lunes, 24 de marzo de 2014

Humala y Cornejo están en el limbo

Por: Segundo Matta Colunche


Presidente y Ministro CONFIEP

Según encuesta nacional GFK-La República, presidente Ollanta Humala tiene 20% de aprobación (18 puntos menos que enero) y el deslegitimado premier René Cornejo inicia su gestión con 10% de aprobación, la más baja de todos los presidentes del Consejo de Ministros de la gestión “nacionalista”. 

Los últimos escándalos que sacudieron las entrañas del Poder Ejecutivo, han tenido repercusión en la aprobación de la gestión del gobierno de Ollanta Humala. Hoy no queda duda que los resultados de legitimidad también pasa factura al poder económico, quien es el que digita los cambios en los ministerios y dirige las políticas públicas en la gestión humalista.

Con total cinismo la derecha representada por: el fujimorismo, APRA y el PPC; han cuestionado a la CONFIEP, por su intromisión en asuntos de estricta decisión del presidente. Ahora, de forma descarada, pretenden negar que: fueron ellos quienes vendieron las instituciones del Estado a manos privadas para que decidan el futuro del país. Sino recordemos que, durante la época del fujimorismo redujeron a su mínima expresión las instituciones públicas, poniendo todo en manos del mercado (el capital). 

Asimismo, en el segundo gobierno de Alan García, se hizo un uso abusivo, indiscriminado e inconstitucional de los decretos de urgencia (DU) expidiendo en el último quinquenio 383 de esas normas, que abarcaban materias que iban desde la regulación de las escalas salariales de los altos funcionarios del Estado hasta la disposición de excepciones sobre límites presupuestales. Según un estudio que publica IDL, de las 525 normas con rango de ley emitidas por el Poder Ejecutivo entre el 2006 y 2011, 383 fueron Decretos de Urgencia; es decir, el 72.95% de toda la producción legislativa.  Varias de las normas emitidas otorgaban concesiones abiertas de puertos, minas y bosques a las trasnacionales mineras y petroleras. Por ello, ya nadie puede negar la alianza CONFIEP-APRA.

El PPC, con el cuento de la “gobernabilidad” siempre actuó como segundón en todos los gobiernos (las cuotas de poder fueron más fuertes y convenientes que la institucionalidad ética y moral de las bancadas). Toledo siguió el mismo camino, he allí el origen del sombrío recuerdo que acompaña a su gestión. Ollanta Humala va en esa dirección.

Del Humala que ganó el gobierno a nombre del pueblo ya no queda nada; por eso, hace todo lo contrario a lo que alguna vez prometió. La alianza Humala-CONFIEP, sepulta la esperanza de tener un gobierno “nacionalista” como se hacen llamar. La aprobación del 20% del presidente Humala lo ubica en el limbo, desde que asumió el gobierno. Este descontento es generalizado; puesto que, también alcanza a la primera dama, Nadine Heredia, que tiene apenas un 27% de aprobación. Dicha impopularidad es lógica, si se tiene en cuenta que es Nadine Heredia quien hace el papel de comunicadora de las decisiones que toma la burguesía apátrida.

No solo desaprobación nos trae esa encuesta. También nos dice que: la ciudadanía exige que se ponga en debate el salario mínimo  vital (88%), que la primera dama no interfiera en decisiones del ejecutivo (78%), que el premier Cornejo aclare sus vínculos empresariales con el Estado (71%), que prioricen el trabajo en educación (71%), seguridad ciudadana (62%) y Salud (55%). Ojalá esta vez la voz del pueblo sea escuchada.

Podemos concluir que, pese al cuestionado voto de confianza, Cornejo inicia su gestión deslegitimado; ya que, sólo el 10% de la población la aprueba. En resumen diremos que: Presidente y Primer Ministro están en el limbo.

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