Por: Segundo Matta Colunche
Las empresas mafiosas extorsionan a funcionarios para hacerse de obras |
En momentos en que la
mayoría de peruanos reclaman Nuevo Modelo de Desarrollo (51%, según Pulso
Perú), sale a flote una serie de vídeos y audios, que demuestran que la
corrupción no solo está en las instituciones públicas, sino que las mafias
están institucionalizadas en el sector privado (empresas contratistas).
Somos el país de audios y videos. El video Kouri-Montesinos
(14-09-2000), desenmascaró la corrupción dentro del gobierno fujimontesinista.
La salita del SIN era el espacio perfecto para corromper al individuo. Allí los
dólares mal habidos, producto de las coimas de las privatizaciones, sirvieron
para comprar congresistas, intelectuales, periodistas, dirigentes sociales,
empresarios, políticos, etc. De esta escuela política vienen: María
Cuculiza, Absalón Vásquez, Pablo Macera,
Walter Chacón (padre de Cecilia Chacón), Nicolás Bari Hermosa Ríos, entre
otros. También, los medios de comunicación que alquilaron su línea periodística
en favor de la corrupción, como: América TV (Crousillat), Panamericana TV
(Genaro Delgado), los Miro Quesada
(Grupo El Comercio), Frecuencia Latina (Los Winter), los diarios chicha, varios
medios radiales locales, televisivos y prensa escrita, fueron usados por
Fujimori para destruir mediáticamente a su oposición y para levantar cortinas
de humo, en favor de la dictadura (el séptimo gobierno más corrupto del mundo).
Los videos y audios han seguido develando otros negociados,
como en los gobiernos de Toledo, García y Ollanta. Solo que ahora un matiz
diferente; ya que, estos videos vienen de
parte de los empresarios contratistas con el Estado; quienes, con grabadora o
filmadora en mano, corrompen a funcionarios públicos. El chantaje llega a tal
nivel, que dicho material es usado para hacerse con la ejecución de obras
públicas.
La Contraloría, el Ministerio Público y el Poder Judicial, no
han logrado frenar la lacra de la corrupción; puesto que, esta está institucionalizada.
La corrupción ya sobrepasa los órganos de control. Por otro lado, estos
organismos de control se han obstinado en dar respuesta a denuncias mediáticas
–muchas de ellas están cargadas de mentiras– antes que realizar un trabajo
profesional de investigación; es decir: “Los medios ponen la agenda a los
órganos de control”.
Las últimas revelaciones que hemos podido presenciar en
algunas unidades ejecutoras de varios gobiernos regionales, muestra como lobistas
o los que se hacen llamar “empresarios” corrompen a funcionarios. Pero no van
solo con los billetes en mano, sino con dispositivos que permitan grabar sus
malos negociados. Una vez grabada, inician los chantajes: “Me das las obras o
difundo los audios o vídeos”. El funcionario que ya cayó en la trampa, no le
queda otra cosa que acceder a su extorción que es propia del lumpen que existe
al interior de empresas o consorcios.
Sin embargo, para vencer todos estos hechos que destruyen a
la moral. Se necesita de gobiernos y organizaciones que estén dispuestos a
combatirla desde adentro; además se necesita castigar a los responsables
directos de estas acciones. Por ausencia de una fiscalización mayor y más
imparcial, es que no es raro que hoy terceros hablen por uno y digan que eres
corrupto o parte de su red. Seamos francos, las mafias enquistadas en las
instituciones tienden a embarrar a todo el sistema de gobierno.
Por ello, sigamos apostando por la descentralización y
regionalización sin dejar, desde nuestros espacios, de combatir a la
corrupción. Es tarea de todos.
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