miércoles, 28 de enero de 2015

La UNC debe dar cátedra política

Por: Segundo Matta Colunche

De acuerdo a la Nueva Ley Universitaria Nº 30220, denominada: “Reforma Universitaria” este año se realizarán las elecciones para rector y vicerrector mediante voto universal. La Universidad Nacional de Cajamarca, hasta hace un año, tenía una normativa muy superior a la actual Ley Universitaria en cuanto a democracia.

El pasado 26 de junio fue aprobado por el Congreso de la República, la Nueva Ley Universitaria (NLU), seis meses después que la Comisión de Educación que preside Daniel Mora, diera luz verde al dictamen. Durante dos años hubo una resistencia por parte de los sectores juveniles encabezados por la Federación de Estudiantes del Perú. Luego de este intenso debate, el 09 de julio se publica la Nueva Ley Universitaria en el diario oficial El Peruano.

La norma establece la creación de la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (Suneu), institución que reemplazará a la Asamblea Nacional de Rectores (ANR). Dentro de sus funciones, la Suneu deberá supervisar la calidad universitaria, fiscalizar el uso de recursos y autorizar la apertura de nuevas universidades. En el reglamento de la NLU establece que son las Asambleas Estatutarias quienes elaboran los reglamentos internos del proceso electoral y vigila el cumplimiento de los mismos, institución que luego se convertirá en Asamblea Universitaria.

La Nueva Ley Universitaria que por cierto tiene ciertas observaciones por parte de estudiantes y maestros, cambia algunas estructuras administrativas y académicas. Un sector de docentes y estudiantes observaron el dictamen y expresaron su rechazo a dicha Ley, mientras que otros se quedaron complacidos por las normas aprobadas. Sin embargo, debemos precisar algunos puntos que teóricamente establece la Ley:

Estructura orgánica: La Asamblea Universitaria, El Consejo Universitario, El Rector, los Consejos de Facultad y los Decanos; también puntualiza funciones de la Universidad: Formación profesional, investigación, extensión cultural u proyección social, educación continua, contribuir al desarrollo humano, y las que señala la Constitución Política del Perú, la ley, su estatuto y normas conexas. Es decir: “La Universidad es centro de la investigación, desarrollo humano y social de los pueblos”.

Si miramos los principios de las universidades, corroboramos la exigencia de miles de peruanos: “…búsqueda y difusión de la verdad; calidad académica; autonomía; libertad de cátedra; espíritu crítico y de investigación; democracia institucional; meritocracia; pluralismo, tolerancia, diálogo intercultural e inclusión; pertinencia y compromiso con el desarrollo del país; afirmación de la vida y dignidad humana; mejoramiento continuo de la calidad académica; creatividad e innovación; internacionalización; el interés superior del estudiante; pertinencia de la enseñanza e investigación con la realidad social; rechazo a toda forma de violencia; intolerancia y discriminación; y ética pública y profesional”. Si se hace esfuerzos por la socialización y su cumplimiento estaríamos caminando hacia una moderna renovación educativa.

Sin embargo, el cambio de estructuras tradicionales les es duro todavía; ya que, la Ley también reafirma la libertad absoluta a Universidad Particulares y, al mismo estilo fujimorista, otorga total libertad para las “empresas” lucren con la educación superior. En Perú existe sólo 31 universidades públicas (37.80%) y sorprendamente avanzamos a cobijar a 59 universidades privadas (62.195%). Según el último ranking de las 10 mejores universidades del Perú, solo la Universidad Nacional Mayor de San Marcos estuvo considerada relativamente en ésta categoría. Los gobiernos neoliberales maltrataron y abandonaron la educación pública y por su intermedio a los hijos del pueblo. La NLU moderniza en parte la educación pública pero sigue dándole carta abierta a la particular.

¿Qué pasa en nuestra universidad de Cajamarca? La UNC ha tenido el mejor estatuto de todo el país, la NLU recorta muchos de los derechos que se tenían con el anterior estatuto. Pero también debemos entender que esta culpa no cae sobre la actual Asamblea Universitaria, que esforzadamente ha buscado conservar algunos espacios democráticos como es el Claustro Pleno. Nuestra casa superior de estudios, contiene en su seno lo mejor de la materia gris de nuestra región: esta es la oportunidad que la UNC tiene para superar rencillas mezquinas.

La política universitaria debería dar cátedra de democracia a toda la clase política de nuestra región. Abogamos que las próximas elecciones de rector, se den en un ambiente donde prime la tolerancia y las propuestas serias. Abogamos por un mejor destino de nuestra universidad, que las prácticas académicas y políticas sean reflejos de cambios profundos, que el desarrollo regional siga en paralelo al aporte del desarrollo  científico de la universidad; y que entonemos con fuerza la esperanza de una Cajamarca nueva y culta.


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