lunes, 20 de mayo de 2013

Las mentiras tienen patas cortas


Por Segundo Matta Colunche

Cajamarca es la región más marginada por el gobierno central en cuanto a presupuesto para actividades y proyectos de Turismo.
 

Si analizamos las asignaciones presupuestales para actividades y proyectos del gobierno regional Cajamarca, asignadas a la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (DIRCETUR), afirmamos que Cajamarca es la única región en el país que ha sido marginada, y por tanto limitada en su capacidad para operar y brindar servicios de promoción a la actividad turística.
 

El ministro de Turismo y Comercio Exterior, José Luis Silva Martinot, miente al indicar que su sector está haciendo esfuerzos para sacar adelante el turismo regional, cuando el presupuesto destinado para turismo en Cajamarca es tan irrisorio que representa sólo el 0,08% de todo lo asignado a los gobiernos regionales, es decir de 104 millones 828 mil 302 nuevos soles, a Cajamarca se le destina 863,814 nuevos soles.
 

Si miramos las asignaciones presupuestales para garantizar una efectiva descentralización de la gestión del Estado en materia de turismo, el gobierno nacional tiene como política marginar a las regiones en su papel de articulador y principal promotor del turismo.
 

En la página amigable del MEF se presentan los presupuestos en gasto corriente de las Direcciones Regionales de Comercio Exterior y Turismo (DIRCETUR), en toda su capacidad operativa a excepción del Cusco, se observa que todas las direcciones regionales tienen un presupuesto inferior al millón de soles, sin embargo el MINCETUR a cargo de Silva Martinot maneja 271 millones.
 

Entonces la respuesta cae por sí sola, el principal responsable de la política y los indicadores del sector es el MINCETUR, entonces es irresponsable tirar la pelota a los gobiernos regionales y locales del performance del sector y su aporte a la economía nacional.
 

En lo que respecta sólo a proyectos, los gobiernos regionales y locales tienen previsto invertir montos superiores al MINCETUR, cuyas unidades ejecutoras como el Plan COPESCO, tiene financiamiento y apoyo técnico internacional. Datos que corroboran la limitada capacidad de gestión en inversión pública de Silva Martinot.
 

El centralismo se puede notar por donde se lo mire. Para actividades en Turismo la distribución presupuestal es la siguiente: gobiernos locales 9%, gobiernos regionales 6% y gobierno nacional 86%, cifras a tener en cuenta para un efectivo control social a este Ministerio.
 

Estaba escondido pero ya conocemos en quien recae las responsabilidad del desarrollo del sector. Se hace necesario que a través de la Asamblea Nacional de Gobierno Regionales se haga un pronunciamiento respecto a la centralización y denunciar las limitaciones que tienen los niveles de gobiernos sub nacionales en sus competencias y funciones para promover de manera real la actividad turística.  Se demuestra una vez más que las mentiras tienen patas cortas.
 
 

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