Con gran
entusiasmo los trabajadores del Gobierno Regional de Cajamarca, celebran el día
del empleado público, como una forma de reconocimiento a su destacada y
fructífera labor. Gracias a ellos marchan las instituciones.
Celebrando una fecha especial
El Día del
Empleado Público, se celebra en nuestro país 29 de mayo de cada año, esta fecha
es propicia para reconocer el desempeño, e identificación del personal que
labora en las diferentes instituciones públicas de nuestro país.
Precisamente
fue un 29 de mayo de 1950, cuando se promulgó el Decreto Ley 11377. Por eso
esta fecha es significativa para reconocer el desempeño de los empleados
públicos que laboran en el Gobierno Regional de Cajamarca y en todas las dependencias
del Estado, y que día a día, renuevan su compromiso de seguir laborando con la
misma dedicación y vocación de servicio a favor del país y de la salud de todos
los peruanos.
REFLEXION:
Creen que los que no aparecen en las primeras planas
de los diarios ni en la segunda, ni en ninguna, no existen, y que en definitiva
se podrá prescindir de ellos. Falso, el gobierno regional de Cajamarca valora y
reconoce la labor de los trabajadores públicos, especialmente de todas las
dependencias desconcentradas de la región.
El empleado público, ese hombre que sale todos los
días a la misma hora, que vuelve todos los días más allá de sus horarios
habituales. Un símbolo de rutina; un ser que no ve más allá del rectángulo de
su ventana, por la que mira el mundo en un instante en que su jefe no está y en
que hurta un pedazo de tiempo propio como si fuera ajeno.
No "llegamos", suponen, porque la
televisión no nos muestra ni la radio nos pregona, que no existimos y que
vivimos una tremenda tragedia aplastados por el anonimato.
Se asombrarán de escucharnos decir que nos sentimos
realizados, porque en definitiva estamos dedicados a ganarnos la vida, de esa
forma y lo conseguimos. Cumplir con la labor por la que se nos paga, de cuyo
producto vivimos y vive nuestra familia es, sépanlo todos, una forma categóricamente
digna de realización.
Trabajador:
"Yo salgo a
la oficina cantando. He dejado a mis hijos con lo necesario para el desayuno
para el viaje a la escuela, para comprar sus útiles; a mi mujer con todas las
caldeas domésticas prendidas, los guardapolvos de los chicos, la comida del
día, lavado, planchado, todo en marcha. Y mientras voy esquivando el tránsito
derecho, suponen que como un "robot" a mi oficina, sueño, proyecto,
recuerdo, hablo conmigo mismo. El éxito lo llevo en este mundo chiquitito, adentro;
allá fulge mi sol del día domingo, con mis hijos remontando un barrilete, o
empujando la hamaca de los más pequeños, allá llevo a mi mujer en la imagen
maternal de cada rato. Llevo los cuadernos y los boletines; llevo la
satisfacción de ser honrado; de no estar aprovechándome de nadie; de no vivir
del esfuerzo ajeno; de no envidiar el éxito fácil; de no querer más de lo que
mis posibilidades físicas, mentales y económicas permiten”.
El empleado público, es un
hombre que sigue siendo hombre en toda la plenitud de su humanidad, inclinado
sobre un escritorio, pero erguido en su propia estatura y créanme, contento.