Por Segundo Matta Colunche
Hoy 01 de octubre se celebra a
nivel nacional el Día del Periodista, noble profesión para tan delicada labor.
Regularmente se celebra con acciones sociales (festejos), en pocos lugares de
la patria se abren espacios para el análisis y autocrítica de nuestra labor.
Los periodistas utilizamos los
medios masivos para opinar de los demás, encontrar errores o aciertos; pero
también debemos ponernos a disposición del pueblo para que éste diga lo que
somos. En una verdadera democracia la crítica y la autocrítica debe ser la
bandera de un periodismo decente.
Sin lugar a dudas, llegamos a
esta fecha en momentos no tan agradables para la libertad de expresión y de
prensa en el país, los hechos deplorables suscitados durante la dictadura son prueba
de ello, uno de los principales poderes (la Prensa), ha estado envuelto en
cuestiones denigrantes, muy lejos de la ética profesional. Quizá ese sea uno de
los antecedentes que cierto sector del periodismo arrastra. Revertir esta
realidad sí es posible, fortalecer los gremios de la prensa también es posible,
hacer más digna nuestra profesión indudablemente es posible. Necesitamos la no
interferencia de los poderes políticos y económicos a nuestra labor diaria.
Necesitamos que la autoridad
actúe con respeto hacia los hombres de prensa, no ofreciendo migajas para
callar la verdad, no chantajeando para desvirtuar la información. Sólo así
construiremos la auténtica libertad de prensa. Necesitamos hacer esfuerzos para
que la sociedad vuelva a creer en nosotros, para que los pueblos nos vean no
como sus enemigos, sino como sus amigos. Necesitamos mayor formación académica
profesional-ésta nunca termina-, necesitamos que el periodista se convierte en
vocero legítimo de la población, que acompañe en las cosas agradables y
desagradables de un pueblo. En realidad queremos que el paradigma de la
información sea la voz de los que no tienen voz.
En este país donde todo se compra
y todo se vende, queremos que la excepción, primera y final, sea la dignidad
humana. No manchemos el honor de las personas, ellas tienen sentimiento, tienen
familia, tienen amigos, tienen un pueblo que las vigila. Asumimos que como humanos
cometemos errores, lo asumimos con
responsabilidad, pero debe servirnos como aprendizaje para enaltecer esta noble
profesión.
Hermanos periodistas de
diferentes lugares del Perú: nuestro día también es día del pueblo. Somos
nosotros los que estamos en contacto permanente con él, conocemos sus alegrías,
tristezas, emociones y aspiraciones. Nada nos separa de ellos. Actuemos con
absoluta responsabilidad, es un reto, y sí se puede.
En este momento, aun cuando
hayamos dicho la verdad, los seguidores de la información nos miran con cierto
escepticismo. Quizá la culpa no sea totalmente nuestra, sino del poder fáctico
y corrupto que destruyó en su momento el sistema democrático, donde a la prensa
le pasó factura; pero igual luchemos porque la verdad y sólo la verdad salgan a
la luz. Nada de ello será posible sino dejamos de lado intereses personales y
de grupo para ponerlo al servicio pleno de la población. Hagamos honor a
nuestros mártires y héroes que dieron su vida por defender un derecho tan
preciado del ser humano: la libertad.
La información veraz es un
derecho del pueblo, es un acto de justicia, por lo tanto es nuestra vocación de
servicio actuar en esa dirección. Los esfuerzos se expresan más de allá de
horarios, feriados, vacaciones o de sueldos, con orgullo decimos lo que es una
frase en la Asociación Nacional de Periodistas a la cual pertenecemos: “el
periodista trabaja, mientras el pueblo descansa”.
En nombre del Gobierno Regional
Cajamarca, saludamos a todos los hombres y mujeres de prensa agremiados y no
agremiados. Invocándoles a seguir adelante en esta ardua labor. Hagamos de la
profesión la más noble y no la más vil de las profesiones. En nuestras manos
esta esa gran responsabilidad.
¡Feliz Día Periodista Peruano!
¡Hasta la victoria siempre!
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