Por: Segundo Matta Colunche
El
PAFE III, reducirá 200 mil toneladas métricas de Carbono (C02) en 10 años.
Gobierno Regional de Cajamarca, a través de PROREGIÓN oferta al mercado
internacional la venta de Bonos de Carbono, lo que generaría un aproximado de
10 millones de soles para inversión en proyectos de eficiencia energética.
Los pronósticos sobre
consecuencias del cambio climático en el mundo, no solo son simples
alteraciones del planeta, sino que estos, podrían causar grandes
transformaciones en el desarrollo de la humanidad. Los compromisos asumidos en
el Protocolo de Kioto (Japón, 11 de diciembre de 1997) fueron tan solo líricos;
los 187 Estados firmantes, incluido Perú, no han asumido con responsabilidad
los problemas ambientales.
AENOR, (certificadora
internacional sobre ventas de carbono), afirma que si no se toman medidas
preventivas, es probable que durante este siglo, la temperatura aumente entre
1.80C y 40C más, incluso 60C más. Los cambios
severos se presentarán a través de: aumento de sequías y lluvias, una atmósfera
más calurosa que provocaría el derretimiento del hielo en los polos, se
elevaría el nivel del mar, las tormentas tropicales sucederían con más
frecuencia, etc. Sin embargo, los gobiernos, cuyos países han alcanzado un
importante nivel de industrialización, patean el tablero las veces que quieran
cuando se trata de mitigar el cambio climático.
Han pasado 18 años de
la firma del Protocolo de Kioto; y, el mundo industrializado ha conseguido que
la concentración de gases haya aumentado un 30% desde el siglo pasado, cuando
sin la actuación humana, la naturaleza se encargaba de equilibrar las
emisiones, según informa la secretaría de la Convención sobre el Cambio
Climático. Es imposible frenar la emisión de gases por la actividad misma del
hombre, pero si se puede mitigar. Compromiso que las grandes corporaciones
trasnacionales no quieren aceptar.
Hay factores que
determinan la evolución de las emisiones: incremento demográfico, crecimiento
económico, desarrollo social, desarrollo tecnológico, desarrollo ambiental y
desarrollo político institucional. Imposible limitar el desarrollo de
actividades que generan oportunidades para el desarrollo humano; sin embargo,
estas se hacen sin control, sin una clara regulación socio ambiental. Basta con
poner ejemplos: minería en Cerro de Pasco, Cajamarca, Huancavelica y Apurímac;
explotación petrolera en Iquitos; transporte urbano en Lima, Chiclayo y
Trujillo; minería ilegal en Madre de Dios; tala indiscriminada de árboles en
nuestra selva; aguas residuales sin tratar en Lima, Chiclayo, Iquitos,
Cajamarca, etc. La mayoría de casos descritos están en manos de corporaciones
trasnacionales.
El sistema normativo
peruano avala tal insensatez. La constitución de 1993 (Fujimori-Montesinos) se
hizo para dar carta blanca a las trasnacionales. Con el cuento de “la inversión
y crecimiento económico”, se han quitado derechos fundamentales a la ciudadanía:
derecho a la tierra, alimentación y ambiente sano, derecho de acceso a los
recursos naturales (agua, aire, bosques, minerales y otros). Somos dueños de
todo, pero nos limitan y en el extremo nos prohíben aprovecharlos.
Sobrepasaría
extremadamente los tres mil caracteres del artículo al seguir describiendo. Pero,
no podemos dejar de informar, lo que generaría el cumplimiento de las obras de
electrificación rural (PAFE III, PRER, saneamiento, reforestación, proyectos
productivos sostenibles y otros) que admiten mitigar efectos del cambio
climático. Cerramos brechas sociales, pero también protegemos el medio
ambiente.
El Gobierno Regional
de Cajamarca, a través de PROREGION, elabora un proyecto de venta de Bonos de
Carbono hasta por 10 millones de soles. Estamos listos para ofertar 200 mil
toneladas métricas en 10 años. Cajamarca es el primer gobierno regional que
apuesta por una alternativa diferente al modelo extrativista.
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