Por Segundo Matta Colunche
En la historia hay hechos que han
dejado secuelas de lo tan irónico que somos en contra de la cultura, la ciencia
y por lo general del conocimiento humano como lo sucedido con Petroglifos Arequipeños, los restos arqueológicos de la cultura
Lambayeque, La Huaca Mateo Salado en Lima, o los repudiables saqueos al
Instituto Nacional de Cultura durante la guerra con Chile. La
historia cuenta más, es tan sólo algunos ejemplos. En muchos
casos se utilizan herramientas legales para atentar y en otras solo se actúa
con desdicha en incomprensión. Pero eso es la realidad.
El último sábado presenciamos el “atentado
legal” contra el grupo cultural “Algovipasa´R”, expresiones que a veces no
tienen significado de lo incompresible que somos los humanos. Utilizar, claro,
“instrumentos legales” para sentenciar a la velocidad tal una decisión que
debería exigir mayor investigación. Como decía el artista Marco Cotrina: “cuando hay intereses personales la justicia
actúa rápido, pero cuando este es más colectivo camina a pasos de tortuga”.
No deja de tener razón. Sino veamos los procesos de lesa humanidad comprobados
que pasan más de 20 años encarpetados, sin encontrar “responsables” o como hay
casos que es cuestión de horas para castigar o absolver. La ley del embudo
puesta de manifiesto.
Estos días asistimos a un espacio
donde la cultura no vale nada, no significa nada, solo es cuestión de
pasatiempos, bromas o para pasar el mal rato, no valoramos en su real dimensión
lo que significa hacer teatro, danza, música, pintura. La expresión viva de la
humanidad convertida en sonidos e imágenes.
Hemos visto lágrimas de jóvenes,
niños y personas adultas. Unos porque se atenta contra una oportunidad de
trabajo y otros porque son conscientes que el desarrollo de los pueblos depende
de la cultura.
Henry
Manosalva Mejía, presidente del grupo “Algovipasa´R” y los 20 integrantes
siguen luchando por todos los medios la defensa de lo que consideran justo, “esta casa no es propiedad privada es casa de
la cultura de Cajamarca”, afirma. Bien, porque cuando un espacio está al
servicio de la formación de la sociedad se construye un futuro con más identidad.
Se atenta contra los propulsores
de la cultura, contra quienes sueñan con tener una región y un país con
justicia social, contra un futuro mejor para nuestros hijos. No se entiende en
realidad.
Coincidimos con las expresiones del
presidente regional Gregorio Santos Guerrero y vicepresidente César Aliaga Díaz
al calificar como “atentado de lesa cultura” lo sucedido con el grupo cultural
“Algovipasa´R”. Nuestra solidaridad con ellos. Reconocemos la labor en bien de
la juventud y esperamos que el Poder Judicial en Segunda Instancia profundice
las investigaciones para determinar su veredicto.
No queremos sentenciar sobre lo
ocurrido pero consideramos la forma como se ha actuado es insolente y
arrogante. El panorama que se presenta en el jirón Comercio es preocupante.
Jóvenes durmiendo en la calle defendiendo su conciencia, policías obedeciendo lo
que el juez ha ordenado y al interior también ciudadanos atrincherados dando respuesta al “amo”. Todo por la
deleznable ambición del dinero.
Solidaridad con la juventud que
desde su rebeldía piensa en el progreso del país, en construir una sociedad
nueva, una patria mejor. Los pueblos avanzan a la par de su cultura.
Defendámosla.
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