Por: Segundo Matta Colunche
De acuerdo
a la Nueva Ley Universitaria Nº 30220, denominada: “Reforma Universitaria” este
año se realizarán las elecciones para rector y vicerrector mediante voto
universal. La Universidad Nacional de Cajamarca, hasta hace un año, tenía una
normativa muy superior a la actual Ley Universitaria en cuanto a democracia.
El pasado
26 de junio fue aprobado por el Congreso de la República, la Nueva Ley
Universitaria (NLU), seis meses después que la Comisión de Educación que
preside Daniel Mora, diera luz verde al dictamen. Durante dos años hubo una
resistencia por parte de los sectores juveniles encabezados por la Federación
de Estudiantes del Perú. Luego de este intenso debate, el 09 de julio se
publica la Nueva Ley Universitaria en el diario oficial El Peruano.
La norma
establece la creación de la Superintendencia Nacional de Educación
Universitaria (Suneu), institución que reemplazará a la Asamblea Nacional
de Rectores (ANR). Dentro de sus funciones, la Suneu deberá supervisar
la calidad universitaria, fiscalizar el uso de recursos y autorizar la apertura
de nuevas universidades. En el reglamento de la NLU establece que son las
Asambleas Estatutarias quienes elaboran los reglamentos internos del proceso
electoral y vigila el cumplimiento de los mismos, institución que luego se
convertirá en Asamblea Universitaria.
La Nueva
Ley Universitaria que por cierto tiene ciertas observaciones por parte de
estudiantes y maestros, cambia algunas estructuras administrativas y
académicas. Un sector de docentes y estudiantes observaron el dictamen y
expresaron su rechazo a dicha Ley, mientras que otros se quedaron complacidos
por las normas aprobadas. Sin embargo, debemos precisar algunos puntos que
teóricamente establece la Ley:
Estructura
orgánica: La Asamblea Universitaria, El Consejo Universitario, El
Rector, los Consejos de Facultad y los Decanos; también puntualiza
funciones de la Universidad: Formación profesional, investigación,
extensión cultural u proyección social, educación continua, contribuir al
desarrollo humano, y las que señala la Constitución Política del Perú, la ley,
su estatuto y normas conexas. Es decir: “La Universidad es centro
de la investigación, desarrollo humano y social de los pueblos”.
Si miramos
los principios de las universidades, corroboramos la exigencia de miles de
peruanos: “…búsqueda y difusión de la verdad; calidad académica; autonomía;
libertad de cátedra; espíritu crítico y de investigación; democracia
institucional; meritocracia; pluralismo, tolerancia, diálogo intercultural e
inclusión; pertinencia y compromiso con el desarrollo del país; afirmación de
la vida y dignidad humana; mejoramiento continuo de la calidad académica;
creatividad e innovación; internacionalización; el interés superior del
estudiante; pertinencia de la enseñanza e investigación con la realidad social;
rechazo a toda forma de violencia; intolerancia y discriminación; y ética
pública y profesional”. Si se hace esfuerzos por la socialización y su
cumplimiento estaríamos caminando hacia una moderna renovación educativa.
Sin
embargo, el cambio de estructuras tradicionales les es duro todavía; ya que, la
Ley también reafirma la libertad absoluta a Universidad Particulares y, al
mismo estilo fujimorista, otorga total libertad para las “empresas” lucren con
la educación superior. En Perú existe sólo 31 universidades públicas (37.80%) y
sorprendamente avanzamos a cobijar a 59 universidades privadas (62.195%). Según
el último ranking de las 10 mejores universidades del Perú, solo la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos estuvo considerada relativamente en ésta
categoría. Los gobiernos neoliberales maltrataron y abandonaron la educación
pública y por su intermedio a los hijos del pueblo. La NLU moderniza en parte
la educación pública pero sigue dándole carta abierta a la particular.
¿Qué pasa
en nuestra universidad de Cajamarca? La UNC ha tenido el mejor estatuto de todo
el país, la NLU recorta muchos de los derechos que se tenían con el anterior
estatuto. Pero también debemos entender que esta culpa no cae sobre la actual
Asamblea Universitaria, que esforzadamente ha buscado conservar algunos
espacios democráticos como es el Claustro Pleno. Nuestra casa superior de
estudios, contiene en su seno lo mejor de la materia gris de nuestra región:
esta es la oportunidad que la UNC tiene para superar rencillas mezquinas.
La
política universitaria debería dar cátedra de democracia a toda la clase
política de nuestra región. Abogamos que las próximas elecciones de rector, se
den en un ambiente donde prime la tolerancia y las propuestas serias. Abogamos
por un mejor destino de nuestra universidad, que las prácticas académicas y
políticas sean reflejos de cambios profundos, que el desarrollo regional siga
en paralelo al aporte del desarrollo científico de la universidad; y que
entonemos con fuerza la esperanza de una Cajamarca nueva y culta.
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