Por Segundo Matta
Colunche
En Moquegua nace José Carlos Mariátegui, el 14 de junio de
1894, hace 119 años. Por la cruda realidad en que vivía la familia se traslada
a vivir a Lima, buscando oportunidades de sobrevivencia. A su corta
edad-8años-, sufre una lesión en su pierna derecha mientras jugaba en su
colegio, lesión contra la cual luchó el resto de su vida. Su necesidad lo llevó
a trabajar a los 14 años como alcanzarrejones y ayudante de linotepista en el
diario La Prensa, en la que luego inició su producción literaria, espacio que
le permitió analizar los problemas económicos y políticos nacionales e
internacionales.
Ante la expansión del capitalismo económico, cuyo dominio
estaba en manos del imperialismo norteamericano, crece la resistencia a este
modelo, denominado hoy salvaje. No fue el único problema, también se profundizó
el latifundio y el levantamiento de los pueblos indígenas, la luchas del
proletariado hacía temblar la casta social del país; los partidos
tradicionales-viejos-de la oligarquía se encontraban en crisis ideológica y
moral, similar a lo que sucede hoy, a las grandes pugnas internas-divididos-;
una nueva generación incurría cuestionando el estado de cosas reinantes. Esta
realidad no podía dejar de repercutir en el pensamiento y acción de José Carlos
Mariátegui.
El Amauta junto al pueblo, convencido que la división de
conservadores y liberales era evidente; el 6 de julio de 1918, expresó con
firmeza, “no necesitamos que se los restaure ficticiamente, necesitamos que se
les sepulte y sustituya”, ante el intento de reorganizar y revisar sus
programas. “Necesitamos nuevas agrupaciones capaces de adquirir efectiva fuerza
popular (...) que aporte a la lucha política, ideas y aspiraciones definidas
(…) que merezcan la adhesión de la gente joven, honorable y consciente”.
Crecía la polarización entre cambio y continuismo, mirando nuestros días entre
extractivismo salvaje y Nuevo Modelo de Desarrollo. Entre traición y
consecuencia.
Desde 1904 hasta los años de 1919, el proletariado bajo las
ideas de Mariátegui, vivía fuertes jornadas de lucha, las calles era el mejor
escenario para expresar sus ideas de cambio. El pueblo trabajador conquistó
ante la burguesía la instauración de las 8 horas de trabajo. Espacios
periodísticos progresistas a los cuales tenía acceso Mariátegui terminaron
cerrados: Nuestra Época, El Tiempo, La Razón. La dictadura de Leguía arrasaba
contra todos quienes pensaban diferente al régimen. Sólo se divulgaban
panfletos en imprentas clandestinas.
La persecución fue tal que terminó deportado a Europa. Por
los años 1914-1918 en este continente se vivía una marea revolucionaria
desencadenada por la Primera Guerra Mundial y extendida por el ejemplo de la
Revolución Rusa (1917), el amauta aprendió Marxismo-Leninismo y se adhirió a
él. Fue un comunista confeso.
Su preocupación fue organizar al pueblo en un gran frente
social el cual se fundó por iniciativa
la Confederación General de Trabajadores del Perú CGTP, donde se concentraron las
fuerzas sociales y populares de todos los trabajadores, bajo un solo principio:
“Unidad y frente único”.
“El frente único no anula la personalidad, no anula la
filiación de ninguno de los que lo componen. No significa ni la amalgama de
todas las doctrinas en una doctrina única. Es una acción contingente, concreta,
práctica. El programa del frente único considera exclusivamente la realidad
inmediata, fuera de toda abstracción y de toda utopía. Preconizar el frente
único no es, pues, preconizar el confusionismo ideológico. Dentro del frente
único cada cual debe conservar su propia filiación y su propio ideario. Cada
cual debe trabajar por su propio credo, pero todos deben sentirse unidos por la
solidaridad de clase, ligados por la misma voluntad revolucionaria y la misma
pasión renovadora. Formar un frente único es tener una actitud solidaria ante
un problema concreto, ante una necesidad urgente”, expresó el
1ero de mayo de 1924 en homenaje al Día de los Trabajadores. ¡Proletarios uníos!
Mariátegui es el paradigma de la libertad y la justicia. Aún
somos ignorantes de su vida y obra. Conocerlo con más profundidad será un
honor. Seguir su pensamiento es fuente de sabiduría, y su práctica, la
auténtica revolución.
No hemos terminado de leer sus 20 obras y sus cientos de
artículos dedicados al pueblo, siendo una necesidad hacerlo. Sin embargo en el
pequeño recorrido de lectura es un libro de grandeza para la patria “Los 7
Ensayos de la Interpretación de la Realidad Peruana”, libro que fue analizado y
comentado en nuestros últimos años de secundaria.
El soñador de una patria grande murió muy joven, a los 36
años (16 de abril de 1930), dejándonos la tarea de continuar y realizar su
“declarada y enérgica ambición: concurrir a la creación del socialismo
peruano”. “La revolución no es calco ni copia, es creación heroica de los pueblos”.
Para forjar y construir un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo.
El Gobierno Regional Cajamarca rinde homenaje al Amauta,
maestro y guía del pueblo. Su pensamiento fortalece y dignifica las luchas y el
trabajo para construir una Gran Región, para consolidar el Nuevo Modelo de
Desarrollo, para construir Una Nueva República, bajo una Nueva Constitución y
con Plan de Desarrollo Nacional. Nada será posible como dijo Mariátegui si no
somos propulsores de la Gran Unidad del Pueblo.
Tras 119 años desde su nacimiento, Mariátegui vive en el
corazón de los cajamarquinos, de los peruanos y de los pueblos del mundo.
¡Trabajadores uníos! Sus ideas se internacionalizaron igual que hoy la lucha de
Cajamarca en defensa de sus recursos naturales, el agua-.
Cajamarca, pueblo heroico apuesta por la más amplia unidad.
No dejaremos de anunciar lo que dijo el Amauta. “El frente único proletario, por
fortuna, es entre nosotros una decisión y anhelo evidente del proletariado. Las
masas reclaman unidad. Las masas quieren fe. Y,
por eso, su alma rechaza la voz corrosiva, disolvente y pesimista de los
que niegan y de los que dudan, y busca la voz optimista, cordial, juvenil y
fecunda de los que afirman y de los que creen”. Construyamos lo que el
pueblo reclama y exige.
Aún en momentos difíciles, Cajamarca es más grande que sus
problemas. Persecuciones del régimen, campañas mediáticas, militarización,
bloqueos económicos, denuncias y encarcelamientos no salvarán a la traición y las
mentiras. El pueblo ha elevado su nivel de conciencia. Las mentiras, son sólo
eso –mentiras-. La consecuencia y firmeza, también tiene su nombre.
A Mariátegui con honor. Cajamarca te respeta.
Cajamarca, 13 de junio del 2013
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