Por: Segundo Matta Colunche
Durante
la dictadura fujimontesinista empresas encuestadoras jugaron su rol para
desvirtuar la realidad y orientar el voto en los procesos electorales nacionales
y locales. A punto de mentira y fraude Alberto Fujimori y Vladimiro
Montesinos, ambos condenados por corrupción y violación de los Derechos
Humanos, gobernaron el país por más de diez años.
Durante las últimas
semanas han aparecido una serie de “encuestas”, la mayoría de ellas carentes de
veracidad e incluso fantasmas. Supuestas empresas que de la noche a la mañana
sorprenden a los medios de comunicación. A parte de su ilegal publicación
porque no tienen la autorización del Jurado Nacional de Elecciones, estas
encuestadoras actúan como mercenarias cuando se ofrecen al mejor postor para
desvirtuar la realidad y generar incertidumbre en la población.
El juego de las
“encuestas” busca favorecer a quien más le paga. Los supuestos “sondeos de
opinión” publicadas en las últimas semanas favorecían a un determinado
candidato que para los peruanos y en especial para los cajamarquinos realiza
una campaña electoral multimillonaria (regalos de materiales de construcción,
ropa, entrega de víveres, compra de medios de comunicación, auspiciador de
clubes deportivos, compra de candidatos, masiva publicidad radial, televisiva y
prensa escrita, compra de paredes para pintas y gigantografías, etc.), y luego
dicen que sus gastos no pasan de 300 mil soles. Jaime Antesana en una reciente
entrevista en Radio Continente de Cajamarca, afirmó que estas campañas
millonarias responden a dinero que proviene del narcotráfico. “Al Gobierno
Regional de Cajamarca hay un narcocandidato que tiene empresas (inmobiliarias)
en todo el país, están ligadas a ciertas universidades y clubes deportivos”.
Más claro que el agua. Si para llegar a la población lo hacen a base del señor
dinero, no es de extrañar que las “encuestas” que se han publicado tengan
también el sello de la dictadura de los años noventa.
Dichos
comportamientos no son de ahora, la historia nos hace recordar que fue práctica
permanente durante la época fujimontesinista. Las empresas encuestadoras como
DATUM y CPI jugaron su papel para la re-reelección del dictador Alberto
Fujimori. Los directivos de dichas encuestadoras tienen procesos pendientes. En
mayo del 2011, el fiscal superior Oscar Zevallos Palomino, pidió ocho (08) años
de prisión para Manuel Torrado y Manuel Saavedra por servicios prestados para
favorecer a la dictadura. El proceso también se trasladó a los publicistas José
Luis Sánchez Armelles y María Méndez Gastelumendi. Todos ellos armaron una
mafia para desvirtuar la realidad y mentir al electorado.
A finales de la
década del 90, la verdad iba saliendo a la luz. Fujimori “ganó” las elecciones
presidenciales del 2000 a base de fraude. Mientras en los pocos medios
independientes que quedaban se denunciaba corrupción en las altas esferas de
los estamentos electorales, del gobierno central, medios de comunicación y
empresas encuestadoras. El pueblo ya no se “tragó el sapo” y luego vino la
marcha de los 04 suyos que tumbó y derrotó a la infame dictadura.
Algo similar está
sucediendo en Cajamarca. Grandes publirreportajes con datos falsos en los
medios escritos, publicación de “sondeos truchos” y la mercerización de algunos
periodistas que han emprendido una sistemática guerra sucia contra candidatos
opositores al fujimorismo. ¿Cuándo cuesta todo esto?
Documentos de
investigación publicados en La República, Caretas y Hildebrantd en sus trece,
revelaron que directivos de empresas encuestadoras de CPI Y DATUM habrían
recibido mensualmente entre 20 mil y 30 mil dólares durante la dictadura. Así es
como Fujimori fabricaba la supuesta popularidad entre la población. Así es como
quieren los retoños de la mafia vender un producto de “fantasía”, sin aclarar
de dónde salen los millones para la campaña.
El pueblo peruano por
encima de “encuestas” y guerra sucia de los medios chicha derrotó en el 2000 a
la dictadura; ahora, los cajamarquinos avanzan a una victoria contundente del
MAS y la derrota del entreguismo y la mafia narcominera ya es evidente. Por respeto
a nuestros electores no hagamos caso a las “encuestitis”, la mejor encuesta es
el 05 de octubre.