Por Jorge Tejada Campos
Docente Universidad Nacional de Cajamarca
Algunos aspectos que merecen reflexión a raíz de lo que ocurre en Cajamarca las expreso enseguida espero sus opiniones:
La población organizada, mediante sus representantes de rondas urbanas y rurales, sus sindicatos y frentes de defensa local, constituyen el germen y práctica de la democracia participativa, democracia que hoy está siendo desautorizada en todas las formas y, practicamente, por todos los medios nacionales de difusión, con honraosas excepociones, para "dialogar" justamente con los representantes de la democracia representativa a quienes les afecta seriamente la democracia participativa. Como es el caso de los gobiernos locales, que ganaron con el discurso progresista de la izquierda y ahora gobiernan con la "acción técnica" de la derecha.
Otro factor importante es que a los Cajamarquinos, por haber protestado con justicia por la defensa de nuestras aguas y el medio ambiente, se nos considera casi como ignorantes, analfabetos o ultraizquierdistas, que hemos sido manipulados por un señor supuestamente terrorista, tendríamos un presidente del gobierno regional pelele, incapaz y que obedece los mandatos de un tercero. Ese es el modo de preparar el camnio para eliminar uno de los últimos escollos vigentes que reconoce la democracia representativa; lo que pasa es que el presidente regional que fue elegido por voto universal sabe que la democracia representativa es limitada, estéril e incompleta; que es necesario la vigencia de la democracia participativa, el mismo presidente regional ha nacido en el sindicato de maestros, en las rondas campesinas, en los frentes de defensa, conoce desde adentro el valor de la participación, y la limitación de la democracia participativa.
Ni el rpesdiente regional es un pelele, ni los cajamarquinos somos ignorantes, que necesitamos ser informados de las bondades de la minería. El aporte de Cajamarca a la lucha por el medio ambiente, por la defensa del agua, las denuncias sobre contaminación por la minería, está a la vista. El compromiso de la inmensa mayoría de cajamarquinos por la vida del planeta será comprendida progresivamente, por la propia población limeña, cuando dentro de pocos años tengan que ver la necesidad de cuidar la última gota de agua, pues Lima es una de las ciudades más sensibles a esta inminente realidad.
Otro aspecto relevante es meditar sobre el significado del diálogo. Dialogar, en un contexto de conflicto, implica reconocer que los actores tienen diferente opinión sobre un aspecto que afecta a todos o a algún actor social. En nuestro caso, la actividad minera está afectando el agua, en calidad, cantidad, usos, cursos de agua, aunque sea sólo ese el punto, pues estamos simplificando el problema. Ahora bien, frente a este problema, la minería tiene una visión, el gobierno central tiene otra y Cajamarca, representada por su gobierno regional, gobiernos locales y también por los representantes de la democra participativa: rondas, frentes de defensa, sindicatos, etc. Todos ellos en un diálogo tienen derecho a voz y voto, no se puede negar su importancia, su voz y sus decisiones. Dialogar solamente con los alcaldes, el gobierno regional y el gobierno central, implica mutilar la esencia del diálogo, no olvidemos que la empresa minera nunca ha participado en la mesa, la minera es un actor social que no debe estar sentada en el balcón, mirando cómo se resuelve el problema en los momentos de diálogo Cajamarca-Gobierno Central; y luego, establece su estrategia para dominar los escenarios y hacer que el gobierno central actúe segun sus intereses. Además hay que cuestionar seriamente el proceso del diálogo, como es conocer con anticipación el temario, intercambiar información de todas las partes, establecer criterios de equidad de participación de actores, conocer con anticipación quienes son los actores, y sobre todo voluntad de entenderse entre actores para consensuar resultados y ser beneficiados todos. En este contexto, considero que debe hacerse un análisis los momentos previos, los procesos antes durante y después de los supuestos diálogos, que en el fondo no han sido tales, pues en ninguno de los casos ha habido auténtico diálogo.
Finalmente, hay que valorar el valor de la prensa: qué medios cubren la información, cómo cubren la información, y para qué sirve la información que se difunde. No hay diálogo transparente donde la presencia de la prensa está limitada, que difunde sólo lo que interesda a un actor, como relevar lo que hace el actor favorecido y ridiculizar al adversario; además, es necesario conseiderar, el rol posterior de la prensa que difunde opimión reiterada sobre la bondad del gobierno central y ridiculiza, menosprecia, insulta, e intencionadamente difunde minitiendo lo que piensa el actor que no les conviene. En Cajamarca, percibimos con toda claridad el rol de la prensa a nivel nacional y podemos percibir cuál es su intención, cómo mienten y cambian a favor de la actividad minera los resultados de los supuestos diálogos. Por qué no dan oportunidades a los actores locales?,¿ en igual medida que lo hacen a los representantes de Lima?. ¿Por qué la prensa de Lima difunde su propia opinión y no difunde de manera imparcial los hechos?.
La prensa de Lima y bastante de la prensa local está al servicio de la Minera, de esto lo sabemos de sobra en Cajamarca, con 20 años de actividad de la minera en Cajamarca.
Considero que estas ideas deben permitir mayor debate en favor de la transparencia, la educación ciudadana y sea posible realizar verdaderos diálogos, entendimientos colectivos, donde el gobierno auténtico pueda tener mirada amplia, para tomar las decisiones políticas más pertinentes.
Aun quedan pendiente otros aspectos que merecen reflexión:
¿Es el momento de que el Perú de hoy inicie un debate sobre el medio ambiente?, ¿qué hacer ahora para asegurar agua en los valles y las ciudades dentro de 50 años?, ¿Hasta cuando seguiremos siendo exportadores de materia prima, como es minerales con cero valor agregado?, ¿cuando termine el boom minero, Qué queda para el Perú?, ¿Es justa la distribución de los beneficios, es decir, cuánto se beneficia la minera y cuánto se "beneficia" el Perú y los ámbitos locales?, ¿Un estudio de impacto ambiental implica sólo viabilidad técnica, o también viabilidad ambiental, social, económica y política?.
¿El estudio de Impacto ambiental sólo se reduce al ámbito de influencia directa o, también, tambien, hay que tomar decisiones sobre la cuenca, el corredor económico, el desarrollo real y no sólo crecimiento de un sector social?
¿Qué significa, desarrollo apoyado en empresas primario exportadoras, como enclaves mineros, que siempre han generado conflictos con la población local?
¿Cuántos años durará el boom minero para la población cercana al área de influencia directa de la minería?.
¿Los pagos por servicios ambientales cómo se van a abordar?, ¿es suficiente los progrmas de mitigación, de cierre de mina y rehabilitación del área impactada?.
Sobre estas preguntas y probablemente hay más, necesitamos debatir, para el bien local, regional, nacional y mundial.
Si considera que estas ideas nos ayudan en la problemática minera y ambiental ruego a usted difundir el presente comentario.
Atte
Jorge Tejada Campos
Docente Universidad Nacional de Cajamarca
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