Por Segundo Matta Colunche
Este 1 de octubre celebramos a nivel nacional el
“Día del Periodista”, llegamos a esta fecha -con raras excepciones- con serios
cuestionamientos a quienes manejan la opinión pública en el país. Primero
porque se ha monopolizado la dirección de las comunicaciones, fundamentalmente
por El Comercio, con clara dirección política (extrema derecha) y, segundo, por
el intento de corromper a la prensa de provincias, tratando de comprar espacios
informativos, dejando de lado la ética y decencia periodística. Hay un serio peligro
de retornar a la época más nefasta de la historia republicana
(fujimontesinista) donde se compraron las líneas editoriales de los principales
programas periodísticos y se armó toda una red de periódicos chicha para
desprestigiar a líderes políticos de oposición, dirigentes sociales,
periodistas honestos, intelectuales y magistrados que mostraban una posición
independiente.
El último reportaje difundido por el programa
“Sin Medias Tintas” de Canal 2-Frecuencia Latina, es prueba que la mafia sigue
rondando en varios pueblos de la patria, no sólo en medios nacionales, sino en
algunos programas locales que antes de realizar una investigación, han
reproducido al pie la letra las mentiras y falsedades de dicho informe. La
estrategia: Lima lanza la basura, en provincias se reproduce. Lejos queda el periodismo
decente.
Pero si similares hechos se produjeron durante la
dictadura fujimontesinista, no es raro que sus retoños hagan lo mismo. Además
asesores de esta gran mafia siguen siendo los principales voceros: defensores a
ultranza de sus líderes Alberto Fujimori y Vladimiro Montensinos, presos por
corrupción y delitos de lesa humanidad.
Ante los intentos de amenazar la libertad de
prensa y expresión, nos queda a los gremios periodísticos defenderla con
coraje. La Asociación Nacional de Periodistas, Federación de Periodistas del
Perú, Colegio de Periodistas, Asociación de Comunicadores Sociales y Círculo de
Periodistas Deportivos, con sede en Cajamarca, han expresado su voluntad de
hacer respetar los derechos fundamentales de la persona.
Atentar contra la libertad de expresión y de
prensa, con negociados bajo la mesa y con chantajes, es un grave peligro. La
información verás es una acto de justicia con el pueblo, pero si esta pierde
esa característica no es otra cosa que calamidad.
Debemos reafirmar que el derecho a la libertad de
expresión es uno de los más fundamentales, es esencial en la lucha por el
respeto y promoción de todos los derechos humanos. Sin el derecho de opinar libremente,
de denunciar injusticias y clamar cambios, el hombre está condenado a la
opresión.
Por estas razones, el derecho a la libre
expresión es uno de los más amenazados, tanto por gobiernos represores que
quieren impedir cambios, como por individuales que quieren imponer su poder
económico, callando a los otros-al pueblo.
La lucha por la libertad de expresión nos
corresponde a todos, ya que es la lucha por la libertad de expresar nuestra
verdad, partiendo siempre de la realidad. Respetar la libertad de los demás significa
también el respeto a la dignidad humana.
El
destacado periodista polaco Ryszard Kapuscinski, maestro de la Fundación Nuevo Periodismo
Iberoamericano, creada y presidida por Gabriel García Márquez, en una de sus
frases expresaba lo siguiente: "Para
ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas
personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede
intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus
dificultades, sus tragedias".
Este
1 de octubre, significa para los hombres de prensa, el recuerdo de un día de
las históricas luchas por la libertad de expresión y de prensa, no sólo debe
ser día de festejos sino de reflexiones para encaminar esta noble profesión al
servicio de los más pobres, de los que no tienen voz, del pueblo.
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