Por: Segundo Matta Colunche
Desde
las 00 horas del 9 de noviembre de 2011, la capital cajamarquina paralizó sus
actividades para protestar contra el proyecto minero Conga. Las provincias
cajamarquinas hicieron también lo propio en sus jurisdicciones, mientras que las
vías de comunicación a Bambamarca, Celendín, Cajamarca y Fernando Belaunde
Terry, quedaron bloqueadas.
En Cajamarca los pobladores se posicionaron en el km 4.5 y 16 de la
vía a Bambamarca para cortar el ingreso y salida de vehículos de minera
Yanacocha; mientras que a Conga, llegaron cientos de campesinos para verificar
el retiro de maquinaria pesada del campamento minero. La compañía retiró gran parte
de ésta.
En Celendín y Bambamarca, provincias donde se localiza el proyecto
minero Conga, el apoyo a la medida de fuerza fue total. Campesinos, maestros,
alumnos, padres de familia y trabajadores de los diferentes sectores se unieron
a paralización. Los cajamarquinos cuestionan el Estudio de Impacto Ambiental de
Conga, la ampliación de operaciones de minera Yanacocha y la actitud del
gobierno de Ollanta Humala de confabularse con Newmont Coorporation
S.A.-accionista mayoritaria-.
Las protestas fueron permanentes, pero a partir del 24 de
noviembre éstas se radicalizaron al no tener respuesta favorable al pliego de
reclamos de los cajamarquinos. Los comerciantes cerraron sus bodegas y
establecimientos, padres de familia autorizaron a los profesores asumir medidas
de lucha ¡El Pueblo Unido jamás será vencido! ¡Conga no Va! Fueron las arengas
más resaltantes. El mar humano recorría las calles de Cajamarca, Celendín y
Bambamarca.
Tras verse arrinconado, Ollanta Humala envío una comisión de la
Presidencia del Consejo de Ministros a Cajamarca, encabezada por Salomón Lerner
Guittis; ésta repetía la versión del presidente Humala: “Conga Va”. El presidente
Gregorio Santos, alcaldes y dirigentes sociales no aceptaron dichas
imposiciones y en represalia decretaron Estado de Emergencia (EE) por 60 días
en provincias de Cajamarca, Bambamarca, Celendín y Contumazá.
La estrategia cambió. Prohibidas las movilizaciones, la gente desde
sus domicilios respondía con cacerolazos y flameantes banderas verdes que decían
“Conga No Va”. El pueblo estaba decidido a luchar no sólo contra Yanacocha y
Newmont, sino contra la traición del presidente Ollanta Humala que en campaña
prometió cuidar sus lagunas.
La resistencia del pueblo era cada vez más fuerte. En represalia -y
complementado al Estado de Emergencia-, el Gobierno Central bloqueó las cuentas
del gobierno regional, municipalidades de Huasmín, Sorochuco, La Encañada y
Bambamarca. Tras varios días desbloquearon la de los municipios pero el sistema
del gobierno regional no respondía. Los pagos y otros trámites administrativos
era imposible canalizarlos. Se abrieron procesos de investigación al presidente
Santos, alcaldes y dirigentes sociales. Sumaron 39 para el mandatario regional.
Nunca en la historia se había visto esto.
Pasó el EE, se reanudaron las manifestaciones; vino otro Estado de
Emergencia, cayeron dos Ministerios (Lerner y Valdés), los efectivos “del
orden” asesinaron a 5 hermanos cajamarquinos, más de 100 heridos, 150
procesados por el caso Conga, recorte presupuestal al gobierno regional,
persecución a presidente regional-le quitaron su seguridad-, paralelizaron la
gestión; todo esto acompañada de una fuerte campaña mediática con periodistas y
medios pagados desde el gobierno y la minera Yanacocha.
Este nueve (09) de noviembre de 2013 se recordó dos años del
inicio de lucha, los cajamarquinos nuevamente volvieron a Conga para rendir
homenaje a los hermanos que perdieron la vida por defender la dignidad de su
pueblo, pero también para reafirmar la unidad y exigir respeto a los derechos
humanos. Hay muchas razones para expresar nuestra admiración a Cajamarca
heroica, al pueblo heroico.
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