de la República.

Nada de eso es casual, todo está organizado al pie la letra. Ollanta usó al pueblo para llegar al poder y ahora se burla de él para favorecer a Newmont y otras transnacionales interesadas en desmantelar al país.

En varias regiones del país se han endurecido las protestas sociales ante el incumplimiento de promesas electorales del presidente de la República. El mandatario se comprometió cambiar la Constitución -juró por la Constitución del 79-, sin embargo, una vez en el gobierno la extrema derecha y los grupos de poder económico dirigen los destinos del país a espaldas de las mayorías.

El pueblo cajamarquino jamás venderá su conciencia a los poderes fácticos, al contrario seguirá luchando hasta conseguir que su voz sea escuchada y la justicia llegue para todos.