Contrario a lo que
podría pensarse, la protesta de Cajamarca en contra del proyecto nocivo Conga ha
llegado a todo el Perú y el Mundo, y Ollanta Humala debería pronunciarse
ya.
Con el rostro descubierto y con la frente el alto como debe ser, miles de
cajamarquinos salieron a las calles en todas las provincias de la región para
decirle una vez más al Gobierno Nacional que Conga es inviable hoy y siempre por
estar ubicada en cabecera de cuenca.
Sin embargo, más allá de lo que se preveía esta lucha no se ha quedado sólo
en Cajamarca sino a todo el país. Ciudades como Huancayo, Chiclayo, Trujillo,
Huamachuco, Huarmey, Anchash y otras se volcaron a respaldar la medida de los
cajamarquinos, al igual que de los pobladores de Espinar – Cusco quienes temen
mayor contaminación de los recursos hídricos y del medio ambiente por parte de
las empresas mineras.
Pero el trescendido llega aún más alla: a toda Ameríca Latina y el mundo. Los
movimientos sociales y políticos latinoamericanos, las organizaciones de bases,
los colectivos políticos y los compañeros de todos los pueblos de la Patria
Grande Latinoamericana, levantan hoy su voz de protesta, llena de indignación,
impotencia y luto por el cobarde asesinato de cuatro hermanos y más de 100
heridos en Espinar Cusmo; así como la detención y maltratos de 25 personas,
hombres, mujeres y niños, todos ellos hermanos campesinos por parte de la
Policía Nacional del Perú bajo la orden del Gobierno de Ollanta Humala
Tasso.
De la misma forma, rechazan el respaldo del gobierno de Ollanta Humala al
proyecto minero Conga ubicado en la región de Cajamarca, que pretende secar
cuatro lagunas para entregarlas a la extracción minera y tajo abierto para la
extracción de oro, con políticas tan asesinas como las balas cobardes disparadas
hacia nuestra gente.
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