martes, 12 de agosto de 2014

Entre plagios y narcocandidatos

Por: Segundo Matta Colunche

Mientras Jurado Electoral Especial (JEE) del Santa en la región Ancash dio un plazo de 48 horas a Esteban Cacha para retirar su propaganda política: “Cacha con el pueblo”; en nuestra región, existen serias denuncias que giran en torno a los plagios de programas de gobierno y a la presencia de candidatos involucrados al narcotráfico y al lavado de activos.

Controversia ha generado la decisión del Jurado Electoral Especial del Santa en la región Ancash, al exigir al candidato municipal, Esteban Cacha, retirar la propaganda política con el mensaje: “Cacha con el pueblo”. Según la entidad electoral “…está prohibida la propaganda electoral que atente contra la dignidad, el honor y la buena reputación de toda persona natural y jurídica”. El candidato de nombre Esteban, no solo debe estar avergonzado por la sentencia de la entidad electoral sino por llevar un apellido controversial que no es su responsabilidad pero que probablemente le traiga costos mayores.

Según la Real Academia Española, la palabra o el apellido que ha generado discusión, significa: “mango de cuchillo o de navaja” y su infinitivo, “partir o rajar madera en el sentido de las fibras”. El término “Cacha” no tiene ningún significado que atente contra la dignidad o el honor de las personas. Probablemente, la acepción que ha tomado el JNE del Santa, refiere al acto sexual (coito) que dicho sea de paso no es un significado estándar o oficial sino más bien vulgar y que no es recogido por la RAE. Consideramos que la intención del JEE no sólo atenta contra la autoridad de la Academia de la lengua española sino contra el derecho constitucional de un peruano: “a tener un nombre propio y ser respetado”.

Empero, mientras que algunos Jurados Electorales Especiales de diversas regiones del país, se entretienen en los “cachas” o “pinguitas” y que hasta ahora no han resuelto varias tachas y observaciones a listas de candidatos; en Cajamarca, los movimientos independientes aún no tienen el número que los identificará en el próximo proceso electoral. Hecho que puede ser considerado una desventaja si tomamos en cuenta que estamos ya casi en el cierre de campaña política.  

Si bien es cierto no es responsabilidad del Jurado Nacional de Elecciones investigar y sancionar a candidatos con dudosa procedencia (narco-candidatos) o plagiadores de planes de gobierno, debe existir un mayor filtro que impulse la meritocracia en los equipos técnicos de los candidatos y evite que las instituciones públicas sean asaltadas por las bandas criminales que estén relacionadas al narcotráfico. Solo así evitaremos que los gobiernos locales y regionales sean manchados por la mediocridad y/o los dueños de la droga.

Como ya se sabe, es muy peligroso para la institucionalidad democrática, la presencia de candidatos ligados al narcotráfico. Según el investigador Jaime Antezana, hay 124 aspirantes a los gobiernos regionales y locales: “En Cajamarca existe narcocandidatos que hacen campañas millonarias, tienen equipos de fútbol, mobiliarias y están ligados a universidades”, refiriéndose quizá a la familia Ramírez representantes del fujimorismo. Partido que además tiene a lo largo de su historia fuertes nexos con el narcotráfico, sino recordemos que: En 1996 se encontró droga en el avión presidencial que trasladaba al entonces presidente Alberto Fujimori; el 2013 se encontró pasta básica de cocaína en una de las empresas de Kenji Fujimori (hijo del expresidente y hermano de la candidata presidencial Keiko Fujimori); así también, hace algunos días la policía decomisó droga en camioneta de Orlando Tapia, candidato fujimorista a la alcaldía de Barranca (Lima). Además, de que en la lista de los narcocandidatos que presenta Antezana están involucrados varios candidatos regionales y locales de Fuerza Popular.


Cabe preguntarnos: ¿Qué buscan hacer con las instituciones el narcotráfico?, ¿centros de narcotráfico al estilo Colombia o México?, ¿qué hace el Ministerio Público y Poder Judicial para acelerar las investigaciones y evitar que estos criminales lleguen a controlar el Estado?, ¿están los narcocandidatos buscando la inmunidad a través de los cargos políticos? Pero no es solo el narcotráfico lo que debe preocuparnos. También hay plagio de planes de gobierno y propuestas que no responden a la realidad. ¿Qué han hecho los JEEs sobre el particular? Poco o nada. Se entretiene en minucias antes que frenar las mafias que andan en el interior de las agrupaciones políticas. 

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