Por: Segundo Matta Colunche
Marco Arana es destituido de la Iglesia |
Madre
Teresa de Calcuta decía en su homilía sobre la esperanza, “no es necesario que veamos claro si
vamos progresando o no en el camino de la santidad. Lo importante es ir
caminando en el Señor”. La fe en Cristo
va más allá de predicar con la Biblia en la mano, es hacer del libro más
importante del mundo la guía de práctica y teoría para la paz y la felicidad.
Quienes
conocemos al sacerdote Marco Arana Zegarra, podemos dar fe de su inquebrantable
lucha por la defensa de los más pobres. Desde la iglesia, como autoridad
religiosa y como siervo de Dios se mantiene siempre alerta de lo que pasa en Cajamarca,
al igual que muchos pastores de la fe aspira a darle a su pueblo mejores condiciones
de vida. No debemos olvidar que con sotana o sin ella nunca dejó de predicar el
evangelio de las Buenas Nuevas. Admiramos y valoramos su consecuencia en sus
principios e ideales.
El
padre Arana al igual que el desaparecido padre Issac (QDDG y EPD) nunca vacilaron en defender la dignidad de su
pueblo, la tierra de los campesinos, la casa de los humildes, la fe y esperanza.
Comprendieron la rebeldía del pueblo, y se sumaron a la lucha por sus reivindicaciones.
Issac antes de ir al cielo, expresó: “…La
Iglesia, aquella iglesia que está al lado de los pobres, de los que sufren, de
los excluidos, de los humildes; es la Iglesia de Cristo, del Dios redentor”.
Nada más heroico que abrazar la fe al servicio de los que más lo necesitan.
En
medio de grandes desavenencias convertidas éstas en exclusión para las mayorías,
no todo está perdido, los seguidores de
Cristo ven con esperanza que Dios tiene a un siervo lleno de fe en la Santa
Iglesia Católica - El Papa Francisco, Jorge Mario Bergolio –. El Santo Padre en
su reciente encíclica sobre la Ecología afirma contundentemente: “El sometimiento de la política ante la
tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las Cumbres mundiales
sobre medio ambiente. Hay demasiados intereses particulares. Y muy fácilmente
el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la
información para no ver afectados sus proyectos”. Si este mensaje reprodujeran
los máximos representantes de la iglesia en el Perú, estamos seguros que los
templos no alcanzarían y la feligresía católica habría alcanzado su máximo
nivel de confianza de la que hoy carece, veríamos en la calles a los hombres de sotana alzando las banderas
blancas de la paz y la libertad, y verde
de la naturaleza.
El Papa Francisco
hace esfuerzos por retomar la confianza de un mundo desconfiado, dividido,
violentado por el poder económico, sometido a guerras y destrucción de su hábitat.
Marco Arana avanza en esa dirección. Se le critica por asumir ideas de
izquierda sin entender que el hombre por naturaleza es político, que tiene
derecho a pensar diferente, que tiene derecho a estar al lado de lo que Cristo
hizo: “predicar el evangelio de Dios para los pobres y los humildes”.
Cuántas acciones de persecución,
calumnias y difamaciones han pesado en contra de Arana. Por citar algunas: A
inicios de la década pasada hubo un sistemático reglaje por parte del Servicio
de Inteligencia en alianza con Yanacocha, él junto a Gregorio Santos son perseguidos
y sometidos a una salvaje campaña de desprestigio por la prensa reaccionaria –
vocera de Yanacocha -, en pleno conflicto Conga la policía agredió brutalmente
al sacerdote, la DINI de García y Humala siguieron a pie puntilla los pasos de
Arana y líderes sociales de Cajamarca, etc. Faltaría espacio para describir los hechos que
denigrantes.
Hace años una frase
cuyo autor se desconoce daba la vuelta al mundo y que en sus homilías eran difundidas
por los seguidores de Cristo: “Si llevo
regalos, me dicen Santo; pero si defiendo a los pobres, me dicen terrorista”.
A los “terroristas”, a los que llevan el mensaje de Cristo para cambiar el
mundo de la barbarie son a los que hoy les echan de la casa de Dios.
Estamos seguros que
Dios estará con Cajamarca, guiará a Marco Arana para que desde los diferentes espacios
lleve el mensaje que Cristo nos enseñó: “Amaos los unos a los otros” y para
ello se necesita el agua y la tierra limpia, defender la creación.
Fuerza Marco Arana!
solidaridad!
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