Por: Segundo Matta
Colunche
La
Constitución del 79 definía la inmunidad parlamentaria para Senadores y diputados; pero la del 93 -aprobada por la dictadura
fujimontesinista- blinda abiertamente a los “padres de la Patria”.
Las últimas versiones del
parlamentario Joaquín Ramírez, pinta de cuerpo entero el nivel intelectual de la mayoría de
congresistas. Esto se arrastra desde inicios de la dictadura (1993). Allí aparecieron
tránsfugas sin dirección y nula formación política e ideológica, a lo que Fujimori
y sus secuaces llamaron: “independientes”.
El ingreso o salida de una
bancada parlamentaria costaba millones en la salita del SIN. Pasaron por esta catástrofe,
bichos que destruyeron la democracia y la dignidad del Perú. En esta lacra política recordamos a los Cáceres (Arequipa) a quienes les
soltaron monedas en el Congreso, como rechazo a su detestable transfuguismo, y
otros que se descubrieron por el vergonzoso vídeo Kouri-Montesinos. Aquí, las ideas y principios no valían nada,
se subastaron los puestos de congresistas, actitudes que devienen hasta hoy.
Durante los años 1990-2000,
época en que gobernó la dictadura, las cúpulas se apoderaron ilegalmente de grandes
fortunas. La Procuraduría estima que se perdieron un mil 600 millones de
dólares en corrupción, corresponderían actualmente a 41 años el presupuesto
regional de Cajamarca para inversión. La descripción se comprueba cuando Montesinos,
Fujimori y otros cercanos colaboradores
terminaron tras las rejas. En esta lista también figura el tristemente célebre,
Absalón Vásquez Villanueva, candidato a la presidencia regional Cajamarca,
quien debe al Estado 18 millones de soles. La dictadura destruyó la Libertad de
Prensa, violó los derechos humanos, las leyes se tiraron al tacho de basura,
secuestraron los poderes del Estado. Infectaron las instituciones públicas y
privadas.
Hoy no nos
extraña que retoños de la mafia como el clan Ramírez, del mismo grupo político,
hagan lo mismo en Cajamarca: “compren medios y líneas periodísticas para
desvirtuar la verdad, ejecuten campañas mediáticas de desinformación, hagan
maniobras asistencialistas y regalos por doquier, utilicen clubes deportivos
para proselitismo político- eso sólo sucede en Cajamarca-, y utilizando estos
medios vociferan mentiras y calumnias en contra de autoridades regionales, como
hacen permanentemente contra Gregorio Santos, César Aliaga y dirigentes
sociales ¿Qué demuestran? ¿Ignorancia política o viveza criolla?
La pobre
producción congresal de Ramírez muestra su notable incompetencia, no hay proyectos
resaltantes que haya presentado a favor del pueblo que lo eligió, lejos está de
Mesías Guevara o Jorge Rimarachín, quienes han demostrado identidad con su
región. Más lejos aún con nuestros históricos tribunos como Ramiro Prialé, Luis
Alberto Sánchez, Horacio Zevallos, Javier Alva Orlandini, César Barrera, Orlando Breña Pantoja, etc.
Fueron otros momentos. En ese entonces había brillantes tribunos, juristas,
oradores y polemistas que la historia legislativa no ha resaltado. La otra cara
de la moneda son los repudiables e impresentables quienes no hicieron y no
hacen honor a su denominación de “Padres de la Patria”. Hoy en el siglo XXI, el
Parlamento que merecería tener amplio respeto y prestigio institucional por
parte del soberano, lamentablemente en imagen ante la opinión pública, cada vez
está más devaluado. Actúan impunemente bajo la sombra de la “inmunidad
parlamentaria”. Con una Nueva Constitución y un gobierno del pueblo esto tiene
que cambiar.
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