Por: Segundo Matta Colunche
Iniciamos el año 2016
apreciando la “línea maestra” de la derecha reaccionaria: el poder mediático y
económico comandan la campaña. El diario de la ilegal concentración, El
Comercio toma postura sobre el proceso electoral del 10 de abril. En nombre de
la “democracia” abre sus páginas a 4 candidatos que lideran las preferencias
electorales.
A tres meses de la
elecciones generales 2016, la derecha tiene claro sus candidatos. Planes y
propuestas son acomodadas de acuerdo a la coyuntura. Ahora, todos se
autoproclaman “ambientalistas”, cuestionan al modelo neoliberal, a la
recentralización, a irresponsabilidad de las mineras, al crecimiento económico
y, en fin, piensan cambiar la Constitución del 93. Nadie se considera de
derecha, se hacen llamar de izquierda o centro izquierda, como el nombre
estuviera de moda o son conscientes que este modelo agoniza y no da para más.
La derecha
caricaturiza a la izquierda como si fuera la última panacea a la pobreza. Miden
cifras y se golpean el pecho por el sostenido crecimiento económico,
alharaquean a los inversionistas, mitifican alianzas, abrazan a los pobres y
expresan empatía con ellos. Su imagen personal gira en función del símbolo de
su “partido” que dicho sea de paso tienen la primera letra de su nombre (PPK,
K, A, T). Importan asesores de campaña para captar y conquistar esporádicas
simpatías. El objetivo: ganar la contienda.
Al otro lado, muy
débiles y divididos está la izquierda. Tienen un programa, una propuesta e
incluso hay liderazgos que podrían avanzar en contraposición a la derecha
reaccionaria. Están ligados al movimiento social y sindical; empero, el
sectarismo los ha pulverizado para vivir juntos pero cabalgar por separado.
Ataques históricos, más que por conveniencia particular que por acción
revolucionaria a favor del pueblo.
La izquierda la tiene
claro: cambio de Constitución, Asamblea Constituyente, Regionalización y
Descentralización real, Reformas profundas en el Estado, Desarrollo Económico y
Social; y, gestión del medio ambiente. Nada
podría cambiar el país si solo parches engalana cada cinco años el cambio de
gobierno. Avancemos a refundar la república con la participación plena del
pueblo.
Desde Cajamarca, se
levanta la propuesta de afianzar la candidatura del preso político Gregorio
Santos a la Presidencia de la República. Su liderazgo claro han encontrado eco
en un sector importante del electorado nacional. Los seguidores de Santos vía acción
política van acuñando un mensaje que llegue al sector popular; sin duda, hay un
“ejército” de militantes que caminan pueblo por pueblo cual “chasqui” en pos de
construir una patria nueva.
Aquí algunos mensajes que
circulan por las redes: 1) Fortalecer y consolidar las
capacidades de planificación y formulación de proyectos para cerrar las brechas
sociales. El SNIP es perfectible, 2) El Ministerio de la educación, la ciencia
y cultura tendrá una dirección de promoción del cine, la música y la pintura,
3) La educación y la salud pública con escuelas y hospitales dignos es nuestra
bandera. Asumimos el reclamo de maestros y trabajadores de la salud, 4) La
violencia, la delincuencia y la inseguridad es consecuencia de la desigualdad y
la exclusión; para resolverlas hay que refundar el Estado, 5) La
ideología del continuismo CONFIEP-COMERCIO es la de Almagristas y Pizarristas;
el oro es su divisa. La ideología nuestra es el Perú. Súmate y gobernemos
juntos.
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