Medio país en protesta

Por: Segundo Matta Colunche

#Cajamarca se movilizó en solidaridad con Islay (#Arequipa)

Ocho regiones del país acatan paro de 48 horas en solidaridad con el pueblo de Islay (Arequipa), por muertes y represión que sufren sus pobladores por parte del Gobierno Central y empresa minera Sauthern Cooper Corporation.

En medio de fuertes escándalos de corrupción que salpica a palacio de gobierno (Humala-Nadine-Belaunde), 08 regiones del Perú se movilizaron en protesta por la represión y asesinato de 4 pobladores de Islay en la región de Arequipa. Los protagonistas principales de la legítima rebeldía fueron estudiantes universitarios, organizaciones sociales y líderes políticos de izquierda.

Las calles de Arequipa, Puno, Cajamarca, Apurímac, Ayacucho, Moquegua, Cusco y Tacna fueron escenarios de importantes manifestaciones contra medidas reaccionarias que atentan contra la vida y la salud del pueblo de Islay (Arequipa). En esta provincia fueron declarados en Estado de Emergencia todos los distritos, incluso antes de esta medida fue intervenida militarmente la zona de protesta.

Al igual que en Cajamarca, en Arequipa el pueblo ha expresado su rotundo rechazo al Gobierno Central por la insistencia en la explotación del proyecto minero Tía María que afectaría grandes extensiones de cultivo de arroz. Es decir, un proyecto extractivo más sin licencia social y que ha cobrado la vida de 5 hermanos arequipeños, cientos de heridos, detenidos y perseguidos. En medio de las protestas se desataron actitudes provocadoras del gobierno humalista y la derecha reaccionaria como: 1) El Premier Pedro Cateriano al margen de la ley y con evidente intromisión en asuntos estrictamente independientes de los poderes del Estado, hizo un llamado a la Fiscalía y Poder Judicial poner a la cárcel a los manifestantes, 2) Ollanta Humala llamó “grupo pequeño de violentistas” a quienes expresan su descontento contra la minera Tía María, 3) Un representante de la minera Sauthern adjetivó de “terroristas” a los dirigentes sociales, 4) La minera por intermedio de un manipulable abogado intentó sobornar a un dirigente social y sólo este último terminó en la cárcel, 5) Militarizó varios  distritos de Islay, 6) El Ministro Guadalupe desinformó a la población al indicar que un arequipeño murió producto de un impacto con una piedra, cuando las pruebas determinaban que fue impacto de bala de la policía, 7) Durante el Estado de Emergencia hay violación de derechos humanos-las fuerzas armadas y policiales amenazan física y psicológicamente a madres y niños-, 8) Periodistas perseguidos y varios de ellos han fugado de la zona, 9) La fratricida campaña mediática gobiernista a favor de la empresa minera, 10) La militarización de 08 regiones del país que han expresado su solidaridad con Arequipa, 11) Bloqueo de cuentas financieras de cuatro municipalidades arequipeñas cuyas autoridades acompañaron a su pueblo en defensa de sus tierras. Como describiéramos en un artículo anterior: “Camino a una dictadura”.

La rebeldía del pueblo peruano ha sobrepasado fronteras de la región. En Francia, España y Alemania también existieron manifestaciones pacíficas. Vía redes sociales se publican acciones de rechazo a la irresponsabilidad de empresas mineras que operan impunemente en el Perú y Latinoamérica. A diferencia de Ecuador, Bolivia, Argentina, Chile, Venezuela, Nicaragua, Uruguay y Costa Rica donde sus gobiernos han puesto las reglas claras a las trasnacionales, el gobierno peruano ha expresado su total complacencia con ellas. A todas luces se evidencia que quien gobierna en el Perú es la COFIEP, La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), y las Cámaras de Comercio que han excluido a pequeños empresarios.

La protesta peruana no solo es por el rechazo a irresponsables empresas mineras, sino al Sistema Neoliberal que gobierna nuestro país. En Lima y provincias las amas de casa han expresado su malestar por la escasez del gas licuado de petróleo. Necesitamos una Nueva Constitución-democrática y patriótica-, aquella que exprese el sentir de todos los peruanos, en especial de los más excluidos.  

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